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Nueva York, 8 de agosto del 2000 – En el más reciente de una serie de ataques a la prensa en Panamá, la policía esta mañana rodeó la casa de Gustavo Gorriti, director asociado del diario de Ciudad de Panamá La Prensa, y las de dos de sus colegas, los reporteros Rolando Rodríguez y Mónica Palm.
La policía había sido despachada para obligar a los tres periodistas a declarar en una demanda por difamación criminal presentada contra ellos por el procurador general José Antonio Sossa. La demanda está basada en la cobertura por parte del diario en 1999 de supuestos vínculos entre Sossa y dos narcotraficantes estadounidenses convictos. (Haga click aquí para leer sobre el alerta del CPJ sobre este caso.)
(La directora de la sección financiera de La Prensa, Miren Gutiérrez, también es acusada en el caso, pero la policía no pudo ubicar su hogar hoy, según el director ejecutivo Jorge Giannareas.)
Sossa presentó la demanda bajo el Artículo 175 del Código Penal de Panamá, según el cual quien ofenda mediante la prensa la buena reputación de un individuo puede ser condenado a entre 18 y 24 meses de cárcel.
Evidente conflicto de interés
A pesar de un evidente conflicto de interés, el caso fue remitido al mismo Sossa, quien delegó la investigación preliminar al fiscal local Armando Fuentes.
El 1 de agosto, Fuentes emitió una orden para que la policía obligue a los cuatro periodistas a declarar en la investigación preliminar del caso. Fuentes, según la prensa local, dijo que los periodistas ignoraron cinco citaciones anteriores para comparecer. (El abogado de los cuatro periodistas, Alejandro Watson, sostiene que los periodistas no estaban obligados a comparecer debido a fallas de procedimiento en las citaciones.)
Luego de que Gorriti y sus colegas se enteraron de que podrían ser arrestados, Watson introdujo un recurso preventivo de hábeas corpus ayer ante el Segundo Tribunal Superior de Justicia. Para esta mañana el tribunal aún no se había pronunciado en torno al recurso, cuando llegaron los policías a las casas de Gorriti, Rodríguez y Palm.
El director ejecutivo de La Prensa dijo al CPJ que la policía se retiró tras hablar con la oficina de Fuentes. Gorriti, Rodríguez, Palm y Gutiérrez comparecieron voluntariamente esta tarde en la oficina del fiscal.
El arresto como “Placa de Honor”
Gorriti recientemente regresó a Panamá tras una breve estadía en su país natal, Perú, donde trabajó para la campaña del candidato presidencial opositor Alejandro Toledo. En conversación telefónica con el CPJ, dijo: “Acabo de regresar de tres meses de enfrentamiento con una dictadura en Perú, a un país … donde un procurador general que ha sido consistentemente investigado por periodistas por corrupción y abuso de autoridad está… usando toda la maquinaria judicial para garantizar que ningún periodista que se atreva a investigarlo quede impune. Ser arrestado por órdenes de semejante individuo es una placa de honor para mí y mis colegas periodistas”.