Nueva York, 14 de junio del 2006—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está alarmado por una serie de recientes amenazas contra periodistas y organizaciones no gubernamentales en Colombia, entre las cuales está la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).
El 7 de junio, un grupo desconocido denominado Frente Democrático Colombia Libre envió correos electrónicos a la FLIP y otros grupos de la sociedad civil, acusándolos de tener lazos con la guerrilla y declarándolos objetivos militares. Supuestos vínculos con las guerrillas, las fuerzas de seguridad o los grupos paramilitares pueden poner en riesgo a los periodistas colombianos. Según investigaciones del CPJ, periodistas han sido amenazados, atacados y asesinados por causa de aparentes lazos con algún actor armado del conflicto colombiano.
Las amenazas se dirigían a “rebolucionarios (sic.) disfrazados de ONGs, supuestos líderes, abogaduchos y comunicadores camuflados en la civilidad, escondidos detrás de sus columnas”. El correo electrónico describe a las organizaciones como frentes de la guerrilla y las acusa de desacreditar la imagen de Colombia en el exterior. En Colombia, según el comunicado, “no hay guerra ni conflicto ni nada que se le parezca, aquí lo que hay es una partida de rebolucionarios (sic.) guerrilleros que no hacen más que ser ello los propiciadores de la constante violación de los derechos dcel (sic.) pueblo”.
También recibieron amenazas el columnista del semanario El Espectador Iván Cepeda y el grupo de derechos humanos, Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, al igual que la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional.
Los correos electrónicos descartan la autoría de amenazas de bomba recientes contra periodistas de Barranquilla, las que atribuyen al grupo guerrillero FARC.
El 3 de junio dos paquetes fueron enviados a los hogares de Armando Benedetti Jimeno y Ernesto McCausland Sojo, columnistas de El Heraldo de Barranquilla. Los paquetes contenían relojes y cables que parecían bombas, informó la prensa. Benedetti, quien fue Ministro de Comunicaciones de 1994 a 1998, señaló al CPJ que los paquetes contenían también notas advirtiendo “no te metas en lo que no te importa. La próxima vez, te la hago estallar”.
Dos días después, otro paquete llegó al domicilio del director del diario, Gustavo Bell Lemus, quien fue vicepresidente de Colombia entre 1998 y 2002. Los tres periodistas han criticado recientemente corrupción en el gobierno local, según informes de prensa.
Autoridades nacionales y locales iniciaron una investigación de las amenazas contra El Heraldo de Barranquilla y reforzaron la seguridad de los tres periodistas. El 6 de junio, el gobierno ofreció una recompensa de 100 millones de pesos (42 mil dólares estadounidenses) a quien proporcione información que conduzca a la captura de los responsables.
“Estamos alarmados por las amenazas generalizadas contra periodistas y organizaciones no gubernamentales en Colombia”, señaló la Directora Ejecutiva del CPJ Ann Cooper. “Hacemos un llamado al Presidente Álvaro Uribe para que condene públicamente estos actos de intimidación y para que ofrezca las medidas de seguridad necesarias que permitan a los periodistas colombianos trabajar sin temor a represalias. Instamos igualmente el fiscal general a investigar cada una de estas amenazas”.