Flores cubren el ataúd de Santiago Barroso, un conductor de radio mexicano acribillado en el estado de Sonora en marzo. (Reuters/Cristian Torres)
Flores cubren el ataúd de Santiago Barroso, un conductor de radio mexicano acribillado en el estado de Sonora en marzo. (Reuters/Cristian Torres)

Asesinan al periodista radial Santiago Barroso en el estado mexicano de Sonora

Ciudad de México, 19 de marzo de 2019–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó hoy a las autoridades mexicanas a investigar exhaustivamente el asesinato del periodista radial Santiago Barroso y enjuiciar a los responsables. El periodista fue asesinado a balazos en su domicilio en San Luis Río Colorado, en el norteño estado de Sonora, el 15 de marzo, según informaciones de prensa.

Barroso, de 47 años, presentaba el noticiero matutino “Buenos Días, San Luis” en la radioemisora privada Río Digital 91.1 FM. También era columnista del semanario local Contraseña y profesor de Periodismo en la Universidad Tecnológica de San Luis Río Colorado. Anteriormente, Barroso había trabajado para los periódicos locales El Imparcial y el ya desaparecido La Prensa.

De acuerdo con los hallazgos preliminares que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora compartió con el CPJ por WhatsApp, dos sujetos de identidad desconocida se acercaron a la vivienda del periodista cerca de las 9 p. m. Uno de ellos tocó a la puerta y, cuando Barroso abrió, le disparó como mínimo tres veces. El otro sujeto actuó de chofer del pistolero, según los hallazgos iniciales.

Barroso logró llamar a una ambulancia, pero falleció en el hospital alrededor de las 11 p. m., según la Fiscalía General de Justicia.

La fiscal general de Sonora, Claudia Indira Contreras Córdova, declaró ayer ante los medios locales y nacionales que la principal línea de investigación estaba relacionada con el trabajo periodístico de Barroso. Contreras se refirió a la emisión de “Buenos Días, San Luis” que había salido al aire horas antes de su asesinato, y en la cual Barroso habló sobre el crimen organizado en la zona de San Luis Río Colorado, en particular el narcotráfico y la trata de personas. Contreras agregó que su organismo no había descartado otros posibles motivos, y no amplió los detalles sobre el sospechoso de la autoría intelectual del asesinato.

México es el país con el mayor saldo de asesinato de periodistas en el hemisferio occidental, según datos del CPJ. El CPJ no tiene constancia de que se haya dictado ninguna condena en el ámbito federal en los casos de, como mínimo, 28 periodistas asesinados en México en represalia por su trabajo durante el último decenio. El CPJ investiga más de 40 casos adicionales de ese período, para determinar si el ejercicio del periodismo fue el motivo del asesinato.

“El asesinato de Santiago Barroso subraya la urgente necesidad de que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y el recién nombrado fiscal general de la República, Alejandro Gertz Maner, tomen medidas de inmediato para proteger a la prensa mexicana”, declaró Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México. “Una investigación rápida y exhaustiva con resultados confiables y un procesamiento exitoso es la única manera de comenzar a revertir la arraigada impunidad existente en México”.

Además de informar sobre la delincuencia organizada en su programa de radio, Barroso escribió sobre el narcotráfico en su columna publicada en la edición del 15 de febrero del semanario Contraseña. En la columna, que ha sido revisada por el CPJ, el periodista escribió sobre el importante papel que San Luis Río Colorado desempeñaba como plaza de narcotráfico del cartel de Sinaloa, que estaba encabezado por el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, quien ha sido condenado de varios delitos por un tribunal federal estadounidense.

Humberto Melgoza, director del semanario Contraseña y amigo y colega de Barroso, declaró ayer al CPJ que no conocía de ninguna amenaza contra la integridad física del periodista. “Era una persona muy callada, amigable y que se llevaba bien con sus colegas”, expresó Melgoza. “Estamos revisando sus trabajos recientes, pero todavía no hemos encontrado nada que pudiera haberlo puesto en peligro”.

Salvador Raúl González, rector de la universidad donde Barroso enseñaba, declaró hoy al CPJ que no tenía conocimiento de ninguna amenaza contra el periodista. “Era callado y reservado, pero yo hablaba a menudo con él”, agregó. “No había ninguna señal de que tuviera ningún problema”.

El 16 de marzo, un vocero del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, institución federal que proporciona medidas de protección a los periodistas en riesgo, declaró al CPJ que Barroso no participaba en ningún esquema de protección y que no había denunciado ninguna amenaza ante la institución. El vocero solicitó el anonimato para poder hablar sobre este asunto.

Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, declaró al CPJ el 16 de marzo que la entidad había abierto una investigación. Él agregó que no podía brindar más información porque la investigación se encontraba en su fase inicial.