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La cambiante agenda informativa de Cuba

En el Teatro Argos de La Habana, Yenys Laura Prieto Velazco compró una entrada para Diez Millones, una popular obra de teatro sobre una familia cubana desgarrada por el fanatismo ideológico de la Revolución Cubana y por la salida del padre a Estados Unidos por el Mariel, en 1980.

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Prieto, de 27 años, es poeta, escritora freelance y una de las presentadoras de “Buenos Días”, una revista informativa televisiva del canal estatal Televisión Cubana. Aunque ella se especializa en periodismo cultural, Prieto explicó que no se molestó en proponer un reportaje sobre Diez Millones para su programa. Afirmó que el mismo título de la obra de teatro, incomodaría a sus editores. El título se refiere a una desastrosa campaña emprendida entre 1964 y 1970 por el gobierno de Fidel Castro para movilizar a toda la población con el objetivo de alcanzar una zafra de 10 millones de toneladas de azúcar.

Sentada en un banco en la parte de afuera del teatro, junto a la Plaza de la Revolución, donde enormes multitudes se congregan para escuchar discursos de los dirigentes del gobierno comunista, Prieto afirmó: “Uno sabe cuáles reportajes serán aceptados y cuáles no”.

¿Y entonces por qué Prieto gasta su propio dinero para adquirir una entrada y lleva consigo un bolígrafo y una libreta? Resulta que ahora ella tiene muchas opciones para analizar los méritos de la obra de teatro gracias al auge en los medios independientes cubanos. Ella sostuvo que pensaba proponerle una reseña crítica de Diez Millones a uno de los muchos sitios web de noticias que se han creado en los últimos diez años y que ofrecen dinámicas alternativas a los canales de TV, radioemisoras y periódicos estatales censurados que, aparte de las publicaciones de la Iglesia Católica, habían sido los únicos medios de prensa locales y nacionales disponibles en Cuba desde que Fidel Castro asumió el poder en 1959.

Estos medios digitales van desde 14ymedio, el primer sitio web de noticias con sede en Cuba, cofundado por la bloguera disidente Yoani Sánchez, hasta La Joven Cuba, que publica noticias y blogs que son críticos del Estado cubano pero que al mismo tiempo lo siguen apoyando. Además, una gran cantidad de blogueros que ahora firman con sus propios nombres en lugar de con seudónimos publican con regularidad sus pensamientos en la web, mientras jóvenes emprendedores con dificultades están publicando revistas digitales de deportes, moda y entretenimiento.

Muchos de estos periodistas se han tomado a pecho las palabras pronunciadas por el presidente Raúl Castro en diciembre de 2010, cuando declaró que los cubanos deberían criticar más al gobierno. El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana en diciembre de 2014 también dificulta que el gobierno de Castro justifique la censura de la prensa como necesaria para proteger al país de la agresión estadounidense, declaró Harold Cárdenas Lema, quien fundó La Joven Cuba junto con otros profesores de la Universidad de Matanzas.

Cubanos utilizan un punto de acceso Wi-Fi en una plaza de La Habana. El acceso a la Internet cuesta 2 dólares la hora. (Reuters/Iván Alvarado)
Cubanos utilizan un punto de acceso Wi-Fi en una plaza de La Habana. El acceso a la Internet cuesta 2 dólares la hora. (Reuters/Iván Alvarado)

Ahora, los periodistas independientes están ahondando en cuestiones que durante mucho tiempo fueron tratadas superficialmente o ignoradas por la prensa oficial. En ocasiones, los blogs y artículos critican directamente las políticas y a integrantes del gobierno cubano. Sus primicias, a su vez, a veces impulsan a las fuentes oficiales, como los periódicos Granma y Juventud Rebelde, a darles seguimiento con otros artículos, expresó Ted Henken, ex presidente de la organización de investigación sin fines de lucro Asociación para el Estudio de la Economía Cubana.

“Cuando los medios independientes cubren una noticia, al otro día los medios oficiales se ven obligados a tratar esas cuestiones porque todo el mundo ya está hablando de ellas”, agregó Henken, quien es profesor asociado de sociología y estudios latinoamericanos en Baruch College en Nueva York.

Por ejemplo, cuando 14ymedio dio la primicia el año pasado sobre la muerte de un activista transexual en la occidental ciudad de Pinar del Río, los medios estatales publicaron artículos de seguimiento que motivaron a la hija de Castro, Mariela, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, a denunciar el homicidio como crimen de odio.

Los cambios en los medios representan una relajación sin precedentes de las restricciones sobre la prensa, periodistas y blogueros cubanos declararon al CPJ. En lugar de abandonar Cuba, ahora muchos de ellos se están quedando para explorar estas nuevas posibilidades, expresó Lázaro González, bloguero y documentalista de 25 años. Profesores de Periodismo de la Universidad de La Habana –la universidad más prestigiosa del país– elogian el periodismo fiscalizador en contraste con el tipo de periodismo revolucionario dirigido a preservar los valores socialistas y defender el gobierno de Castro, afirmó González, quien estudió en ese centro académico.

Pocos cubanos de la isla leen el contenido digital. El acceso a Internet de banda ancha no está disponible en la mayoría de los hogares cubanos. Existen unos 330 cafés de Internet en Cuba y decenas de puntos de Wi-Fi de acceso público. Pero las tarifas, generalmente 2 dólares la hora, son exorbitantes en un país donde la mayoría de los empleados formales trabajan para el Estado y ganan aproximadamente 30 dólares al mes.

Los datos de analítico del sitio web OnCuba muestran que la mayoría de los lectores del sitio de noticias independiente vienen de la diáspora cubana asentada en Estados Unidos y Europa, sostuvo José Jasán Nieves, el editor asociado del sitio web. Sin embargo, él y otros periodistas y académicos sostienen que estas noticias si se filtran poco a poco a los lectores de Cuba. Ellos señalan que muchos trabajadores estatales tienen acceso a la Internet en la oficina y leen sitios de noticias que critican al gobierno. El uso de teléfonos móviles también es popular –la Unión Internacional de Telecomunicaciones organismo de las Naciones Unidas, estima que 3,3 millones de cubanos tienen teléfonos móviles–, lo cual les otorga a los ciudadanos acceso a correo electrónico (aunque no a la Internet) por medio de la señal de celular estándar proporcionada por ETECSA, el monopolio estatal de las telecomunicaciones, y la capacidad de leer populares artículos que se difunden mediante cadenas de correos.

Otra opción sin conexión a la Internet es “El Paquete”, una colección semanal de programas de televisión, películas y artículos de medios internacionales y de la prensa independiente cubana que son descargados de la Internet y vendidos a los cubanos en memorias USB y en DVD por un dólar. Se estima que la mitad de la población cubana obtiene acceso a contenido mediante El Paquete, que funciona mediante una red de aproximadamente 45,000 personas, según un artículo publicado en la revista The Nation por Sujatha Fernandes, profesora de Sociología de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.

Pero a pesar de todos los cambios en los márgenes del periodismo cubano, el statu quo continúa firmemente vigente, y los blogueros, periodistas y editores siguen enfrentando importantes restricciones y el acoso gubernamental.

Los usuarios de la Internet en Cuban tienen bloqueado el acceso a los sitios de noticias independientes más críticos, tales como 14ymedio. El temor a sufrir actos similares o a ser arrestados lleva a muchos periodistas independientes a autocensurarse, según los periodistas entrevistados por el CPJ. El gobierno bloqueó el acceso a 14ymedio unas horas después de su lanzamiento, en mayo de 2014, y ha hecho lo mismo con el sitio de Miami CubaNet y con otros sitios de noticias críticos.

El Ministerio de Comunicaciones no respondió a la solicitud del CPJ para que declarara sobre el acoso, las detenciones arbitrarias, la vigilancia y las restricciones que los periodistas cubanos afirman ser objeto.

Fuera de los emprendimientos periodísticos digitales, los medios tradicionales continúan estancados. Todas las radioemisoras y los canales de TV continúan bajo el control gubernamental y funcionan como instrumentos de propaganda, mientras que la circulación de periódicos y revistas impresos independientes, con la excepción de las publicaciones de la Iglesia Católica, continúa siendo ilegal. O, como Sánchez declaró al diario The New York Times en 2014: “En Cuba, las imprentas están más protegidas que las bases militares”.

Blanco Betancourt, la reportera del diario estatal Vanguardia, declaró al CPJ que ella cree que los medios oficiales cubanos –tanto los nacionales como los provinciales– tienen “una enorme deuda con el pueblo cubano”. Blanco Betancourt, quien cubre temas económicos y agrícolas, sostiene que la agenda mediática está distante de la sociedad. “Parte de la responsabilidad descansa en nosotros, los periodistas, que nos acostumbramos a informar sobre instituciones en lugar de adentrarnos en las necesidades y problemas del pueblo cubano”, afirmó. Blanco Betancourt agregó que los directores de los medios estatales también son responsables porque “no han sido capaces de interpretar o manejar el llamado de los dirigentes de la Revolución Cubana, quienes han dicho claramente que la prensa oficial necesita acercarse a la gente, informar sobre sus problemas, dejar atrás los formalismos y no temer las críticas”.

Cuba ha estado sometida al escrutinio internacional durante tanto tiempo que los “funcionarios sienten que pueden ocultar información porque es una amenaza a la seguridad nacional o puede ser utilizada por los enemigos de la Revolución”, señaló. La reportera de Vanguardia agregó que tener acceso a la información “ayudará a los periodistas a poner al descubierto la corrupción o la mala gestión de los servicios públicos”.

Parte del problema es la manera como se ejerce el periodismo en Cuba, indicó Blanco Betancourt, y añadió que Vanguardia apenas critica las políticas gubernamentales. “No existe la suficiente confianza en los periodistas como para hacer ese tipo de crítica”. La periodista admitió que debería haber “espacio” para incorporar las opiniones críticas. “Los medios oficiales han tenido el hábito de cuidar y proteger la reputación de los dirigentes del Partido Comunista en lugar de criticarlos”, expresó. “Si continuamos siendo complacientes tratando de evitar un escándalo, nos volveremos incluso más distantes del público al que necesitamos informar”.

José Ramón Vidal, profesor de Comunicación de la Universidad de La Habana y exdirector del diario estatal Juventud Rebelde, expresó una opinión similar en una entrevista con una revista mexicana. “Esa crítica periodística se queda en la superficie y crea falsas conclusiones, falsas generalizaciones, que no van a la médula del problema”, declaró Vidal en una entrevista publicada en Razón y Palabra. Vidal, quien propuso convertir las radioemisoras estatales en radioemisoras comunitarias, sostuvo que el “modelo centrado en la propaganda está en crisis y debe dejarse atrás. La gente no lo atiende; está agotado”.

La lucha por la supervivencia

Mucho más que los atribulados medios de prensa de Estados Unidos o de Europa, los nuevos emprendimientos de medios de Cuba están inmersos en una dura lucha por la supervivencia. Aunque algunos reciben donaciones, subvenciones y publicidad de entidades extranjeras, hay poca publicidad privada dentro de Cuba. Dado que este ámbito no está regulado y es informal, nadie conoce las reglas. Elaine Díaz Rodríguez afirmó que por esa razón, para estar segura, ella menciona todos los donantes de Periodismo de Barrio en su sitio web.

El sitio web 14ymedio, el primer diario independiente con sede en Cuba. Una serie de sitios de noticias han sido lanzados en años recientes. (AFP/Panta Astiazaran)
El sitio web 14ymedio, el primer diario independiente con sede en Cuba. Una serie de sitios de noticias han sido lanzados en años recientes. (AFP/Panta Astiazaran)

Luego, viene el vacío legal de Cuba. La mayoría de los nuevos medios digitales no están ni prohibidos ni son oficialmente reconocidos, con lo cual es imposible abrir cuentas bancarias o estructurar contratos legales en nombre de estos nuevos medios.

Algunos de los blogueros entrevistados por el CPJ afirmaron que preferirían que el gobierno estableciera nuevas regulaciones o una nueva ley de medios que incluyera las publicaciones digitales. De esta manera, ellos conocerían los límites y ya no sentirían temor ante la amenaza de que les cierren los sitios web, que los ha llevado a autocensurarse. Otros sostuvieron que preferían el vacío en las regulaciones, pues ello les permite asumir mayores riesgos en la cobertura informativa al no estar las publicaciones digitales explícitamente prohibidas. Algunos de los blogueros más nuevos declararon al CPJ que temían que una ley de prensa que abarcara las publicaciones digitales podría desembocar en un aumento de las restricciones.

“Se está abriendo espacio. Las cosas se están moviendo y el statu quo se está resquebrajando”, Miriam Celaya, una de las fundadoras de 14ymedio, explicó al CPJ. “Pero Cuba no ha cambiado tanto como nos gustaría”.

Para investigar más a fondo el estado del periodismo y la libre expresión en Cuba, el CPJ entrevistó a blogueros independientes, reporteros, editores y directores de revistas digitales.

Blogueros

Carlos Alberto Pérez, ex estudiante de periodismo de la Universidad de La Habana, quedó pasmado en 2014 cuando descubrió que las claves de las respuestas de los exámenes de historia, matemática y español para ingresar a su alma mater se vendían en la calle. Por una suma de entre 150 y 300 dólares, los graduados de escuela secundaria que aspiraban a conseguir una codiciada plaza en la mejor universidad del país, en esencia podían pagar para ingresar.

En esa época, Pérez era un editor de Tino, una revista de computación y tecnología, pero él también había comenzado un blog llamado La Chiringa de Cuba. Una chiringa es un papalote casero y Pérez explicó que había adoptado el nombre porque quería colocar sus ideas y reportajes en el aire para que todo el mundo pudiera verlos. Pérez afirmó que aunque el sistema educativo cubano es presentado como uno de los triunfos de la Revolución, él decidió investigar la historia.

Antes de publicar algo, Pérez, quien apoya a la Revolución, aseveró que trató de informar al Ministerio de Educación. Pero, explicó, los funcionarios ignoraron sus intentos de advertirles sobre el posible fraude y los exámenes de ingreso siguieron adelante. Luego de no recibir respuesta de las autoridades, Pérez publicó una copia de una de las claves de respuestas en su blog. Fue una primicia que fue retomada por otros blogueros y medios cubanos y que finalmente provocó una reacción del gobierno. Funcionarios del Ministerio de Educación admitieron el problema en una declaración oficial, anunciaron la repetición de los exámenes y comenzaron una investigación que llevó al arresto de ocho personas.

“La mitad de Cuba tenía las respuestas. No era correcto”, declaró Pérez, de 34 años, mientras se sentaba en el banco de un parque en la histórica Habana Vieja. “Eso fue lo que me motivó: la injusticia, la corrupción. Y Raúl Castro dijo que debíamos denunciar la corrupción a cualquier precio”.

Elizabeth Pérez, la editora de medios sociales de OnCuba, trabaja en la redacción del sitio de noticias en La Habana. (Tomada a nombre del CPJ)
Elizabeth Pérez, la editora de medios sociales de OnCuba, trabaja en la redacción del sitio de noticias en La Habana. (Tomada a nombre del CPJ)

Pérez y La Chiringa de Cuba son ejemplos tanto de la promesa como de los peligros de la blogosfera cubana, que surgió en 2007 cuando se abrieron los primeros blogs con el empleo de seudónimos y Sánchez lanzó su influyente blog Generación Y. Sánchez, de 40 años, y su esposo, Reinaldo Escobar, un periodista que había sido despedido de Juventud Rebelde en 1988 por un artículo que criticaba a la Revolución de Castro, suministró otro impulso al operar una academia de blogueros para periodistas ciudadanos. En talleres gratuitos ofrecidos en su apartamento de La Habana, Escobar impartió clases de periodismo; Sánchez se centró en la tecnología y la Internet; Miriam Celaya enseñó ética, leyes y cultura, mientras que otros voluntarios enseñaron fotografía.

“Fue una experiencia muy rica”, expresó Celaya. “Teníamos la sensación de que íbamos a escribir y a hacer grandes cosas”.

Muchos de estos pioneros digitales continúan siendo críticos sin reservas del gobierno. Escobar describió esta postura como un contrapeso necesario al periodismo oficial, que según él canta las glorias de la Revolución mientras pasa por alto sus problemas.

“Si tratamos de ser equilibrados, de reflejar lo malo y lo bueno, no estaríamos cumpliendo con nuestro deber de equilibrar el periodismo nacional”, Escobar declaró al periódico en idioma inglés Havana Times en una entrevista de 2013. “… El periodismo oficial edulcora la realidad y el alternativo la denuncia”.

Sin embargo, muchos de los nuevos blogueros se han alejado de esta postura hipercrítica. En la actualidad, unos 3,000 blogs tienen sede en Cuba y en comunidades cubanas de otras partes del mundo, Elaine Díaz Rodríguez, la fundadora de Periodismo de Barrio, escribió en la publicación Nieman Reports. Estos nuevos blogs comprenden una variedad de estilos y tonos. Entre los temas que tratan se encuentran la jardinería, la gastronomía y el sexo. Algunos de los blogueros que se centran en la política expresaron al CPJ que tratan de lograr la delicada tarea de analizar y criticar las políticas gubernamentales sin provocar la ira del gobierno.

La reacción oficial puede adoptar muchas formas. Los sitios de noticias y blogs considerados contrarrevolucionarios son bloqueados en la isla y varios periodistas y blogueros entrevistados por el CPJ indicaron haber sido objeto de vigilancia. El CPJ no pudo verificar de manera independiente las afirmaciones.

Miriam Leiva, ex diplomática, periodista independiente y una de las fundadoras del grupo disidente Damas de Blanco, sostuvo que es objeto de constante vigilancia en Cuba y cree que agentes del gobierno a veces la siguen cuando viaja al extranjero. En una entrada publicada en marzo, Leiva advirtió que la mayor preocupación del gobierno cubano “es mantener estricto control sobre la sociedad con métodos sutiles que no perjudiquen la imagen internacional que Raúl Castro ha sido capaz de crear”.

Leiva precisó que si bien la vigilancia no está al nivel de hace cinco años, todavía la vigilan y la siguen. La periodista afirmó: “He notado que personas me siguen. Sé que uno de ellos es un vecino que vive cerca. Creo que actúa de informante para funcionarios cubanos”. Leiva señaló que su blog no había sido atacado por troles virtuales y hasta el momento no le han impedido cubrir acontecimientos. Pero cuando se reúne con otros periodistas o personas que son considerados disidentes, a veces nota a personas que la siguen. “Las caras ya se han vuelto familiares y ellos quieren que yo los vea”, declaró. “Es una manera de decirme que ellos saben adónde voy y que soy objeto de vigilancia. Están tratando de intimidarme”.

Otro método de represalia consiste en breves detenciones, que con frecuencia duran horas o días. Así lo alega Roberto de Jesús Guerra Pérez, un disidente convertido en periodista que fundó el sitio web de noticias Hablemos Press en 2009. Según el periodista, en lo que va de año, 30 reporteros de Hablemos Press, que tiene una actitud crítica frente a las políticas de las autoridades respecto a la prensa, han sido detenidos durante breves períodos por agentes del gobierno. Guerra expresó que los arrestos duraron entre tres y 72 horas y que durante ese tiempo, los periodistas recibieron amenazas y en algunos casos golpizas. Guerra no especificó si las autoridades interrogaron a los periodistas sobre su trabajo, pero afirmó que a algunos les indicaron que sus hijos perderían la carrera universitaria si continuaban criticando al gobierno.

El Ministerio de Comunicaciones no respondió a la solicitud del CPJ para comentar al respecto.

Para evitar tales problemas, Alejandro Rodríguez, bloguero de Camagüey de 29 años de edad, explicó que emplea la sátira y la ironía para discutir cuestiones tales como el deterioro del sistema estatal de salud pública. El bloguero señaló que a veces aborda pequeñas injusticias, como por ejemplo la aceptación de sobornos por parte de burócratas anónimos, pero evita abordar denuncias sobre corrupción gubernamental sistémica.

Sin embargo, hasta una crítica leve puede causar enojo. La Joven Cuba, que publica una colección de blogs de opinión, exige reformas y con frecuencia critica al Partido Comunista, a la burocracia gubernamental y a la prensa oficial. En 2012, su sitio web fue bloqueado sin explicación alguna por la administración de la estatal Universidad de Matanzas. El sitio volvió a aparecer al año siguiente luego de que el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien apoya una mayor apertura, se reunió con los fundadores del blog en la universidad y les preguntó qué necesitaban para volver a salir en la Web, informó The New York Times.

“Tienes que aprender a elegir tus batallas, pero no creo que existan temas tabú”, explicó al CPJ Cárdenas, uno de los fundadores de La Joven Cuba.

Inclusive cuando los blogueros y periodistas eligen cuidadosamente sus temas y objetivos, a veces terminan como víctimas, como Pérez descubrió con La Chiringa de Cuba. “Pensé que si iba a hacer un blog, por qué no hacer algo diferente, algo polémico que genere debate”, agregó Pérez. “Pero no soy un disidente. La idea es tener una voz disidente dentro de la Revolución”.

Pérez siguió su denuncia sobre el fraude en los exámenes de ingreso con artículos exclusivos sobre planes gubernamentales para expandir el acceso de Internet de banda ancha a la sociedad y para comenzar a vender acceso a la Internet desde el hogar. Pérez indicó que sus notas generaron un interés masivo entre los cubanos, quienes se quejan constantemente de la falta de conectividad.

Pero los editores de Pérez en la gubernamental revista Tino mostraron menos entusiasmo. Pérez afirmó que cuando lo despidieron el año pasado, los editores le señalaron que se sentían incómodos con su blog. Cuando el CPJ se comunicó con Tino para que ofreciera una declaración, por la dirección de correo electrónico que aparece en su sitio web, el mensaje rebotó con un aviso de que no se podía entregar.

En la actualidad Pérez trabaja de guía de turismo gubernamental y acompaña a los turistas en sus recorridos por la Habana Vieja y otras partes de la ciudad. Pero ya no cuenta con una oficina ni con acceso regular a la Internet, factor clave para investigar temas para La Chiringa de Cuba e interactuar con sus lectores. En marzo dejó de bloguear.

“Para hacer un blog se necesita estar conectado. Se necesita retroalimentación”, afirmó Pérez. “Ahora me llegan muchos mensajes de personas que preguntan por qué no sigo escribiendo”.

Una razón es que recientemente se convirtió en padre y necesita un trabajo fijo. Pérez declaró que por ahora mantiene un bajo perfil para evitar problemas con sus actuales empleadores. Insiste que La Chiringa de Cuba volverá a volar, pero planea proceder con cautela.

Al comparar los controles gubernamentales sobre la prensa con la barrera de un camino, Pérez expresó: “Existe un gran muro allá afuera. Puedes ir a 120 km por hora y estrellarte contra el muro. Y a lo mejor puedes abrirle un hueco al muro, pero no vas a sobrevivir. Por eso, en mi opinión, es mejor ir más despacio y tratar de pasarle al muro día a día. De esa manera sobrevivirás”.

Sitios web de noticias

Antes de realizar la transición al periodismo independiente, José Jasán Nieves afirmó que pasó varios años desalentadores intentando abrir grietas en las restricciones gubernamentales contra la prensa desde adentro de los medios estatales.

Natural de la central ciudad de Cienfuegos, Nieves, de 28 años de edad, se desempeñó de editor de noticias y presentador de programa en Radio Ciudad del Mar, la principal radioemisora de la ciudad. No se permitía el espacio siquiera para la crítica leve de las políticas gubernamentales. Al informar sobre casos de cólera, por ejemplo, Nieves afirmó que se le ordenó describir la enfermedad como “síndrome diarreico agudo”. Ello porque sus editores temían que revelar un brote de cólera podría reflejarse negativamente en el sistema de salud estatal, sostuvo el periodista.

Frustrado por el aburrido formato, en 2014 Nieves convenció a la radioemisora de encargar una encuesta sobre el índice de sintonía. Los resultados fueron chocantes. Como promedio, apenas el 16 por ciento de los habitantes sintonizaban la radioemisora, aunque se trataba de la mayor de la ciudad. Los datos le dieron pie a Nieves para tratar de cambiar las cosas. En su propio programa, Nieves comenzó a emitir comentarios que en ocasiones cuestionaban al gobierno. Los oyentes continuaron llamando a los programas. El periodista afirmó que las llamadas se transmitieron al aire con un retraso de 10 segundos por si se decía algo polémico.

Pero el nuevo formato no duró mucho. Cuando Dayron Robles, campeón olímpico de los 110 metros con vallas anunció en 2013 que ya no competiría con el equipo nacional debido a diferencias con funcionarios de la federación de atletismo, Nieves criticó a las autoridades deportivas de la isla. Él también fustigó la decisión que el gobierno tomó en 2013 de cerrar cines privados abiertos en hogares, que habían sido una de las pocas fuentes de entretenimiento en las pequeñas ciudades y las zonas rurales.

“Pensé que era un paso hacia atrás que no tenía sentido”, argumentó Nieves. “Era una actitud cerrada heredada del período soviético”.

Pero al expresar sus opiniones Nieves violó una regla no escrita del periodismo oficial, una que con frecuencia se resume con la frase “Hala la cadena pero no toques al mono”. En otras palabras, se tolera la crítica leve de la manera cómo funciona el sistema, pero no los ataques directos contra el sistema propiamente dicho.

Nieves sostuvo que sus superiores le recordaron que su papel era generar consenso en torno a las políticas gubernamentales y no criticarlas. El periodista afirmó que lo rebajaron de cargo y le recortaron el salario.

Radio Ciudad del Mar no respondió a la solicitud del CPJ para efectuar comentarios al respecto.

Los problemas con sus editores coincidieron con un auge en los nuevos medios. En 2014 Nieves dejó la radioemisora para trabajar para El Toque, un sitio web de reportajes y podcast de radio lanzado por Radio Netherlands Worldwide, un radiodifusor de los Países Bajos que se convirtió en una organización no gubernamental promotora de la libertad de expresión.

Nieves también comenzó a escribir para OnCuba, que fue fundado en Miami en 2012 por Hugo Cancio, prominente empresario cubano que vive en el exilio y quien durante mucho tiempo había reclamado el cese del embargo estadounidense. OnCuba comenzó como una publicación de estilo de vida de papel satinado que se distribuía en las librerías estadounidenses y en los vuelos fletados a Cuba. Luego añadió un sitio web de informaciones diarias con noticias producidas por un equipo de redactores y colaboradores de ambos lados del estrecho de la Florida.

Nieves, editor asociado de OnCuba, manifestó que el sitio web se encuentra en una posición privilegiada. Luego del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, Cancio recibió una licencia para abrir una redacción en La Habana. Aparte de los servicios de noticias tradicionales tales como Reuters y The Associated Press, el único otro medio de prensa extranjero además de OnCuba que ha recibido una licencia de actividad es el sitio web de Miami Progreso Semanal.

Ubicado en el noveno piso de un derruido edificio cerca del Malecón, OnCuba tiene un plantel compuesto por cuatro editores y redactores y recibe notas periodísticas de unos 100 colaboradores. En lugar de realizar juntas editoriales, Nieves se comunica con sus periodistas mediante el sistema de mensajería de Facebook y mensajes de texto. La redacción también cuenta con una codiciada conexión a Internet –dado que se inscribió como entidad extranjera, OnCuba tiene el mismo derecho a una conexión que los residentes extranjeros–. Los periodistas freelance con frecuencia visitan para conectarse, investigar y redactar notas periodísticas, explicó.

La mayoría de la audiencia de OnCuba es parte de la diáspora cubana. Sin embargo, de acuerdo con la editora de medios sociales del sitio, Elizabeth Pérez, la lectoría está creciendo en la isla gracias a las cadenas de correo electrónico, El Paquete y las recomendaciones de Facebook. Facebook es más popular en Cuba, dada la carencia de Internet, que Twitter, sostuvo Pérez, porque los tuits pueden parecer viejos cuando los usuarios están desconectados la mayor parte del día.

Como ejemplo de la lectoría que tiene el sitio fuera de la Internet, Pérez mencionó un popular artículo de OnCuba sobre nuevas regulaciones para la compraventa de carros usados. “Publicamos el sábado y para el lunes, mi madre –quien es la persona más desconectada del mundo– estaba leyendo una copia impresa del artículo en Cienfuegos”, afirmó Pérez.

El surgimiento de OnCuba, 14ymedio, El Toque y otros medios de prensa representa un significativo paso de avance respecto a la oleada inicial de blogueros independientes cubanos, según Henken, el experto en temas cubanos de Baruch College. Henken sostuvo que estas organizaciones van “más allá del blog” para producir noticias de una manera más profesional, sistemática y empresarial.

OnCuba, por ejemplo, se sustenta vendiendo publicidad en Miami y les paga a sus colaboradores entre 10 y 20 dólares por artículo. “Pagamos tarde y pagamos mal”, señaló Nieves. “Pero nuestros colaboradores no lo hacen por dinero. Lo hacen por la libertad. Es una manera de rebelarse contra el statu quo“.

14ymedio, el primer sitio web noticioso independiente de Cuba, comenzó a funcionar en 2014 desde el apartamento de Sánchez en un piso 14 con 12 integrantes. El sitio fue lanzado con el aporte de 150,000 dólares procedentes de donantes particulares. Aunque Sánchez y muchos de sus colaboradores provienen de las comunidades de derechos humanos y la disidencia, 14ymedio intenta lograr un equilibro y sus artículos con frecuencia tienen el tono equidistante de los despachos de agencias de noticias, indicó Henken.

“El sitio que se asemeja más a una organización de medios profesional es 14ymedio“, declaró Henken. “Ellos se han esforzado intensamente en llegar a otro nivel.”

Otro incipiente emprendimiento de noticias digital es Periodismo de Barrio, fundado por Díaz, con la ayuda de subvenciones de fundaciones, cuando ella regresó a Cuba luego de pasar un año en la Universidad de Harvard para estudiar las organizaciones de medios digitales, entre otras cosas. En 2015, Díaz se convirtió en la primera cubana en recibir la prestigiosa Beca de Periodismo Nieman en Harvard. Los artículos de Periodismo de Barrio se centran en cómo el cambio climático y los desastres naturales impactan a las comunidades locales. Este concepto les permite a los periodistas profundizar en los temas sin que parezca una crítica directa al gobierno de Castro.

En lugar de ello, el equipo de Díaz, compuesto por cuatro redactores de plantilla y docenas de colaboradores trata de hacer rendir cuentas a los funcionarios de los gobiernos locales. Ex delegada a la Asamblea Municipal de Habana del Este, Díaz explicó al CPJ que los funcionarios municipales son elegidos por vía directa, tienen mayor responsabilidad entre la gente, y a menudo le han dado entrevistas y suministrado información. El objetivo, según ella, es identificar y resolver problemas específicos, tales como el deterioro de la vivienda pública o el agua contaminada.

“No me considero una disidente”, declaró Díaz. “Reconozco los aspectos positivos del socialismo. Lo que tenemos que hacer es mejorar las cosas”.

Hasta el momento, el gobierno ha tolerado el proyecto de Díaz. Pero cuando ella lanzó el sitio web el año pasado, recordó Díaz, algunos funcionarios la acusaron de manera informal de colaborar con la CIA y organizaciones de derechos humanos. El gobierno cubano desde hace mucho tiempo ve a las organizaciones internacionales de derechos humanos como entidades alineadas con los intereses de potencias extranjeras. Díaz respondió publicando un código de ética de 86 puntos en su sitio web, el cual describe en detalle el origen del financiamiento del sitio. La periodista indicó que tales acusaciones estaban concebidas para estigmatizar a la prensa independiente y convencer a jóvenes reporteros a buscar trabajo en los medios oficiales.

“Pero eso ya no funciona”, sostuvo Díaz. “Cuando los periodistas ven nuevos proyectos que son mejores que los medios estatales, se hace más difícil que el gobierno los convenza”.

Otros sitios web ambiciosos son Diario de Cuba, que tiene sede en Madrid pero publica artículos escritos por cubanos de la isla, y CubaNet, con sede en Coral Gables, Florida, y fundado en 1994. Ambos son sumamente críticos del gobierno cubano, que algunas veces es bloqueado el acceso a ambos sitios en la isla.

Para evitar un destino similar, Nieves, de OnCuba, declaró que constantemente debe decidir si forzar los límites o retroceder –una preocupación que según él le preocupa más que el riesgo de la vigilancia en el ciberespacio–. Recientes ejemplos de lo primero lo constituyen un perfil con todos sus defectos sobre el Che Guevara, un artículo sobre una mujer con una rara enfermedad de la piel que pasa dificultades para recibir tratamiento en el sistema de salud estatal y artículos sobre médicos cubanos que fueron infectados con el Ébola mientras trataban a pacientes contagiados con el mortal virus en África.

“Estamos tratando de demostrar que se puede hacer buen periodismo aquí, sin abandonar el país”, expresó Nieves.

Sin embargo, OnCuba debe seguir congraciándose con el gobierno. De lo contrario, se arriesga a que le cierren la sede de La Habana. Nieves indicó que ello casi sucedió este año, cuando dirigentes de línea dura dentro del gobierno se quejaron de la cobertura y trataron de convencer a funcionarios de que cerraran OnCuba. El resultado es la autocensura, declaró Nieves. Muchos artículos de OnCuba son crónicas blandas que evitan la polémica. Nieves admite de buena gana que muchas cuestiones lo intrigan –tales como el creciente poder económico de las Fuerzas Armadas cubanas– pero no se atreve a escribir sobre ellas.

Pese a todo, Nieves se siente optimista porque el gobierno gradualmente está perdiendo el control sobre el flujo informativo.

“Queremos una sociedad en la cual el poder y el conocimiento esté en manos de la sociedad, no de la vanguardia del Partido Comunista”, afirmó Nieves. “Eso es lo que reclama la gente. Ellos quieren saber lo que de verdad está pasando en este país”.

Revistas digitales

Pedro Enrique Rodríguez, director de la revista deportiva Play-Off, está inmerso en una lucha por la libertad editorial y la supervivencia económica. (Tomada a nombre del CPJ)
Pedro Enrique Rodríguez, director de la revista deportiva Play-Off, está inmerso en una lucha por la libertad editorial y la supervivencia económica. (Tomada a nombre del CPJ)

La redacción de OnCuba, con su cafetera, su salón de conferencia y su confiable conexión a Internet, parece la sede mundial de CNN en comparación con las improvisadas operaciones de la revista deportiva digital mensual Play-Off.

Para subir artículos y administrar el sitio web, el fundador y director de Play-Off, Pedro Enrique Rodríguez, se sienta en un banco en un parque público de La Habana que también funciona de punto de acceso a una señal Wi-Fi. Rodríguez edita la revista desde un apretado apartamento en el sótano de un edificio en La Habana que comparte con su padre y su abuelo. En una tarde primaveral, su gato entró corriendo por una ventana y se acostó en su regazo mientras él trabajaba en una computadora colocada encima de una pila de libros, entre ellos uno titulado Las grandes batallas de la Historia.

Como muchos de los fundadores de las incipientes revistas digitales de Cuba, Rodríguez está enfrascado en su propia gran batalla por la libertad editorial y la supervivencia económica.

Rodríguez, de 30 años de edad, parece una especie de Bill Simmons cubano, uno de los primeros periodistas deportivos digitales prominentes de Estados Unidos y quien es famoso por sus malhumoradas y a la vez conocedoras opiniones. Al igual que Simmons, Rodríguez tiene apasionadas opiniones sobre jugadores, entrenadores y polémicas deportivas pero no halló lugar para ellas en los medios tradicionales. Según Rodríguez, él concibió a Play-Off el año pasado mientras miraba un juego de béisbol con la novia y se quejaba de la aburrida cobertura de los deportes en los medios oficiales.

Play-Off parece una versión cubana de Sports Illustrated, con una página tras otra de exuberantes fotos y penetrantes ensayos. Mientras miraba el número 15 de la revista en su computadora, Rodríguez llamó a Play-Off “mi hijo”.

Al igual que la salud y la educación, el deporte es uno de los orgullosos pilares de la Revolución Cubana. Así, la cobertura del béisbol, el fútbol, el atletismo y otros deportes puede ser polémica.

Un ensayo lamentaba la poca calidad de los atletas olímpicos de Cuba y asignaba parte de la culpa a los problemas económicos de la isla. Otro artículo analizaba propuestas de reformas al Salón de la Fama del Béisbol Cubano y cómo esas propuestas fueron rechazadas por funcionarios deportivos que se negaron a considerar la inclusión de grandes figuras cubanas exiliadas –como por ejemplo el lanzador Orlando “El Duque” Hernández, ganador de cuatro Series Mundiales.

“Esas son posiciones absurdas que no tienen sentido”, señaló Rodríguez.

Rodríguez se refiere a Play-Off como a “una revista deportiva que no solamente trata sobre deportes”. Pero por esta razón él debe proceder con cautela. El periodista sostiene que su meta es publicar una revista que desafíe las opiniones convencionales y las políticas gubernamentales mientras permanece dentro de los límites del ámbito autorizado por el gobierno para el periodismo independiente.

Por ejemplo, explicó, él está muy deseoso de publicar un análisis sobre la merma o no de la calidad del béisbol cubano, en parte porque muchos de los mejores jugadores se van al extranjero para firmar lucrativos contratos. Mientras tanto, el fútbol gana terreno con muchos jóvenes que ahora están más interesados en lo que los brasileños llaman “el juego bonito” que en “la pelota”, como los cubanos se refieren popularmente al béisbol. Pero Rodríguez se ha resistido a asignar el artículo porque teme que el gobierno pueda responder bloqueando su sitio web en Cuba.

“Nosotros escribimos desde una óptica crítica, pero no podemos ser tan críticos como quisiéramos”, observó.

Hasta el momento, indicó Rodríguez, él no ha sufrido ninguna represalia por su trabajo pero si cerraran a Play-Off él renunciaría a toda esperanza de reformas en Cuba.

Play-Off es una de muchas revistas digitales independientes que están poniendo a prueba los límites. Entre ellas se encuentran la revista literaria El Estornudo, las publicaciones sobre moda y estilo de vida Garbos y Venus, N1CKS para los aficionados a los juegos electrónicos y Vistar, una publicación de entretenimiento. Imprimir revistas de manera independiente es ilegal y es sancionable con una pena de entre tres meses a un año de cárcel; sin embargo, estas revistas digitales se pueden leer por la Web o mediante descargas en formato PDF y en la actualidad la ley no contempla las publicaciones digitales. Algunas revistas digitales se pueden consultar mediante El Paquete. Influido por un grupo de jóvenes escritores, el nuevo periodismo de revista cubano está “definiendo gustos culturales, estéticos”, escribió Cecilia Campos, de la organización no gubernamental cubana Asociación Pro Libertad de Prensa, en el sitio web sobre el tema de la libertad de expresión Cuba Prensa Libre.

Una de las más ambiciosas es El Estornudo, nombre que alude a las alergias crónicas o irritaciones de la vida cotidiana en Cuba. El Estornudo publica periodismo literario y aspira a ser la respuesta cubana a Vanity Fair, a la revista mexicana Gatopardo y a la publicación colombiana El Malpensante. Entre sus artículos se encuentran un perfil sobre un empobrecido barrio habanero, una nota que fustiga la falta de reformas en el Séptimo Congreso del Partido Comunista Cubano, realizado en abril luego de la visita de Obama a La Habana, y un ensayo que cuestiona si hay motivos para el optimismo dado el lento ritmo de los cambios.

Es una rica dieta, y un cambio radical para Abraham Jiménez Enoa, de 28 años de edad, quien estudió Periodismo en la Universidad de La Habana y es el fundador y director de El Estornudo. Después de graduarse, trabajó para el Ministerio del Interior monitoreando la cobertura de la prensa extranjera sobre Cuba. Jiménez señaló que odiaba el trabajo, pero que la universidad estaba produciendo demasiados periodistas para la plantilla de Granma, Juventud Rebelde y otros medios estatales tradicionales. Luego de varios años en el ministerio, la prensa independiente cubana comenzó a crecer y Jiménez renunció para colaborar con OnCuba y El Toque. En marzo él lanzó El Estornudo.

En lugar de criticar directamente las políticas gubernamentales, El Estornudo con frecuencia las aborda de manera indirecta mediante extensos perfiles. Para discutir la corrupción oficial, por ejemplo, Jiménez pasó días con un vendedor ambulante en la Habana Vieja y relató cómo agentes de la policía le pidieron un soborno al vendedor para que pudiera seguir sus actividades. Sus colaboradores han tratado temas que van desde tiendas de artículos sexuales clandestinas hasta la aparente falta de preocupación del gobierno por la situación de emigrantes cubanos que quedan varados en países de tránsito como Ecuador y Colombia mientras intentar llegar a Estados Unidos. Hasta ahora, indicó Jiménez, no ha habido respuesta por parte de los funcionarios gubernamentales, pero él señaló que su revista apenas tiene unos meses de fundada.

Al igual que Play-Off, El Estornudo es un emprendimiento austero: sin oficina, sin personal y sin conexión a la Web. Jiménez lo arma con la ayuda de un grupo de amigos con inclinación literaria que escriben de manera gratuita, y sube los artículos y las fotos desde puntos Wi-Fi. Aunque la revista está disponible en la web, Jiménez carece de la cuota semanal de 15 dólares necesaria para incluir a El Estornudo en El Paquete. El periodista afirma que no tiene idea de cómo transformar su proyecto en un negocio sostenible. Pero, por ahora, sencillamente se entusiasma con el desafío y la adrenalina que supone publicar su propia revista.

“Estamos agotados pero lo estamos disfrutando”, expresó Jiménez. “Soy optimista. La razón por la que existimos se debe a todos los cambios en Cuba”.

Salvo por una columna sobre sexo, la revista de modas Garbos en su mayor parte evita los temas polémicos, inclusive la política. Pero al igual que Play-Off y El Estornudo, sus directoras, Rebeca Alderete, de 35 años, y Gabriela Domenech, de 26 años, enfrentan retos en elaborar la respuesta cubana a Vogue. Para comenzar, ambas afirman que Cuba no se interesa mucho por la alta costura.

En los años 50, una era de más estilo, la isla albergaba cabarets y casinos frecuentados por celebridades europeas y estrellas cinematográficas de Estados Unidos. Pero los cubanos comenzaron a vestirse más austeramente en los años 60, cuando la Revolución de Castro insistió en la igualdad y adoptó algunas pautas en materia de moda de la Unión Soviética. Las marcas de ropa extranjera no se vendieron en la isla hasta la década de 1990. Ello, sumado a los problemas económicos y el calor tropical de la isla, no estimulan el uso de elegantes chaquetas, chalecos, bufandas y otros atuendos característicos de la alta moda.

“Cuba solía ser más elegante”, declaró Domenech. “Mi abuela siempre llevaba tacones altos”.

Chanel se unió con los editores de Garbos para producir una edición especial de la revista cuando llevó a cabo su primer show de moda en La Habana. (Garbos)
Chanel se unió con los editores de Garbos para producir una edición especial de la revista cuando llevó a cabo su primer show de moda en La Habana. (Garbos)

Pero a medida que Cuba se abre lentamente al mundo, la gente ahora tiene más opciones en cuestión de moda, expresaron las periodistas. Además, la isla cuenta con varios modelos profesionales y aspirantes a modelo, así como con casas y edificios en la Habana Vieja que son elegantes escenarios para sesiones fotográficas. Ansiosos de reforzar sus portafolios con las brillantes páginas en formato PDF de Garbos, los actores, cantantes, modelos y fotógrafos con frecuencia posan y trabajan en forma gratuita.

Pese a los relativamente bajos costos de producción, Alderete, una ingeniera de sonido que trabaja por cuenta propia, y Domenech, quien trabaja en el Ministerio de Cultura, afirman que están atravesando dificultades para mantener a flote la revista. Su modelo de negocio se centra en la publicidad, pero dado que la economía cubana estuvo totalmente controlada por el Estado durante tanto tiempo, ambas afirmaron que se sabe poco de la publicidad y sus beneficios.

Como ejemplo, Alderete apuntó a las dos principales cervezas cubanas: Bucanero y Cristal. “Ambas pertenecen a la misma empresa estatal”, afirmó. “No hay competencia, ¿entonces por qué habrían de poner anuncios?”.

A su vez, los gerentes de muchas empresas estatales con frecuencia se resisten a adquirir anuncios publicitarios en Garbos y otras revistas digitales porque éstas no cuentan con licencia de actividad. Debido a las peculiaridades del sistema jurídico cubano, la única manera de obtener reconocimiento oficial sería establecer primero una sede en el extranjero, como la tiene OnCuba, y luego inscribirse como entidad extranjera en la isla. Y, si bien la ausencia de regulaciones significa que no se han estipulado sanciones formales, los límites reconocidos significan que las empresas estatales prefieren precaver.

Existe un pequeño pero creciente sector privado. Las últimas ediciones de Garbos incluyeron anuncios de restaurantes familiares conocidos como paladares, de bares, de un salón de tatuajes, de dulcerías y de una tienda de fotocopias. El ingreso apenas es suficiente para sobrevivir.

En mayo, Garbos se anotó un éxito cuando la casa de modas francesa Chanel celebró su primer desfile de moda latinoamericano en La Habana. Para conmemorar la ocasión, personal de Chanel colaboró durante tres meses con Garbos en una edición especial y proporcionó ropas, asistencia técnica en las sesiones fotográficas, equipo y asesoría. Pero debido a que los artículos de lujo y los accesorios de moda de Chanel no se venden en Cuba, la empresa no adquirió ningún anuncio, indicaron las periodistas.

Rodríguez enfrenta retos similares en la financiación de Play-Off. Sus costos de producción mensuales, aproximadamente 350 dólares, comprenden los pagos por artículos, por el artista de composición gráfica y por la inclusión en El Paquete. Según él, sus colaboradores se encuentran entre los mejores redactores deportivos que trabajan en los medios gubernamentales. Pero, precisó, ellos aprovechan de inmediato la oportunidad de escribir para Play-Off porque él paga 10 dólares por artículo en comparación con los 3 dólares que pagan los periódicos y las revistas estatales. En otra señal de la relajación de las restricciones sobre los medios, los colaboradores escriben con la misma firma que utilizan en los medios estatales, señaló Rodríguez.

Para cubrir estos costos, explica Rodríguez, al principio de cada mes él sale a recorrer las calles para venderles anuncios a los paladares, los bares y los hostales privados que han surgido en años recientes. Pero muchas veces regresa con las manos vacías porque los dueños de negocios gastan la mayor parte del dinero en productos básicos, como alimentos y bebidas alcohólicas.

“La publicidad es la parte más difícil”, aseguró Rodríguez. “Los dueños de paladares no creen en los medios digitales. No creen que eso ayudará a sus negocios. Tengo que visitar 20 paladares para que uno me diga que sí”.

En tanto negocio informal, Rodríguez no puede firmar contratos con anunciantes en representación de Play-Off ni abrir una cuenta bancaria. Los tratos se hacen de palabra. Rodríguez sostiene que los anunciantes aún no le han fallado, pero a veces le pagan con varios meses de retraso. Según él, una solución –si se levantara el embargo estadounidense– sería que una gran empresa estadounidense, como Nike, se decidiera a patrocinar la revista a cambio de publicidad exclusiva. Pero él carece de contactos con el gigante de ropa deportiva.

Mientras golpea las teclas y toma café, Rodríguez admite que tiene momentos tanto de éxtasis como de desesperación.

En los días buenos, él expresa que se siente como un pionero editorial que está forzando los límites. En marzo recibió otro impulso cuando la comitiva del Presidente Obama pasó justo por delante suyo en las calles de La Habana. Rodríguez afirma que la mejora de los vínculos entre La Habana y Washington transmite la firme señal de que el gobierno de Castro es capaz de acometer reformas.

En los días malos, a él lo inquieta que estos cambios vengan con demasiada lentitud para muchos de los nuevos medios cubanos, entre ellos el suyo.

Play-Off es mi criatura”, sostuvo. “Verlo morir sería terrible”.

NOTA DEL EDITOR: El tercer párrafo en la sección de “Sitios de Noticias” se ha corregido para reflejar que una encuesta realizada por Radio Ciudad del Mar no afectó el formato de las llamadas de los comentarios de los oyentes. En el párrafo 16, el texto ha sido corregido para reflejar la declaración de José Jasán Nieves que los periodistas que trabajan para OnCuba se están rebelando contra el statu quo.