Preocupan al CPJ recientes ataques contra periodistas

Nueva York, 18 de noviembre de 2002 — El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) se encuentra sumamente preocupado por los recientes ataques que se han producido contra periodistas venezolanos, el último de los cuales tuvo lugar ayer contra el canal de noticias las 24 horas Globovisión.
El domingo 17 de noviembre, una bomba fue lanzada en el estacionamiento de la sede de Globovisión, situada en el este de la capital, Caracas. Según noticias difundidas por la prensa local, nadie resultó herido, aunque tres vehículos —un auto perteneciente a una periodista y dos unidades móviles de Globovisión— quedaron destruidos.

Un ataque similar había ocurrido un mes antes, cuando sujetos no identificados que se desplazaban en un vehículo lanzaron un pequeño artefacto explosivo contra el exterior de la sede de la radioemisora Unión Radio, también situada en el este de Caracas. La explosión causó daños menores al edificio y a una casa vecina, pero nadie resultó herido.

Otros recientes ataques contra los medios
Hace dos semanas, el 4 de noviembre, varios periodistas fueron atacados mientras cubrían una marcha de la oposición y enfrentamientos callejeros entre las fuerzas de seguridad y simpatizantes radicales del gobierno en el centro de Caracas.

  • El camarógrafo Mauricio Muñoz Amaya, quien es salvadoreño y trabaja para la Associated Press Television News (APTN), fue herido con una bala calibre 9 mm en el pecho mientras se encontraba filmando detrás de una hilera de policías antimotines, relató el reportero de la APTN Fernando Jáuregui. Debido a que Muñoz portaba un chaleco antibalas, sólo sufrió leves lesiones. No se ha esclarecido si Muñoz era el blanco del disparo, ni quién le disparó. La Fiscalía investiga el incidente.
  • El fotógrafo Héctor Castillo, quien trabaja para el diario El Mundo, estaba fotografiando a un simpatizante del gobierno que encendía un cohetón cuando el hombre se enojó e intentó arrebatarle la cámara. Cuando Castillo se resistió, unos 15 hombres empujaron al fotógrafo al suelo, lo patearon varias veces, y le robaron el lente y el flash. El fotógrafo Pedro Rey, del diario Notitarde, junto con Desirée Santos Amaral, periodista y diputada oficialista, intervinieron y rescataron a Castillo. El flash de Rey y la máscara que llevaba para protegerse de los gases lacrimógenos fueron robados en la riña.

Los manifestantes de la oposición intentaban entregar cientos de miles de firmas con el fin de solicitar un referéndum que permitiera poner fin al mandato del presidente Hugo Chávez Frías. De acuerdo con la Constitución venezolana, un referéndum para disolver el gobierno y convocar a nuevas elecciones sólo puede realizarse a la mitad del período presidencial de 6 años, es decir, en agosto del 2003.

Simpatizantes del gobierno intentaron bloquear la marcha, erigiendo barricadas y lanzando botellas y piedras mientras otros disparaban con pistolas. Las fuerzas de seguridad lanzaron bombas lacrimógenas y balas de goma para separar a ambos bandos. Según estimados de la prensa local, alrededor de 60 personas resultaron heridas en los enfrentamientos.

En la tarde del 10 de noviembre, dos pistoleros en motocicleta atacaron al guardaespaldas de Patricia Poleo, directora del diario caraqueño El Nuevo País, según versiones de la prensa local. El guardaespaldas, un oficial de la policía que había sido encargado de proteger a Poleo, se aproximaba a la casa de la periodista en el auto de ella cuando los hombres se le acercaron, le hicieron varios disparos y huyeron. Las balas impactaron el carro pero el guardaespaldas escapó ileso.

«El gobierno venezolano debe hacer todo lo posible por determinar quiénes fueron los responsables de esta serie de violentos ataques y enjuiciarlos», sostuvo la directora ejecutiva del CPJ, Ann Cooper. «De lo contrario, se multiplicarán los peligros que enfrentan los periodistas que buscan cubrir estos importantes acontecimientos».

FIN