Efectivos patrullan una calle de Cali, Colombia, el 17 de julio de 2020. Recientemente efectivos militares le dispararon al periodista Fernando Osorio mientras realizaba una cobertura informativa en Vista Hermosa. (AFP/Luis Robayo)

Efectivos le disparan a periodista colombiano y amenazan a reporteros que cubren protestas contra la erradicación de coca

Bogotá, 17 de agosto de 2020 – Las autoridades colombianas deben llevar a cabo una investigación exhaustiva y transparente sobre los hechos de violencia de que fueron objeto los periodistas Fernando Osorio and Edilson Álvarez, y garantizar que los responsables se sometan a la justicia, declaró hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

El 8 de agosto, efectivos militares persiguieron a Osorio, fotógrafo de la cooperativa de noticias local Voces del Guayabero, que publica artículos en Facebook, y le dispararon cuando éste cubría una protesta de campesinos contra la erradicación forzosa de cultivos de coca por parte del Ejército cerca de la sureña localidad de Vista Hermosa, según el periodista, quien habló con el CPJ por una aplicación de mensajería, y un comunicado de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), con sede en Bogotá.

De acuerdo con Osorio, él y Álvarez, un reportero de Voces del Guayabero, se refugiaron en la casa de un campesino. Poco después, los efectivos llegaron a la casa, insultaron a los dos periodistas, los acusaron de pertenecer a guerrillas izquierdistas, y los retuvieron en la casa durante unas seis horas antes de liberarlos sin formularles cargos.

“Las autoridades colombianas deben investigar exhaustivamente los osados ataques de efectivos militares contra los periodistas Fernando Osorio y Edilson Álvarez, y garantizar que los responsables se sometan a la justicia”, declaró Natalie Southwick, coordinadora del Programa de Centroamérica y Sudamérica del CPJ, desde Nueva York. “El hecho de que se trate del segundo ataque con disparos de efectivos militares contra Osorio resalta el desprecio que al parecer algunos miembros del Ejército sienten por los periodistas. La impunidad en estos ataques no hará más que perpetuar la violencia contra los periodistas”.

“Ellos corrieron detrás de mí y me dispararon indiscriminadamente”, Osorio declaró al CPJ. Álvarez no respondió las llamadas telefónicas ni los mensajes de voz del CPJ.

Según Osorio, el 13 de agosto, mientras cubría otra protesta de campesinos cocaleros, efectivos militares lo insultaron, le apuntaron con sus fusiles y lo obligaron a acostarse brevemente al lado del camino.

Funcionarios del Ejército sostienen que los rebeldes están obligando a los campesinos a protestar contra la campaña de erradicación de coca, materia prima de la cocaína, según informaciones de prensa. Los campesinos han protestado desde mayo, y la cobertura de Voces del Guayabero ha sido reproducida por otros medios de prensa colombianos que se han visto imposibilitados de enviar corresponsales debido a la pandemia de la COVID-19, según Osorio.

Osorio declaró que el 4 de junio, cuando cubría una protesta, un soldado le había disparado, y que los disparos le habían roto la cámara y le habían destrozado el dedo meñique y parte del dedo anular de la mano derecha. Este ataque fue documentado en la época por la FLIP y versiones periodísticas. Osorio expresó que la lesión le dificultaba mucho trabajar como fotógrafo.

El CPJ llamó al Ejército colombiano para obtener una declaración; un representante remitió al CPJ a la Fuerza de Tarea Omega, que está a cargo de los operativos de erradicación de coca. El CPJ llamó a ese grupo pero nadie respondió el teléfono.