Nueva York, 4 de abril del 2006—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está sumamente preocupado por las acusaciones de una organización poco conocida que busca vincular al periodista colombiano Hollman Morris con un grupo guerrillero. Dichas acusaciones, desmentidas por Morris, aparecen en un video que circuló recientemente y podría poner en peligro la vida del periodista.
Hace dos semanas, Morris recibió un video describiendo las actividades ilegales del grupo guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según indicó al CPJ. El video describe a Morris y a varios políticos como partidarios de las FARC.
En un artículo publicado el domingo en el semanario El Espectador, Morris señaló que un nuevo grupo, conocido como “Frente Social por la Paz,” se ha responsabilizado por el video. El grupo se autodefine como una organización no-gubernamental, aunque Morris y otras fuentes del CPJ creen que pueda tener lazos con el paramilitarismo.
Según Morris, el video fue distribuido en el departamento de Córdoba antes de llegar a una organización no-gubernamental local que lo entregó al periodisra. El viernes, Morris llevó una copia a la Fiscalía y pidió que se investigue su origen.
Morris, periodista independiente y productor del programa de noticias semanal “Contravía” que aparece en la estación de televisión Canal Uno, es conocido por sus informes investigativos sobre el conflicto armado en Colombia. Ha sido amenazado y acosado.
En mayo del 2005, Morris y otros dos reconocidos periodistas colombianos recibieron coronas fúnebres junto con notas expresando “sinceras condolencias”. Morris también ha recibido llamadas telefónicas amenazándolo de muerte. La investigación de la Fiscalía no ha reportado progresos.
Al mes siguiente, mientras Morris trabajaba en un documental para la BBC, el presidente colombiano Àlvaro Uribe lo acusó de tener vínculos con las FARC en una entrevista con W Radio. Más tarde, Uribe emitió un comunicado retractándose.
Tras las amenazas contra Morris, el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) otorgó al periodista una escolta permanente, un chaleco antibalas y un carro blindado.
Supuestos vínculos con las guerrillas, las fuerzas de seguridad o los grupos paramilitares pueden poner en riesgo a los periodistas colombianos. Según investigaciones del CPJ, periodistas han sido amenazados, atacados y asesinados por causa de aparentes lazos con algún actor armado del conflicto colombiano.
Las nuevas acusaciones contra Morris también podrían ser utilizadas para desacreditar sus informes sobre derechos humanos.
Lea el informe especial del CPJ sobre la violencia y la autocensura en Colombia.
Lea las recientes declaraciones de Uribe apoyando a los periodistas colombianos.