Nueva York, 13 de junio del 2007—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) condena el ataque a balazos contra un periodista mexicano que había recibido amenazas de muerte vinculadas a su investigación del asesinato el año pasado de un periodista estadounidense durante violentas manifestaciones callejeras en la ciudad sureña de Oaxaca.
El martes en la noche un individuo no identificado le disparó dos veces a Misael Sánchez Sarmiento, periodista del diario Tiempo de Oaxaca, frente a su casa en las afueras de la ciudad, 323 millas (520 kilómetros) al sureste de Ciudad de México, el director del periódico Wenceslao Añorve indicó al CPJ. Sánchez, quien resultó herido en la mandíbula y la pierna izquierda, se encontraba en condición estable hoy tras una cirugía.
Sánchez cubre la fuente política y está cargo de la unidad de investigación del diario. Había recibido amenazas de muerte en noviembre del 2006 después de informar sobre el asesinato el mes anterior del periodista estadounidense Bradley Will, , un documentalista independiente y reportero para el sitio Web Indymedia. Will fue asesinado mientras cubría un enfrentamiento entre activistas y agentes del gobierno en la capital provincial.
Añorve señaló que no sabía cuál había sido el motivo del ataque, pero cree que está vinculado al trabajo periodístico de Sánchez. La policía local y la procuraduría de justicia de Oaxaca están investigando el incidente, añadió.
“Condenamos el ataque contra de Misael Sánchez Sarmiento”, declaró Joel Simon, Director Ejecutivo del CPJ. “Instamos a las autoridades de Oaxaca a investigar profundamente esta agresión y a enjuiciar a todos los responsables”.
Tiempo es un periódico pro-gubernamental que ha criticado al grupo antigubernamental de izquierda Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) que se enfrentó el año pasado con las autoridades locales durante un conflicto que mantuvo a la ciudad paralizada durante meses.
El conflicto comenzó el pasado junio cuando las autoridades locales usaron gas lacrimógeno para reprimir una manifestación de docentes en huelga. Esta acción motivó a que activistas de izquierda salieran a las calles para exigir la destitución del gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz. Ambos partes del conflicto atacaron a los medios de comunicación mientras cubrían los disturbios. El conflicto alcanzó su punto máximo con el asesinato de Will en octubre.
Desde el año 2000, seis periodistas han sido asesinados en represalia directa por su trabajo, mientras que el CPJ continúa investigando las circunstancias que rodean otros 12 asesinatos. Además, otros cinco periodistas han desaparecido desde el 2005, tres de ellos este año.
El 9 de mayo, una delegación del CPJ se reunió con el embajador mexicano en Estados Unidos, Arturo Sarukhan Casamitjana. La delegación instó al gobierno federal de México a adoptar medidas concretas para proteger la libertad de prensa y procesar a los responsables de crímenes contra periodistas.