Ciudad de México, 31 de octubre de 2025—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) insta a las autoridades mexicanas a investigar de manera inmediata, creíble y transparente el asesinato del periodista Miguel Ángel Beltrán, cuyos restos fueron encontrados envueltos en una cobija en el estado norteño de Durango la mañana del 25 de octubre.
El cuerpo de Beltrán fue hallado en la localidad de Río Chico, cerca de la capital del estado, junto con un mensaje que decía: “Por andar levantando falsos a la gente de Durango”, según reportes noticieros, que también señalaron que el periodista acudió a trabajar el jueves 23 de octubre y “esa fue la última vez que se le vio con vida”.
El CPJ no pudo confirmar el contenido del mensaje con la Fiscalía de Durango, que no respondió a una solicitud de comentarios y no ha emitido información pública sobre el asesinato.
“El brutal asesinato del periodista Miguel Ángel Beltrán reafirma el abismal estatus de México como el país más letal para la prensa en las Américas”, señaló Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México. “Las autoridades mexicanas deben mostrar determinación y llevar a los responsables del asesinato de Beltrán ante la justicia.”
Beltrán, de 60 años, era un periodista con una larga trayectoria que trabajó previamente en los diarios locales Contexto y La Voz de Durango, según los reportes. En años recientes desarrolló una presencia en redes sociales a través de TikTok y su página de Facebook La Gazzeta Dgo, que cuenta con 27,000 seguidores, donde solía publicar notas y videos breves sobre política y temas de seguridad en Durango.
En uno de sus videos de TikTok, publicado el 21 de octubre, Beltrán vinculó a un hombre detenido en el estado de Chihuahua con el Cártel de Sinaloa, organización que, de acuerdo con los gobiernos de México y Estados Unidos, mantiene una presencia histórica en Durango.
Un funcionario del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas del gobierno federal dijo al CPJ, vía aplicación de mensajería, que la institución no tenía conocimiento de amenazas contra la vida de Beltrán y que éste no había solicitado contacto con el Mecanismo.