Fotógrafo que cubría crimen asesinado a balazos, reportero herido

Nueva York, 17 de febrero de 2009–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó hoy a que se investigue en profundidad el ataque a tiros el viernes contra dos periodistas en México. Un sujeto armado asesinó a un fotógrafo e hirió a una reportera en la ciudad sureña de Iguala, en el estado de Guerrero, según informes de la prensa internacional. 

El fotógrafo Jean Paul Ibarra Ramírez, de 33 años, del periódico El Correo recibió tres disparos y murió en la escena del crimen. La reportera Yenny Yuliana Marchán Arroyo, de 22 años, del Diario 21 recibió tres impactos de bala en sus piernas y se encuentra en condición estable. El CPJ está investigando posibles vínculos entre el ataque y el trabajo periodístico de los reporteros.

Los dos periodistas iban camino a cubrir un accidente automovilístico cerca de las 10 p.m., según informes de prensa. Según la policía, un vehículo utilitario deportivo se acercó a la motocicleta en la que viajaban los reporteros y un atacante no identificado disparó. El asesino descendió del vehículo y disparó contra Ibarra en la cabeza, ignorando a Marchán, la policía señaló al CPJ. Marchán se recupera en un hospital local y está protegida por la policía. La policía indicó al CPJ que no tiene pistas.       

“Estamos apenados por la muerte de Jean Paul Ibarra Ramírez y exhortamos a las autoridades a enjuiciar a los responsables”, señaló Carlos Lauría, Coordinador Senior del Programa de las Américas del CPJ. “México debe poner fin a la impunidad que rodea a los crímenes contra periodistas”.

La policía informó que el arma utilizada el viernes era una pistola calibre 45, un arma de fuego autorizada para uso exclusivo del ejército mexicano.  Su utilización convierte al ataque en un delito federal y podría involucrar a la fiscalía de atención de delitos contra periodistas, una fuente de la Procuraduría General de la República señaló al CPJ.

La Cámara de Diputados de la nación se encuentra actualmente considerando una iniciativa que convertiría en delito federal a los crímenes contra la libertad de expresión,  un compromiso asumido por el Presidente Felipe Calderón ante una delegación del CPJ en junio. “Llegó el momento de que los líderes del Congreso adopten una acción oportuna y aseguren que todos los mexicanos, incluyendo a los periodistas, tengan una estructura legal más apropiada para proteger el derecho básico a la libertad de expresión”, afirmó Lauría. 

Ibarra disfrutaba de su trabajo como reportero de la fuente policíaca, periodistas locales en Iguala aseguraron al CPJ. Los reporteros indicaron que Ibarra, como muchos otros periodistas en la región, no cubría narcotráfico ni corrupción policial para evitar peligro.

Marchán había obtenido recientemente un título en comunicaciones. Cuatro días a la semana escribe un artículo sobre opinión pública mientras cubre crimen una vez por semana para Diario 21.

El sindicato regional de redactores le escribió una carta al gobernador Zeferino Torreblanca reclamando que las autoridades actúen con agilidad para avanzar con la investigación del ataque. El sindicato sostuvo que no quiere que “las investigaciones se tergiversen” como aseguran ocurrió en el caso de Amado Ramírez, un reportero de Televisa  que fue asesinado en abril de 2007 en Acapulco, en el mismo estado. Una investigación del CPJ sobre ese asesinato cuestionó la incompetencia del trabajo policial así como también la prematura desestimación de una represalia contra la labor informativa de Ramírez como un motivo posible. 

Según el informe anual del CPJ Ataques a la Prensa en 2008, México es uno de los países más peligrosos del mundo para la prensa. Desde el 2000, 25 periodistas, incluyendo a Ibarra, han sido asesinados, al menos ocho en represalia directa por su labor. Además, siete periodistas han desaparecido desde 2005.