La muerte de Oswaldo Payá es una gran pérdida para la disidencia cubana

Por Oscar Espinosa Chepe y Miriam Leiva/ Blogueros Invitados

Cientos de personas asistieron el lunes el entierro del activista cubano Oswaldo Payá  (AFP / Adalberto Roque)
Cientos de personas asistieron el lunes el entierro del activista cubano Oswaldo Payá (AFP / Adalberto Roque)

La noticia imprecisa comunicada telefónicamente por un amigo nos conmocionó la tarde del domingo 22 de julio. Se confirmó lo peor, pasadas unas horas con esa incertidumbre típica de la sociedad cubana, donde todo es secreto hasta que la policía política recibe órdenes muy superiores de informar a la manera no transparente del totalitarismo criollo.

El ingeniero Oswaldo Payá, fundador en 1988  del Movimiento Cristiano Liberación,   inspirador del Proyecto Varela y Premio Andrei Sajarov del Parlamento Europeo, falleció alrededor de las 1:30 de la tarde del domingo 22 de julio, en un accidente automovilístico, cuyas causas no resultan claras,  cerca del pequeño pueblo de La Gabina, en la provincia Granma,  a unos 800 kilómetros de La Habana.  También murió el activista de su organización Harold Cepero,  y resultaron heridos el español Ángel Carronero, secretario de las Nuevas Generaciones del Partido Popular Español de Madrid y el sueco Jens Aron Modig, presidente de la Liga de la Juventud Demócrata Cristiana (KDU), quienes los acompañaban.

Pasadas las 3:00 de la tarde del 23 de julio, el cuerpo inerte llegó a la parroquia del  humilde barrio de El Cerro, que había acogido al niño Oswaldo y luego al matrimonio y sus tres hijos.  La pequeña iglesia estaba llena de vecinos, amigos, familiares, activistas del Movimiento Cristiano Liberación y disidentes llegados de todo el país, sacerdotes, monjas y laicos.  Se vivieron momentos de gran emoción, cuando los rezos alternaron con el himno nacional y aplausos.  Hasta el amanecer la consternación y el respeto fluían en el silencio entre las oraciones y las misas, oficiadas por las máximas autoridades de la Iglesia Católica de La Habana, incluido el Cardenal Jaime Ortega.  Allí hubo un gran despliegue policial horas antes de la salida  hacia el cementerio de Colon, donde se efectuó el emocionante sepelio en la mañana.  Cientos de personas le rindieron homenaje al dirigente de 60 años. Sus jóvenes  hijos mostraron gran entereza durante los tres trágicos días, y su esposa, Ofelita, expresó profundas palabras sobre Oswaldo y la continuidad de su obra.

La ausencia física del prestigioso dirigente opositor es una dolorosa pérdida para el movimiento disidente pacifico, en momentos cuando  Cuba atraviesa una aguda crisis general  con creciente miseria para el pueblo y la destrucción de nuestro país, debido al aferramiento al poder de las  inmovilistas autoridades totalitarias.  Sin embargo, su dedicación a la lucha por la participación de todos los cubanos en el ejercicio de su “derecho a los derechos” constituye una gran fuente de inspiración  para continuar esforzándonos por establecer una sociedad democrática e impulsar el desarrollo y la prosperidad de la nación soberana. Oswaldo Payá ocupa un lugar relevante en la historia de Cuba.

Como escribió José Martí: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido la obra de la vida; truécase en polvo el cráneo al pensador, pero viven perpetuamente y fructifican los pensamientos que en él se elaboraron.”

[Informe desde La Habana, Cuba]

Oscar Espinosa Chepe, periodista independiente y economista cubano, fue arrestado durante la embestida conocida como la Primavera Negra en 2003 y fue encarcelado durante más de un año. Su esposa, Miriam Leiva, periodista independiente cubana, luchó por su liberación como parte del movimiento conocido como Las Damas de Blanco.