En la tarde del 12 de octubre, dos oficiales del Departamento de Seguridad del Estado (DSE) se personaron en la sede de una asociación de periodistas independientes y le advirtieron a su presidente que no iban a permitir la inauguración del curso 2001-2002. La asociación, denominada Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling, está dirigida por el periodista Ricardo González Alfonso.
Los oficiales del DSE también le dijeron a González Alfonso que los cursos eran ilegales porque los periodistas no tenían licencia para enseñar. Las clases, consistentes en cursos de Gramática Española, Periodismo e Inglés, debían comenzar el 15 de octubre y son gratuitas para los miembros de la asociación.
El 14 de octubre, oficiales de la seguridad del estado visitaron los hogares de los periodistas independientes Jorge Olivera Castillo, Graciela Alfonso, Dorka de Céspedes Vila y Aimeé Cabrera Álvarez, todos muy activos en la organización, y les advirtieron que asistir a las clases era ilegal.
«Estos periodistas no están haciendo nada ilegal», declaró Ann Cooper, directora ejecutiva del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). «Las autoridades cubanas a menudo utilizan la falta de capacitación como excusa para silenciar a los medios independientes, así que es ridículo ponerlos en una situación sin salida y hostigarlos sencillamente porque realizan su trabajo».
«Las clases van o vamos presos»
Para evitar una confrontación con las fuerzas de seguridad del estado, la organización de periodistas suspendió la ceremonia de inauguración del año escolar, pero confirmó que las clases comenzarán en una fecha posterior. «No hay claudicación de ninguna índole. Las clases van o vamos presos», afirmó González Alfonso al CPJ.
El 16 de octubre, la organización emitió un comunicado en el que condenaba la prohibición. Al día siguiente, un abogado del Centro de Formación Cívica y Religiosa, centro cívico auspiciado por la Iglesia Católica, le aseguró a la asociación que el código penal cubano no prohíbe sus clases y que los maestros que dan clases gratuitas no necesitan obtener licencia.
Las clases de Periodismo, que serán impartidas por el prestigioso periodista independiente Raúl Rivero, se basan en un curso de la Universidad Internacional de la Florida (FIU, por sus siglas en inglés). Los maestros tienen licencia para enseñar en el municipio habanero de Playa, donde la organización tiene su sede, señaló González Alfonso.
Aunque la organización ha presentado toda la documentación requerida para inscribirse como asociación de conformidad con la ley cubana, el gobierno aún no ha aprobado la solicitud de la organización.
FIN