Policía desactiva bomba colocada frente al periódico del Partido Comunista

Bogotá, 21 de mayo de 2001 — Expertos en explosivos de la policía desactivaron hoy una bomba racimo colocada en una camioneta Chevrolet Luv frente a la sede del órgano de prensa del Partido Comunista, Voz, en el centro de Bogotá, informó un portavoz policial.

La bomba de 550 libras (250 kilogramos) fue colocada directamente frente a las instalaciones de Voz en el céntrico distrito bogotano de Teusaquillo y estaba oculta bajo un montón de naranjas y bananas. No quedó claro de inmediato qué grupo o individuo estuvo detrás del fallido atentado.

Este modelo particular de bomba racimo se fabrica comercialmente en Estados Unidos conforme a instrucciones militares específicas, y se vende en todas partes del mundo. El portavoz de la policía metropolitana de Bogotá, sargento Alberto Cantillo, señaló que la bomba contenía TNT y estaba diseñada para ser arrojada desde un avión. El comandante de la policía de Bogotá, coronel Luis Contento, dijo a reporteros que el artefacto «hubiera causado una enorme devastación» y probablemente hubiera destruido edificaciones en dos cuadras a la redonda.

«Es evidente que quien colocó esta bomba aprecia poco el valor de la vida humana, y ni hablar de la libertad de prensa», declaró la directora ejecutiva del CPJ, Ann Cooper. «Exhortamos a las autoridades colombianas a iniciar cuanto antes una investigación exhaustiva».

Carlos Lozano, director de Voz, dijo que el camión había sido estacionado en la calle a las 4 de la madrugada, hora local. Cuando una secretaria del periódico llegó al local cuatro horas después, sospechó del vehículo y llamó a la policía.

Lozano no se encontraba en la sede cuando la bomba fue desactivada. Luego de que su secretaria le advirtió del problema, él y sus guardaespaldas inmediatamente se dirigieron a la sede del Partido Comunista, ubicada en otra zona de la ciudad.

«Hemos tenido un shock terrible. Creo que los atacantes estaban esperando a que yo llegara para detonar el artefacto», Lozano manifestó al CPJ. Atribuyó el atentado a grupos paramilitares proscritos pero no mencionó a ninguno en particular.

El mes pasado, Lozano fue nombrado a una comisión de cuatro «notables» cuya finalidad es dar seguimiento a las medidas del gobierno para detener los ataques paramilitares en todo el país. La comisión fue creada por negociadores de paz del gobierno y de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, como parte de diálogos de lento avance que buscan poner fin a la prolongada guerra civil.

La comisión está integrada, además, por un magistrado, un psiquiatra y otro periodista, Ana Mercedes Gómez, directora del diario regional El Colombiano.

Voz ha sido blanco frecuentemente de intentos de censura y atentados con explosivos. El 27 de abril pasado, el corresponsal de Voz Flavio Bedoya fue asesinado, casi seguramente por una serie de reportajes sumamente críticos que el periodista escribió acerca de actos de colusión entre fuerzas de seguridad y bandas paramilitares ultraderechistas en el departamento de Nariño.

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