Fotógrafo asesinado a tiros afuera de su casa

Nueva York, 10 de marzo del 2006—El fotógrafo mexicano Jaime Arturo Olvera Bravo fue asesinado a tiros afuera de su casa en el municipio de La Piedad, en el estado central de Michoacán. El fiscal especial para investigar delitos contra periodistas ha iniciado una averiguación preliminar y colaborará con las autoridades estatales para establecer si el crimen tuvo relación con el trabajo de Olvera. El Comité para la Protección de los Periodsitas (CPJ, por sus siglas en inglés) también está investigando el asesinato.

Olvera, un fotógrafo independiente y ex corresponsal del diario de Morelia La Voz de Michoacán, salió de su casa a las 8 de mañana junto a su hijo de 5 años. Mientras esperaban en una parada del servicio de transporte público, un desconocido se acercó y le disparó a quemarropa, según informes de la prensa. Una bala impactó en el cuello y Olvera murió en el lugar. Su hijo resultó ileso.

Olvera trabajó para La Voz de Michoacán hasta abril del 2002 cuando renunció para ser vendedor de una empresa de embutidos, informó el diario. Pero Olvera continuó trabajando en forma independiente, proporcionando fotografías e información a medios locales, señaló El Universal.

El nuevo fiscal especial, encargado de investigar delitos contra periodistas, ha iniciado una investigación preliminar a través del delegado en Michoacán para indagar estos casos, un vocero señaló hoy al CPJ. La fiscalía especial, cuyo titular es David Vega, aseguró que solo tomará el caso si existiera evidencia que el asesinato de Olvera está relacionado con su trabajo periodístico.

El Presidente Vicente Fox designó a Vega, un conocido abogado y experto en derechos humanos, el 22 de febrero en respuesta a una ola de violencia contra la prensa relacionada con el narcotráfico. El presidente mexicano había asumido el compromiso de crear la fiscalía tras reunirse con el CPJ el año pasado en Nueva York.

Cuatro periodistas mexicanos han caído en cumplimiento de su labor informativa en los últimos cinco años, según las investigaciones del CPJ. El CPJ sigue investigando los casos de otros cinco periodistas cuya muerte pueda estar relacionada con la profesión periodística. Otro periodista –Alfredo Jiménez Mota, reportero del diario de Hermosillo El Imparcial–, está desaparecido desde el 2 de abril del 2005.

En dos informes especiales el mes pasado, el CPJ analizó el alcance de la violencia y el daño que genera en el libro flujo de información. La investigación del CPJ demuestra que las represalias violentas contra la prensa mexicana han generado una autocensura generalizada. Para leer el análisis del CPJ: http://www.cpj.org/attacks05/lang/AtaquesPrensa2005.pdf

También el mes pasado, el CPJ examinó los efectos de la creciente violencia contra medios y periodistas en una ciudad de frontera en un informe especial titulado “Terror en la Frontera”. Tras una serie de entrevistas con periodistas en la ciudad de Nuevo Laredo, asolada por la violencia y el crimen, el CPJ indicó que los ataques e intimidación han devastado a los medios locales y censurado cualquier tipo de trabajo periodístico investigativo acerca del crimen, la corrupción y el narcotráfico. Para leer el informe del CPJ.
http://www.cpj.org/Briefings/2006/nuevo_laredo_sp/nuevo_laredo_sp.html