Dos condenados por el asesinato de un periodista en Costa Rica


Nueva York, 20 de diciembre del 2007—
Dos hombres fueron sentenciados ayer a 35 años de cárcel por el asesinato del periodista costarricense Parmenio Medina, un popular presentador de radio asesinado a balazos afuera de su casa en julio del 2001. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) saluda esta condena como un importante paso adelante en la lucha contra la impunidad.

Una corte de San José, capital de Costa Rica, sentenció al empresario Omar Chaves por haber ordenado el asesinato de Medina, y al pistolero Luis Alberto Aguirre Jaime por haberlo llevado a cabo. El Padre Mínor de Jesús Calvo Aguilar, el otro supuesto autor intelectual, fue absuelto de asesinato pero condenado por fraude y sentenciado a 15 años en prisión. Chaves recibió una condena adicional de 12 años por fraude. Otros seis sospechosos, acusados de ser intermediarios en el crimen, fueron absueltos.

“Las condenas de Chaves y Aguirre por el asesinato de nuestro colega Parmenio Medina son alentadoras”, declaró el Director Ejecutivo del CPJ, Joel Simon. “Otros gobiernos latinoamericanos deberían seguir el ejemplo de estos procesamientos para poner fin a la impunidad en los asesinatos de periodistas”.

El juicio de dos años fue el más largo en la historia de Costa Rica. Cientos de testigos fueron llamados a declarar. Algunos testigos clave y el fiscal fueron amenazados durante el proceso, informó la prensa local. Los abogados de la defensa de los dos sentenciados apelarán la condena.

Medina era productor y conductor del programa semanal de radio “La Patada” en radio Monumental. Cerca de las 4:30 p.m. del 7 de julio del 2001, sus atacantes le dispararon tres veces a quemarropa con un arma calibre 38. Medina fue herido una vez en la espalda y dos en la cabeza. El ataque ocurrió fuera de la casa del periodista en el pueblo de Santa Domingo de Heredia, unos 10 kilómetros al noroeste de San José. Medina fue declarado muerto poco después de su ingreso a un hospital.

Las frecuentes críticas de Medina sobre corrupción oficial le valieron numerosas amenazas, que al final determinaron su muerte. Sus acusaciones sobre irregularidades financieras en la estación católica Radio María, terminaron en su clausura y en la investigación de su fundador, el padre Calvo. Chaves era uno de los principales financistas de la radio. Los otros seis sospechosos en el caso fueron supuestos intermediarios entre los autores intelectuales y el asesino.

En el primer aniversario de la muerte de Medina, el CPJ publicó un informe especial sobre el caso titulado “El Silencio”. Según la investigación del CPJ, durante la última década, solamente el 15 por ciento de agresores han sido enjuiciados en los casos de periodistas caídos en represalia por su trabajo en todo el mundo.