Nueva York, 13 de julio de 2010—El reportero radial mexicano Marco Aurelio Martínez Tijerina fue secuestrado el viernes por desconocidos armados y encontrado muerto a balazos al día siguiente en la ciudad de Montemorelos, estado de Nuevo León, según informes de la prensa local. Las autoridades mexicanas deben investigar exhaustivamente este ataque y enjuiciar a todos los responsables, aseguró hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
Martínez, de 45 años, reportero de la estación de radio XEDD La Tremenda en Montemorelos, fue secuestrado en la tarde del viernes por atacantes desconocidos, según los informes de prensa. Los atacantes a bordo de tres vehículos interceptaron a Martínez mientras conducía en Montemorelos y lo forzaron a subir a su vehículo, indicó la organización de prensa Centro de Periodismo y Ética Pública, CEPET.
La policía local encontró su cuerpo golpeado el sábado junto a un camino rural cerca de la frontera norte de Nuevo León. El periodista recibió un solo impacto de bala en la cabeza, según Agence France-Presse.
Martínez informaba sobre diferentes temas locales, incluyendo el acontecer político, pero se mantenía alejado de la cobertura de temas peligrosos, como la crónica del crimen, según una reportera de La Tremenda quien solicitó que no se revelara su nombre por miedo a represalias. Martínez, un periodista con más de una década de experiencia, también trabajó como corresponsal de TV Azteca y W Radio.
“Estamos alarmados por el asesinato del periodista Marco Aurelio Martínez, una víctima más de esta ola de violencia que afecta a la prensa en México”, aseguró Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Solicitamos a las autoridades mexicanas que investiguen este crimen y que enjuicien a los responsables”.
Las autoridades locales no han identificado a sospechoso alguno, ni han informado sobre posibles móviles detrás del crimen. El CPJ sigue investigando para determinar si la muerte de Martínez está relacionada con su trabajo.
México es uno de los países más peligrosos para la prensa, según la investigación del CPJ. Más de 30 periodistas han sido asesinados y han desaparecido desde que el Presidente Felipe Calderón inició su mandato en 2006.