Nueva York, 23 de enero del 2006—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) está alarmado por las amenazas contra el periodista Diro César González tras haber informado sobre la investigación de un asesinato en el departamento nororiental de Santander y sobre la detención de un combatiente paramilitar en relación con dicho crimen. El periodista señaló al CPJ que tuvo que huir a Bogotá con su familia y se vio forzado a suspender la publicación del semanario que dirige.
El mates pasado, dos hombres armados en una motocicleta llegaron a la residencia de González en Barrancabermeja y indicaron a su esposa, Tatiana Sánchez, que habían recibido la orden de asesinar al periodista, González indicó al CPJ. Agregó que su esposa reconoció a uno de los hombres como José del Carmen Arévalo Quintero, un combatiente paramilitar que había sido liberado ese día después de estar detenido por dos semanas en relación al asesinato.
La casa de González es al mismo tiempo la oficina para La Tarde, un semanario que se publica hace cinco años y que ha publicado reportajes investigativos sobre corrupción, orden público y actividades paramilitares en Santander. En un artículo del 26 de diciembre se publicó una investigación sobre el asesinato de una joven en Barrancabermeja, artículo acompañado por fotografías de la víctima y del combatiente paramilitar.
González sostuvo que ha sido amenazado previamente. El 20 de diciembre, dos hombres con la cara cubierta indicaron a Sánchez que el nombre de su esposo encabezaba una “lista negra” en la cual se incluyen periodistas que podrían ser víctima de asesinatos, González le dijo al CPJ. Dos de los periodistas nombrados en esta “lista negra” han huído de Santander recientemente, tras haber recibido amenazas de muerte similares, según la investigación del CPJ.
“Estoy triste y angustiado”, afirmó González. “Es muy difícil trabajar como periodista en un lugar donde los paramilitares controlan todo y quieren erradicar a los medios de comunicación”.
González dijo haber presentado una denuncia oficial ante las autoridades. El y su esposa partieron para Bogotá el miércoles pasado con ayuda de las autoridades locales, del Ministerio del Interior y de la Fundación para la libertad de prensa (FLIP). La publicación de La Tarde se ha suspendido indefinidamente.
“Es vergonzoso que los actores armados en Santander crean que pueden efectuar amenazas de muerte abierta e impunemente. Instamos a las autoridades a tomar en serio estas amenazas y a llevar a los responsables ante la justicia”, señaló la Directora Ejecutiva del CPJ Ann Cooper. “Estamos sumamente alarmados por esta serie de intimidaciones tan cerca de las elecciones de mayo del 2006 para las cuales será crucial el acceso a información independiente”.
En un reportaje especial publicado en octubre y titulado “Historias no contadas”, el CPJ encontró que editores, reporteros y otros profesionales de los medios de comunicación se autocensuran por miedo a las represalias de los actores del conflicto armado, así como el acoso por parte de los funcionarios del gobierno y del ejército colombiano. Dichos ataques han forzado a la prensa a limitar fuertemente el cubrimiento del conflicto armado, en especial en temas relacionados con los abusos a los derechos humanos, crimen organizado, tráfico de drogas y corrupción.
El CPJ es una organización independiente sin ánimo de lucro radicada en Nueva York, y se dedica a defender la libertad de prensa en todas partes del mundo.