Agentes policiales se ubican entre periodistas y la procuradora pública española en las afueras de los tribunales de Palma de Mallorca, en la isla de Mallorca en febrero 2017. En diciembre 2018, agentes policiales confiscaron equipos y documentos de dos agencias de noticias en conexión con una investigación sobre información filtrada. (Jaime Reina/AFP)
Agentes policiales se ubican entre periodistas y la procuradora pública española en las afueras de los tribunales de Palma de Mallorca, en la isla de Mallorca en febrero 2017. En diciembre 2018, agentes policiales confiscaron equipos y documentos de dos agencias de noticias en conexión con una investigación sobre información filtrada. (Jaime Reina/AFP)

Agentes de la policía española llevan a cabo registro en una redacción y confiscan equipos de los periodistas en una investigación para aclarar origen de filtración

Berlín, 13 de diciembre de 2018–Las autoridades españolas deben devolver de inmediato los equipos y la documentación incautada de la agencia noticiosa Europa Press y de periodistas del Diario de Mallorca, y garantizar que los periodistas puedan proteger la confidencialidad de sus fuentes informativas, declaró hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

El 11 de diciembre, agentes de policía registraron la redacción de Europa Press en Palma de Mallorca, en la isla mediterránea de Mallorca, y confiscaron documentos y equipos como parte de una investigación para aclarar el origen de una filtración de información policial, informó el diario español El País. Europa Press declaró que la policía presentó una orden judicial que exigía la entrega de cualquier documentación relacionada con una trama de corrupción a gran escala sobre la cual la agencia noticiosa había informado recientemente citando fuentes policiales anónimas. La delegada de la agencia noticiosa, Antonia López, se remitió al derecho de los periodistas a no revelar sus fuentes informativas y se negó a cumplir la solicitud de la policía, informó El País. De acuerdo con Europa Press, la policía entonces confiscó un teléfono móvil personal, dos computadoras de la empresa y varios documentos impresos, con el fin de determinar el origen de la filtración.

Según el diario español ABC, horas después la policía se presentó en la redacción del Diario de Mallorca, que también había cubierto el caso de corrupción. Sin embargo, la policía se marchó cuando la dirección del diario le informó que no entregaría voluntariamente ninguna documentación, informó ABC. Ayer, María Ferrer, directora del Diario de Mallorca, declaró al canal español Antena 3 que la policía ya había confiscado dos teléfonos móviles personales con información sensible que pertenecían a dos periodistas del diario, en horas de la mañana, de manera separada a la visita a la redacción. Ferrer también declaró a Antena 3 que la policía no había presentado una orden judicial durante la visita a la redacción.

“Instamos a las autoridades españolas a garantizar la protección de las fuentes periodísticas, que es la piedra angular de la profesión”, declaró Carlos Martínez de la Serna, director de programa del CPJ, desde Nueva York. “La decisión de confiscar los aparatos y la documentación de los periodistas es un intento inaceptable por intimidarlos y limitar sus investigaciones sobre la corrupción”.

El País informó hoy que Diario de Mallorca y Europa Press interpondrán una queja conjunta contra la acción policial. Frente a la sede del Diario de Mallorca, ayer los periodistas realizaron una pequeña manifestación, llevando en alto sus móviles para exigirles a las autoridades el respeto a su secreto profesional, informó el Diario de Mallorca. Más de 650 periodistas de toda España suscribieron un escrito enviado al Consejo General del Poder Judicial, en el cual instaron al órgano a defender los derechos fundamentales de los periodistas contra el ataque “insólito e injustificado” a la libertad de prensa en Mallorca, informó Europa Press.

La policía española declaró que la investigación no es sobre la conducta de los dos medios de prensa ni de los periodistas, sino sobre el origen de la presunta filtración de información policial, informó Europa Press. La policía mallorquina declinó ofrecer una declaración sobre el caso cuando el CPJ se comunicó con su sede por vía telefónica.