Nueva York, 10 de diciembre del 2007—El reportero mexicano Gerardo Israel García Pimentel fue asesinado el sábado al entrar al hotel en el que vivía en Uruapan, la segunda ciudad más grande en el estado de Michoacán. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está investigado los posibles vínculos entre la muerte de García y su trabajo como periodista.
El sábado en la tarde, individuos no identificados siguieron a García, quien se desplazaba en su motocicleta, según informes de la prensa local. García buscó refugio en el Hotel Ruán. Al entrar al hotel, dos pistoleros le dispararon a quemarropa por lo menos 20 veces, la policía indicó a periodistas locales el sábado en la noche. La policía agregó que unos 50 cartuchos, la mayoría de rifles semiautomáticos AR-15, habían sido encontrados en el lugar del crimen. La policía estatal de Michoacán aún no ha indicado cuáles podrían ser los motivos del asesinato. Llamados del CPJ a la oficina del Procurador Especial para crímenes contra los periodistas en Ciudad de México no fueron contestados inmediatamente.
García, de 28 años, había trabajado durante cinco años como reportero para La Opinión de Michoacán, el diario más grande de Uruapan. Cubría agricultura y en ocasiones informaba sobre crimen, colegas de García indicaron al CPJ. Reporteros de otros periódicos en Michoacán señalaron que García era un reportero discreto y poco propenso a investigar agresivamente temas sensibles o relacionados con el crimen organizado.
“Nos entristece la muerte de Gerardo Israel García Pimentel”, declaró el Director Ejecutivo del CPJ, Joel Simon. “Instamos a las autoridades a investigar su asesinato de manera pronta y exhaustiva y a llevar a todos los responsables ante la justicia. Los periodistas de Michoacán se encuentran gravemente amenazados—las autoridades deben redoblar sus esfuerzos y otorgar la protección necesaria para que los periodistas puedan continuar trabajando sin temor a represalias”.
El tráfico de drogas y el crimen organizado han convertido a México en uno de los lugares más peligrosos para periodistas en América Latina, según las investigaciones del CPJ. Desde que la guerra entre poderosos carteles de la droga se intensificó hace más de dos años, los reporteros que cubren estos temas han sido víctimas de amenazas y asesinatos.
Este mes en Michoacán, dos jefes de la policía han sido asesinados, al igual que Sergio Gómez, cantante del grupo musical conocido en todo el país como K-Paz de la Sierra. En total, se han registrado 339 muertes violentas en el estado solamente este año, según un informe del diario La Jornada. Michoacán es un estado con mucha importancia para los carteles del Golfo y de Sinaloa, los cuales luchan constantemente por el control de las rutas de transporte de droga desde Sudamérica hacia los Estados Unidos. Según “Un Nuevo Frente en México”, un informe especial del CPJ publicado en noviembre, periodistas han muerto, desaparecido, o han sido brutalmente golpeados en Michoacán por la cobertura sobre el narcotráfico de drogas y la violencia vinculada al crimen organizado.