Nueva York, 8 de noviembre de 2010–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) solicitó hoy una investigación exhaustiva en torno a la muerte del periodista Carlos Alberto Guajardo Romero, quien fue baleado el viernes durante un enfrentamiento entre la marina mexicana y civiles armados en la ciudad fronteriza de Matamoros, según informes de la prensa local. El enfrentamiento fue parte de una serie de violentos incidentes que tuvieron lugar el mismo día en Matamoros, y que terminaron con la muerte de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, líder del cartel del Golfo.
Guajardo Romero, de 37 años, reportero del diario local Expreso Matamoros, salió de su casa a bordo de su camioneta alrededor de las 11 a.m. para cubrir el enfrentamiento armado en Fraccionamiento Victoria, un área al sur de la ciudad, según informes de prensa. Su camioneta fue alcanzada por al menos 20 impactos de balas mientras se dirigía a la Secretaría de la Seguridad Pública para recabar más información sobre los hechos. Los medios de prensa nacionales informaron que efectivos del ejército dispararon en dirección a la camioneta del periodista porque lo confundieron con uno de los civiles armados que participaban del enfrentamiento.
El cuerpo de Guajardo Romero fue encontrado alrededor del mediodía, de acuerdo con informes de prensa. La Comisión Nacional de Derechos Humanos informó en un comunicado el sábado que abrió un expediente de oficio para hacer seguimiento a la investigación en torno a la muerte del periodista.
“Cuando se reunió con el CPJ en septiembre, el Presidente Felipe Calderón prometió un mayor control de las fuerzas de seguridad, que han impedido a los periodistas realizar la cobertura de sus actividades”, aseguró
Expreso Matamoros informó que hubo explosiones de granadas y balaceras durante la operación militar para capturar al líder narcotraficante Cárdenas Guillén. El ejército dispuso 150 efectivos, tres helicópteros y 17 vehículos en la ciudad, según un comunicado de prensa oficial. Tres soldados y cinco civiles armados -incluyendo Cárdenas Guillén- murieron en el enfrentamiento, según el comunicado.
La violencia del narcotráfico ha convertido a México en uno de los países más peligrosos para la prensa, según una investigación del CPJ. Diez periodistas han sido asesinados en el país en 2010, incluyendo Guajardo Romero. El CPJ continúa investigando para determinar si estos crímenes estuvieron relacionados con el trabajo de las víctimas.