Ciudad de México, 10 de mayo de 2022 – Las autoridades mexicanas deben investigar pronta y exhaustivamente el asesinato del periodista Luis Enrique Ramírez, encontrar a los autores del crimen y enjuiciarlos, declaró este martes el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
En la mañana del 5 de mayo, el cuerpo sin vida de Ramírez fue hallado cerca de un camino de tierra al sur de la ciudad de Culiacán, envuelto en plástico negro y con traumatismo craneoencefálico a consecuencia de los golpes recibidos, según informaciones de prensa, un comunicado de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, la cual investiga el caso, y declaraciones de la fiscal general sinaloense Sara Bruna Quiñónez Estrada, quien conversó con el CPJ por vía telefónica.
Ramírez, de 59 años, era columnista de política del diario de Culiacán El Debate, cofundador del medio digital Fuentes Fidedignas, y colaborador de diarios nacionales como La Jornada y El Financiero, según el obituario publicado en Fuentes Fidedignas.
La fiscal general Quiñónez declaró al CPJ que su organismo había abierto una investigación sobre el asesinato y que no se descartaba ninguna línea de investigación, inclusive la posibilidad de que el crimen estuviera vinculado con la labor periodística de Ramírez.
“La indignante muerte de Luis Enrique Ramírez prolonga la racha de asesinatos de comunicadores mexicanos que ha convertido a 2022 en uno de los años de mayor violencia mortal para la prensa”, declaró Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México. “Si las autoridades mexicanas desean poner fin a este ciclo de violencia e impunidad, deben tomar inmediatamente medidas serias para encontrar a los asesinos de Ramírez y enjuiciarlos”.
Quiñónez manifestó que la Fiscalía investigaba declaraciones de testigos, según los cuales varios sujetos habían entrado a la fuerza a Ramírez a un vehículo blanco cuando él salió de su hogar cerca de las tres de la madrugada del 5 de mayo. La fiscal afirmó que Ramírez aparentemente había muerto de lesiones craneales y no había sido torturado.
En sus más recientes columnas en El Debate, Ramírez dio cobertura a la política municipal y estatal de Culiacán y Sinaloa, como la gestión del gobernador Rubén Rocha y de los alcaldes de Culiacán y Mazatlán, así como la actuación de todos los principales partidos políticos en el Congreso estatal. En calidad de columnista, criticaba a los políticos y partidos que cubría, por ejemplo las peleas internas en el partido opositor PAN y riñas entre funcionarios.
La mayoría de los artículos publicados en Fuentes Fidedignas en las semanas previas a la muerte de Ramírez no llevaban firma, pero daban cobertura a la política local, como las conferencias de prensa y las actividades realizadas por funcionarios públicos.
Según la fiscal general Quiñónez, Ramírez había tenido que salir de Sinaloa por varios meses en 2011 debido a amenazas no especificadas, pero la funcionaria no brindó más detalles y declaró que no ocupaba el cargo en esa época y no tenía conocimiento del asunto. Quiñónez agregó que la Fiscalía no tenía ningún registro de que Ramírez hubiera denunciado recientemente alguna amenaza de muerte.Según datos del CPJ, como mínimo tres periodistas han sido asesinados en México en lo que va de año en represalia por su trabajo. El CPJ investiga otros cuatro homicidios de periodistas para esclarecer si los periodistas murieron por el ejercicio del periodismo.