New York, 29 de marzo de 2011–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus silgas en inglés) deplora el asesinato del fotógrafo mexicano Luis Emanuel Ruiz Carrillo el viernes e insta a las autoridades mexicanas a conducir una investigación exhaustiva sobre su homicidio.
Ruiz, de 21 años, fotógrafo del matutino La Prensa basado en Monclova, fue hallado muerto a balazos en Monterrey, estado de Nuevo León, en la a primeras horas del viernes, según entrevistas del CPJ e informes de prensa. El periodista había sido secuestrado la noche anterior junto con José Luis Cerda Meléndez, un presentador de programas de entretenimiento de Televisa-Monterrey, mientras los dos salían de los estudios del canal en un vehículo conducido por el primo de Cerda, Juan Gómez Meléndez. Según informes de prensa, hombres armados desconocidos obligaron a los tres a abandonar el vehículo y abordar una camioneta.
Ruiz, Cerda, y Gómez fueron hallados muertos en el sur de Monterrey, informó la prensa local. Informes de prensa indicaron que un mensaje haciendo referencia a un prominente cártel de droga apareció pintado en un muro cerca del cuerpo de Cerda. “Deja de colaborar con los Zetas”, decía el grafiti. (En un giro extraño, un individuo armado secuestró el cadáver de Cerda durante la investigación policial de la escena del crimen, informó la agencia española de noticias EFE).
Ruiz había viajado a Monterrey para hacer un informe sobre Cerda, un ex drogadicto y pandillero quien se había convertido en una celebridad local, dijo Jesús Medina, director editorial de La Prensa al CPJ. “Luis fue víctima incidental”, señaló Medina.
Ruiz, que contaba con sólo ocho meses de trabajo periodístico, asistía todavía la universidad y el año pasado había ganado un premio periodístico, Medina dijo al CPJ. “Tenía tanto por delante”, aseguró. “Tenía una cualidad personal y profesional que llamó la atención”.
“Lamentamos la muerte de nuestro colega Luis Ruiz Carrillo”, aseguró Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Las autoridades deben lanzar una investigación exhaustiva sobre este ataque brutal y trabajar para revertir el ciclo de impunidad en los asesinatos de periodistas”.
La violencia del narcotráfico ha convertido a México en uno de los países más peligrosos para la prensa, según una investigación del CPJ. Diez periodistas fueron asesinados en el país en 2010, al menos tres en represalia directa por su trabajo periodístico. El CPJ continúa investigando para determinar si las otras siete muertes estuvieron relacionadas con el trabajo de las víctimas.