Nueva York, 29 de marzo de 2011–El gobierno argentino debe garantizar que la distribución de los dos principales diarios del país se efectúe sin interferencia, afirmó hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). El pedido del CPJ se produce dos días después de que una protesta gremial bloqueara las salidas de los camiones fuera de las plantas impresoras de Clarín y La Nación, impidiendo que Clarín distribuyera su edición de domingo.
Clarín y La Nación informaron en sus sitios web que sus instalaciones adyacentes en Buenos Aires fueron bloqueadas el domingo temprano por docenas de manifestantes durante un reclamo sindical. Los manifestantes permitieron que La Nación reanudara sus operaciones después de cuatro horas, pero continuaron obstruyendo las instalaciones de Clarín hasta el mediodía, acción que impidió la salida de la edición dominical de Clarín y del diario deportivo Olé.
Trabajadores gráficos de Artes Gráficas Rioplatenses, o AGR, una empresa perteneciente al Grupo Clarín, dijo en un comunicado que habían organizado la manifestación para protestar contra discriminación laboral. En una entrevista, Ministro de Trabajo Carlos Tomada caracterizó las protestas como el producto de un conflicto laboral y no un ataque contra libertad de prensa, informó The Associated Press. En su sitio web, Clarín negó que tuviera disputas laborales con los trabajadores gráficos y apuntó, en cambio, a una campaña de hostigamiento oficial y a interferencia gremial en las plantas impresoras de Clarín y La Nación.
Clarín informó que entre los manifestantes de domingo había activistas del sindicato de camioneros, uno de los gremios más grandes e influyentes del país. Las protestas se registraron luego de artículos publicados en marzo por Clarín y otros medios sobre una solicitud de la justicia suiza a funcionarios argentinos para investigar cuestiones financieras vinculadas al líder del sindicato camionero Hugo Moyano. Según un artículo publicado en Clarín, algunos de los manifestantes el domingo cantaban: “Si lo tocan a Moyano, qué quilombo se va a armar”. Moyano por su parte negó que los camioneros hubieran participado en la manifestación, según dijeron otros informes de prensa.
Moyano es un firme aliado de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuya administración está enfrentada con el Grupo Clarín.
La protesta del domingo fue la quinta interferencia con la distribución de los diarios desde noviembre, según informes de prensa. Tras la primera protesta, el Grupo Clarín presentó un recurso de amparo para evitar futuras interferencias. En enero, un juez dictó una orden que “un grupo de manifestantes no puede cercenar la circulación de medios impresos” y pidió al Ministerio de Seguridad que evitara futuras obstrucciones, informó Clarín. La Nación destacó que la policía federal se abstuvo a dispersar el bloqueo de domingo; la Ministra de Seguridad Nilda Garré aseguró que su cartera “dio cumplimiento estricto a lo solicitado” por el juez, informó Clarín.
“La interferencia ilegal de la circulación de cualquier medio constituye una violación tanto de la libertad de prensa como del derecho del público a estar informado”, aseguró Carlos Lauría, coordinador senior del programa de los Américas del CPJ. “Condenamos la obstrucción del domingo de La Nación y Clarín y instamos a las autoridades argentinas a cumplir con el fallo y a prevenir semejantes acciones en el futuro”.
El lunes, la edición impresa de Clarín salió con la portada en blanco para protestar las acciones de domingo, que según Clarín, violaron el derecho del público a informarse. En un comunicado, el grupo de prensa Foro de Periodismo Argentino condenó la interferencia como un ataque contra la libertad de expresión y declaró su solidaridad con los periódicos y sus periodistas.
Las relaciones entre el Grupo Clarín, el mayor conglomerado de medios del país, y la administración de Kirchner han sido durante mucho tiempo antagónicas, según las investigaciones del CPJ. El gobierno ha acusado a Clarín y a otros medios privados de realizar una cobertura informativa sesgada mientras que Clarín ha sido víctima de hostigamiento oficial. En agosto, Kirchner presentó los resultados de una investigación oficial sobre la historia y las actividades económicas de la empresa Papel Prensa, fabricante de papel para periódicos, alegando que Clarín y La Nación conspiraron con militares de la dictadura para obtener el control de Papel Prensa.