Imagen de policías en Lima, Perú, el 1 de octubre de 2019. Recientemente dos periodistas solicitaron protección policial luego de recibir amenazas y ser vigilados. (Reuters/Guadalupe Pardo)
Imagen de policías en Lima, Perú, el 1 de octubre de 2019. Recientemente dos periodistas solicitaron protección policial luego de recibir amenazas y ser vigilados. (Reuters/Guadalupe Pardo)

Amenazan y vigilan a periodistas peruanos por sus informaciones sobre una congresista

Dos periodistas peruanos han solicitado protección ante la Policía después de que uno de ellos recibiera una amenaza de muerte y el otro denunciara que su casa era objeto de vigilancia, según informaciones de prensa.

El 30 de enero de 2020, Hugo Gonzáles Henestroza, reportero del sitio noticioso independiente Noticiero Libre en la norteña ciudad de Huaraz, recibió una amenaza de muerte por Facebook, declaró el periodista al CPJ en entrevista telefónica.

Un usuario de Facebook de nombre Jorge Antonio Reyes comentó en uno de los artículos de Gonzales que éste “sería fusilado” por sus informaciones sobre los presuntos vínculos entre una congresista peruana y grupos de la delincuencia organizada, según el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), organización defensora de la libertad de prensa con sede en Lima.

El CPJ revisó una captura de pantalla del comentario, pero no logró encontrar los datos de contacto de Reyes.

En una carta con fecha 3 de febrero dirigida al Ministerio del Interior y publicada por el IPYS, Gonzáles describió la amenaza y solicitó ante la Policía garantías para su vida.

Yldefonso Espinoza, otro periodista de Noticiero Libre que informó sobre la congresista, también solicitó la protección de la Policía, pues ha visto a un vehículo con la placa de matrícula tapada que se estaciona a la entrada de su vivienda en Huaraz, según una carta también publicada por el IPYS.

El 11 de febrero, Eunice Dextre, representante del Ministerio del Interior en Huaraz, declaró al CPJ por vía telefónica que ninguno de los periodistas había recibido protección porque se estaban evaluando sus casos, un proceso que, según Dextre, podía demorar varias semanas.