Érika Ramírez y David Cilia son los dos reporteros desparecidos del semanario de noticias Contralínea, Zósimo Camacho, editor senior de la publicación, aseguró al CPJ. Los periódicos mexicanos identificaron a los activistas asesinados como Beatriz Alberta Cariño Trujillo, de ciudadanía mexicana, y Jyri Jaakola, de origen finlandés.
“Las autoridades mexicanas deben iniciar una investigación exhaustiva del ataque”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Americas del CPJ. “Exhortamos a las autoridades locales y federales a que localicen a los reporteros desaparecidos y los rescaten sanos y salvos.”
Camacho, quien fue al pueblo más cercano en Oaxaca para ayudar a supervisar los esfuerzos de rescate, afirmó que llegó hasta el lugar donde se produjo el ataque y encontró el vehículo que transportaba a los reporteros. El vehículo había recibido numerosos impactos de balas, según el editor. Camacho aseguró que el plantel de la revista temía que los dos periodistas pudieran haber sido tomado como rehenes por los atacantes.
En información en línea publicada hoy, Contralínea cita a dos activistas que afirmaron haber visto a los periodistas con vida luego del ataque y que estaban escondidos. Uno de los periodistas fue reportado herido. Los activistas relataron también que los periodistas pedían ser rescatados.
De acuerdo con informes de prensa, el ataque se produjo cerca de la zona indígena montañosa de Triqui, en San Juan Copala, mientras la misión llevaba insumos y observadores internacionales hasta un área que se declaró autónoma del gobierno del estado. La agencia de noticias Associated Press (AP) informó que cerca de 40 personas conformaban la misión.
Los reporteros de Contralínea viajaban hacia el área para investigar los asesinatos de Felicitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Merino, dos reporteras Triqui de la radio comunitaria La Voz que Rompe el Silencio, asesinadas en San Juan Copala el 7 de abril de 2008. Nadie ha sido procesado hasta la fecha por estos crímenes.
La AP informó que la misión incluía a miembros de un movimiento contrario al gobierno que consiguió el control de la capital del estado por varios meses en 2006. El ataque, según AP, generó preocupación por un nuevo conflicto entre partidarios del gobierno y sus oponentes.