Nueva York, 16 de marzo de 2010—Atacantes desconocidos balearon el domingo al periodista hondureño Nahúm Palacios Arteaga, en la ciudad de Tocoa, en el tercer ataque letal contra la prensa hondureña en dos semanas, según informes de la prensa local. Las autoridades hondureñas deben poner un punto final a la ola de violencia criminal y asegurar que los asesinos serán juzgados y sancionados, afirmó hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
“Condenamos el asesinato de Nahúm Palacios Arteaga y exhortamos a las autoridades a que en forma eficaz juzgue a los responsables”, aseguró hoy Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “El crecimiento de la violencia está limitando seriamente la cobertura informativa y está privando a los ciudadanos hondureños de información importante sobre las condiciones de seguridad en el país”.
Palacios, de 34 años, periodista del Canal 5 de televisión y de la radio Tocoa en la región Atlántica, estaba conduciendo su carro hacia su casa, cuando dos automóviles se le acercaron alrededor de las 10.30 p.m., según la prensa local. Al menos dos desconocidos le dispararon en numerosas oportunidades, aseguraron los informes de prensa. El periodista murió en la escena del crimen, mientras que su acompañante fue gravemente herida, según la prensa.
La policía local indicó a los medios que los atacantes dispararon rifles AK-47, un arma que utilizan regularmente los grupos criminales de Honduras. Las autoridades no han dado a conocer posibles móviles del crimen.
Palacios cubría temas relacionados con el narcotráfico, la violencia, la política local y el conflicto agrario entre terratenientes y campesinos en la región de Aguán, según Meri Agurcia, una investigadora del Comité de Familiares Detenidos-Desaparecidos en Honduras. Palacios había recibido recientes amenazas de muerte anónimas, según la prensa hondureña y fuentes del CPJ.
En junio de 2009, Palacios había sido amenazado por militares por su cobertura crítica del golpe de estado que depuso al presidente Manuel Zelaya, según Agurcia e informes de prensa. Para intimidarlo, allanaron su casa y su oficina, y le decomisaron su equipo, informó la prensa.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), recomendó en julio de 2009 al estado hondureño que otorgara medidas cautelares a Palacios, teniendo en cuenta las amenazas e intimidaciones recibidas, según informes de prensa. Las autoridades hondureñas, sin embargo, no implementaron las medidas recomendadas por la CIDH. En un comunicado de prensa emitido hoy, la Comisión Interamericana dijo que lamenta profundamente el asesinato y el hecho que el estado no haya implementado las medidas de protección a Palacios.