El crimen y la corrupción son temas extremadamente peligrosos, según revela la investigación del CPJ. Treinta y cinco por ciento de los periodistas asesinados en todo el mundo desde 1992 cubrían estos dos grandes temas. Las líneas que dividen a los grupos políticos de los grupos criminales no son claras en muchos países, lo cual eleva el riesgo para los periodistas. Desde México hasta Irak, las organizaciones criminales operan de modo creciente como fuerzas políticas armadas, y los grupos políticos armados operan cada vez más para bandas criminales que buscan su propia ganancia.

Manual de Seguridad para Periodistas del CPJ

 

5 Crimen Organizado y Corrupción


Crimen Organizado y Corrupción: Opina el Periodista Mexicano Javier Arturo Valdez Cárdenas


El crimen y la corrupción son temas extremadamente peligrosos, según revela la investigación del CPJ. Treinta y cinco por ciento de los periodistas asesinados en todo el mundo desde 1992 cubrían estos dos grandes temas. Las líneas que dividen a los grupos políticos de los grupos criminales no son claras en muchos países, lo cual eleva el riesgo para los periodistas. Desde México hasta Irak, las organizaciones criminales operan de modo creciente como fuerzas políticas armadas, y los grupos políticos armados operan cada vez más para bandas criminales que buscan su propia ganancia.

Periodistas han sido atacados mientras informaban sobre la connivencia entre figuras políticas y funcionarios gubernamentales, y han sido el blanco de ataques cuando informaron sobre casos de corrupción o crimen organizado tanto en épocas de guerra y de paz.

Los periodistas locales pagan el precio más alto. Casi nueve de diez periodistas caídos en todo el mundo en cumplimiento de su labor informativa informaban sobre problemas en sus propias comunidades, según revela la investigación del CPJ. Es más, desde México a los Balcanes, desde Rusia a las Filipinas, los asesinos siguen sin pagar sus culpas en casi nueve de diez casos de asesinato. La autocensura en muchos países es habitual debido a la gravedad de los riesgos.

Preparación Básica

AP La forma de abordar las notas sobre delitos, incluyendo el crimen organizado, depende casi por completo de factores locales. El número alarmante de periodistas asesinados mientras cubren actividades criminales en países con alto nivel de peligro revela que no hay respuestas fáciles sobre qué notas conviene cubrir, cómo tratarlas de modo seguro, o si resulta seguro enfocarse en ellas.

Realice toda la investigación que pueda antes de ingresar a un medio ambiente criminal. Un consorcio de escuelas de periodismo en Estados Unidos y universidades sobre fuerzas de seguridad llamado Criminal Justice Journalists afirma que los editores deben darles a los periodistas dos semanas para ponerse al día antes de empezar a trabajar con un tema vinculado al crimen. Sin dudas, es un buen consejo. Pero en la actualidad muchos periodistas –especialmente los reporteros independientes– deben invertir su propio tiempo en prepararse para el trabajo en temas como el crimen. Los periodistas deben familiarizarse con áreas de alto nivel de crimen, rutas de ingreso y salidas, y lugares accesibles y seguros para reunirse con fuentes.

En Estados Unidos, muchos grupos de prensa recomiendan que los periodistas se reúnan con personal policial antes de trabajar en sus notas. El grupo Criminal Justice Journalists sugiere que los periodistas que son nuevos en este tema soliciten información a las fuerzas de seguridad sobre sus procedimientos operativos. Dicho asesoramiento es aplicable en otros países dónde la corrupción en las fuerzas de seguridad no está difundida. En países donde se han documentado altos niveles de corrupción en las fuerzas de seguridad, como México y Filipinas, los periodistas deben hacer un cálculo diferente. Allí, los periodistas deben estar atentos a la connivencia entre las fuerzas de seguridad y los grupos criminales. Necesitan evaluar el nivel de empatía u hostilidad de cada fuente potencial.

Conozca las leyes relevantes en relación al acceso a la propiedad pública y privada, el ingreso a propiedad privada sin autorización y la invasión a la privacidad. (Ver Capítulo 6 Asuntos Civiles y Disturbios). Familiarícese con las condiciones específicas según las cuales puede y no puede usar equipos de grabación de audio y de video. El Comité de Reporteros para la Libertad de Prensa (RCFP, por sus siglas en inglés) exhibe en forma periódica actualizaciones sobre las leyes en Estados Unidos; los periodistas que trabajan en otros países pueden recurrir a las organizaciones de prensa locales, muchas de las cuales monitorean y anuncian de modo activo las leyes que afectan a la profesión. (Ver Apéndice E Organizaciones de periodismo para consultar la lista de muchos de estos grupos. El Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión mantiene un listado de los mismos). Algunos asuntos siguen sin resolverse, tales como si los periodistas estadounidenses pueden informar dentro de un espacio de propiedad privada y accesible al público, como por ejemplo un centro comercial. Tenga presente que las autoridades de Estados Unidos y de otros países pueden legalmente limitar el acceso, la habilidad para grabar, o ambas cosas, en algunos eventos anunciados públicamente como mítines o discursos políticos. Deberá estar atento al hecho de que las autoridades pueden restringir en forma legal el acceso a los tribunales, cárceles, escuelas, aeropuertos, instalaciones militares, edificios federales, centros cívicos y estadios.

Los reporteros del crimen con vehículo tal vez quieran contar con un bolso de emergencia que contenga una muda de ropa, equipo para mal tiempo, una linterna y un botiquín de primeros auxilios. Al cubrir cualquier tipo de nota peligrosa, siempre tenga sus celular cargado y con usted. (Recuerde que los teléfonos móviles pueden ser rastreados por individuos hostiles. Ver Capítulo 3 Seguridad de la Tecnológica para consultar por técnicas para mitigar la vigilancia). Al menos uno de los editores deberá siempre estar al tanto del trabajo de un reportero del crimen, de sus fuentes y de su avance. Los periodistas freelance deberán mantener informado a algún editor o colega de confianza.

Cuando se aborda a un sujeto potencialmente hostil, deberán estar acompañados u observados por un colega. Para reducir las posibilidades de ser particularizados con el fin de tomar represalias, ustedes deberán comunicarles a todas las fuentes del crimen, especialmente en el caso de los individuos hostiles, el hecho de que ustedes no están trabajando solos y que sus actividades están siendo muy bien monitoreadas por una organización de prensa o colega. Encuentren y cultiven el vínculo, de ser posible, con algún oficial superior de la policía a quien ustedes u otros podrían recurrir en caso de emergencia.

Planificar una Investigación

La cobertura segura de notas periodísticas sobre corrupción y crimen exige una preparación bien pensada y una evaluación de los riesgos. (Ver Capítulo 2 Evaluación y Respuesta a los Riesgos.) Antes de embarcarse en cualquier nota potencialmente peligrosa, investigue concienzudamente los informes, documentos públicos y registros judiciales, además de hablar con colegas experimentados que trabajen en esa zona, y con fuentes locales dignas de confianza y bien informadas.

Comience entrevistando a las fuentes en las que más confía, trabajando de modo gradual en procura de las que pudieran ser más hostiles. Limite cuánto revela sobre su labor informativa.

Las inquietudes sobre seguridad no son sólo responsabilidad de los periodistas, sino también de los medios que planean publicar o transmitir la información. Les jefes de de redacción deberán considerar la conveniencia de tomar medidas de precaución específicas para proteger las instalaciones, a los periodistas y en algunos casos a las familias de los periodistas. Se recomienda redactar una evaluación de los riesgos. (Ver Capítulo 1 Preparación Básica y Apéndice G Formulario de Evaluación de Seguridad.) Cuando se informa sobre figuras como sospechosos criminales o terroristas, la evaluación deberá estar acompañada de un plan de contingencia en caso de que los periodistas y sus fuentes pudieran correr peligro.

La evaluación deberá identificar a los actores más peligrosos y los temas más sensibles en la investigación y valorar los riesgos que podrían surgir. En cualquier investigación de este tipo, una pregunta equivocada en el momento equivocado a la fuente equivocada podría poner a los periodistas involucrados y a sus fuentes en riesgo. Tal vez desee empezar a informar entrevistando a las fuentes en las que confía más, trabajando de modo gradual para acercarse a quienes pueden ser más hostiles. Tenga presente que sus preguntas pueden dar una indicación de la naturaleza de su nota periodística. Para protegerse a usted y a sus fuentes, limite la información que revela sobre su investigación.

Hacia el final de una investigación, los periodistas y sus editores tal vez quieran redactar una evaluación de riesgo por separado para ayudar a determinar si, y cómo, abordar a un supuesto criminal que podría ser el tema de la nota. La evaluación deberá incluir una evaluación de los riesgos, una serie de opciones para abordar al individuo, y una estimación de las reacciones posibles del sospechoso.

La evaluación deberá incluir los protocolos exigidos para establecer cómo y cuándo se comunicará de modo seguro con sus editores y tal vez con otros colegas de confianza. Esto podría hacerse a través de una variedad de métodos, desde mensajes de correo electrónico hasta llamados telefónicos, y quizás involucre un simple código que comunicaría si cree o no que se halla en situación de peligro. Usted y su editor deberán analizar con antelación en qué circunstancias se verán forzados a suspender o cancelar una investigación. Un plan de contingencia deberá ser elaborado en caso de que usted o sus fuentes se hallaran en peligro.

Tenga cuidado de cómo registra y almacena su información. Para proteger las identidades de sus fuentes en sus anotadores escritos y archivos electrónicos, tal vez desee usar un código o un pseudónimo que puedan memorizar pero que otros no puedan descifrar tan fácilmente. Esto resulta especialmente importante cuando trata con informantes que se verían en peligro si sus identidades fuesen reveladas. Siempre deberán resguardarse los anotadores que contienen información delicada; las notas con información inocua puede estar accesibles en caso de que haya intrusos que revisen sus pertenencias. Los archivos electrónicos pueden protegerse a través del uso de memorias USB, con contraseñas seguras y con copias de seguridad remotas, entre otras medidas. (Ver Capítulo 3 Seguridad de la Tecnológica para consultar por la completa descripción de cómo asegurar los datos electrónicos.)

Acercarse a Sujetos Hostiles

La factibilidad y modalidad para acercarse a quiénes son sospechados de actividades criminales depende de varios factores. Los periodistas deberán siempre tener en cuenta el estado de las agencias encargadas del orden público. En zonas donde las fuerzas de seguridad son débiles o corruptas, los periodistas deberán esperar niveles de riesgo más alto y por ende adaptar su modo de acercamiento.

Tenga cuidado de cómo usted y su medio pueden ser percibidos entre la comunidad de individuos sobre la cual van a informar. Los periodistas deberán hacer grandes esfuerzos para mostrar su imparcialidad y buena disposición para dar al sujeto la oportunidad de contar su historia, como comentó Drew Sullivan, director de noticias del Proyecto de Reporteo sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP, por sus siglas en inglés), de Sarajevo, para la publicación American Journalism Review en 2010. “Sean implacables, pero amistosos, y estén abiertos en sus esfuerzos para hablar con la gente que ustedes esperan ganar como fuentes”, sugiere Bill Wallace del grupo estadounidense Criminal Justice Journalists en el informe del grupo llamado “Cubriendo Crimen y Justicia” (Covering Crime and Justice) desarrollado entre 2003 y 2010.

En cualquier investigación criminal, tenga en cuenta que el mayor riesgo tal vez no sea informar sobre los propios grupos criminales, sino sobre la corrupción oficial que los protege. En muchas partes del mundo, se aconseja extrema precaución. Los periodistas que investigan la corrupción oficial o cualquier tipo de connivencia con criminales posiblemente quieran hacer una nota de portada para contarle a la gente, especialmente las fuentes potencialmente hostiles. La portada deberá ser lo suficientemente creíble y amplia para abarcar la verdadera investigación sin revelar la cuestión específica que se está investigando.

El período inmediatamente antes de que salga una nota periodística suele ser un momento peligroso. Los periodistas deberán estar atentos a lo que dicen, a quién se lo dicen y cuándo lo dicen. Los sujetos hostiles y potencialmente peligrosos pueden tomar acciones preventivas si se enteran de que son el blanco de una investigación. En el 2007, el periodista estadounidense Chauncey Bailey cayó muerto por disparos de arma de fuego a tres cuadras de su oficina en Oakland, California, luego de que el proprietario de un negocio local vinculado con la actividad criminal averiguara que el periodista estaba investigando las finanzas de su establecimiento.

Uno de los interrogantes que se plantean es si los sospechosos de actividades criminales pueden ser abordados de manera segura en alguna circunstancia. Los periodistas y editores en países donde las fuerzas de seguridad son débiles deben tomar la decisión realista, aunque éticamente dolorosa, de evaluar si continuar con la nota periodística o nombrar a los supuestos perpetradores vale el riesgo. Si se toma la decisión de acercase a sujetos potencialmente hostiles, los editores deben saberlo con antelación y los periodistas deben estar acompañados u observados por un colega. Los periodistas deben comunicarles a los sujetos hostiles que estarán hablando no sólo con un individuo, sino con una organización de prensa que planea publicar la nota.

Algunos individuos pueden considerarse muy peligrosos para que los periodistas puedan acercarse a ellos. En algunos casos, es aconsejable acercarse al abogado del sujeto más que al individuo directamente. El sujeto o su abogado deberán comprender que la nota ya fue planificada y que usted busca un comentario por motivos éticos o legales. En ausencia de un abogado, puede evaluar si es práctico o seguro comunicarse con el sujeto por teléfono, correo electrónico o correspondencia escrita.

Pero inclusive eso puede ser peligroso. Comuníquese francamente con sus editores sobre situaciones en las cuales el sujeto pueda ser demasiado hostil para acercarse. Tome en cuenta la seguridad para usted y para sus fuentes cuando considera los próximos pasos a dar. El registro público brinda a veces un medio por el cual pueda derivarse la negativa o el punto de vista de un sujeto hostil.

Acceso a la Información

Obtener documentos oficiales es un aspecto importante del periodismo de investigación. Además de brindar los beneficios sustantivos de citar documentos oficiales, la práctica puede reducir la dependencia que tienen los periodistas de comentarios provenientes de fuentes locales que podrían correr el riesgo de sufrir represalias por parte de criminales o corruptos.

Proteja a las fuentes que le brindan documentos delicados. Visite múltiples agencias con acceso a dichos registros con el fin de ampliar el caudal de fuentes posibles.

Los reporteros y editores deben conocer las leyes de información pública que rigen en cada país. El Proyecto sobre Ley de Medios Ciudadanos de Estados Unidos (Citizen Media Law Project) brinda una serie de sugerencias y herramientas para acceder a la información a partir de autoridades municipales, regionales y nacionales en Estados Unidos. El sitio de Internet Right2INFO.org compila documentos y publicaciones sobre las leyes de acceso a la información en todo el mundo. Aunque el acceso en línea a los datos gubernamentales sigue siendo irregular en todo el mundo, se ha logrado cierto avance. El gobierno de Kenia, por ejemplo, lanzó una base de datos sobre información pública en 2011. En algunas partes del mundo, incluyendo en gran parte de África, el derecho a acceder a la información gubernamental se halla consagrado en la ley, pero los procedimientos prácticos para obtener registros específicos son poco claros o no existen. Los periodistas deben consultar con expertos locales y colegas antes de buscar información en esos países. Una cantidad de organizaciones de prensa locales de todo el mundo monitorean el acceso a las leyes de información pública y los procedimientos prácticos para obtener información. (Ver Apéndice E Organizaciones de Periodistas para consultar la lista de muchos de estos grupos. El Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión tiene un amplio listado.)

Puesto que la obtención de documentos a través de medios oficiales es difícil en algunos países, muchos periodistas aún dependen de fuentes para acceder a datos gubernamentales. Los periodistas deben tomar precauciones, sin embargo, para evitar revelar la identidad de fuentes que les hayan brindado información sensible. Un periodista podría, por ejemplo, visitar varias agencias con acceso a un documento en cuestión con el fin de ampliar la cantidad de fuentes posibles y dificultarles a las autoridades o a otros la posibilidad de identificar la fuente verdadera.

El uso de documentación puede también trasladar el riesgo a los periodistas. Tenga presente que los gobiernos y los criminales han tomado acciones legales o extralegales en represalia por la revelación de material delicado. Casi la mitad de todos los periodistas encarcelados en el mundo se halla en prisión por acusaciones de haber actuado en contra de los intereses del Estado, que incluye la revelación de información que los gobiernos consideran secretos de Estado. Los criminales, a veces en connivencia con autoridades de estado, han usado la coerción en muchos países para obligar a que los periodistas revelen las fuentes de documentos incriminatorios.

Esfuerzos y Colaboración

Los periodistas están hallando modos alternativos para publicar notas peligrosas. En Asia Central y en otras partes del mundo, muchos han publicado notas riesgosas usando pseudónimos. Los medios de prensa en América Latina han publicado notas firmadas de modo genérico, como por ejemplo, “Unidad de Justicia y Paz”, rótulo usado por el periódico colombiano El Espectador.

Las organizaciones de prensa también pueden trabajar conjuntamente sobre temas peligrosos, compartiendo información y publicando notas de manera simultánea sin que estén firmadas por nadie en forma individual. Deben dejarse de lado el ego individual, las rivalidades organizacionales y las identidades políticas, étnicas o religiosas con el fin de lograr una colaboración. Este método ha sido exitoso para la divulgación de los riesgos contra los periodistas en forma individual mientras permite que los reporteros informen sobre temas peligrosos.

Los periodistas de Colombia comenzaron a trabajar en colaboración entre sí luego de una serie de ataques contra los editores y directores de medios que informaban de modo crítico sobre el narcotráfico. El ataque más conocido tuvo lugar con el asesinato en 1986 de Guillermo Cano, editor y jefe de redacción de El Espectador, crimen atribuido al líder del cártel de Medellín, Pablo Escobar. Según reveló María Teresa Ronderos, integrante de la junta directiva del CPJ en un informe de 2010, El Espectador se unió a su principal competidor, El Tiempo, y a otros medios en los meses siguientes para investigar y publicar notas sobre las numerosas prolongaciones del narcotráfico en la sociedad.

Años después, en 2004, una coalición de medios gráficos colombianos comenzó a trabajar en forma conjunta en misiones peligrosas como por ejemplo la infiltración de grupos paramilitares en la lotería nacional. Ésta y otras notas de investigación fueron publicadas de modo simultáneo en 19 revistas y periódicos colombianos. El semanario Semana encabezó otro esfuerzo de cooperación entre medios, el Proyecto Manizales, diseñado para investigar los asesinatos y amenazas contra periodistas. Mientras la violencia contra los periodistas colombianos no se ha detenido, la investigación del CPJ muestra que se ha producido con menos frecuencia y a niveles más bajos.

Colaborar a través de las fronteras entre distintos países es otro modo de enfrentar al crimen organizado. Grupos como el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), radicado en Washington, que incluye miembros de 50 países, produjo informes sin precedentes sobre temas como el contrabando de tabaco y la pesca oceánica dirigida al mercado negro. El Centro de Periodismo de Investigación de Serbia, en Belgrado, y el Proyecto de Reporteo sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP, por sus siglas en inglés), en Sarajevo, revelaron en forma conjunta las propiedades en el extranjero del multimillonario serbio Miroslav Mišković.

Signos de Advertencia

Los periodistas deben observar con atención la presencia de señales que indiquen que están siendo vigilados, comenta el Proyecto de Reportaje sobre Crimen y Corrupción de Sarajevo. (Ver Capítulo 9 Riesgos Sostenidos para consultar por más consejos sobre vigilancia.) Algunas firmas de seguridad privada han agregado detección de vigilancia a los programas de entrenamiento en medios hostiles que brindan a periodistas. (Ver Apéndice B Entrenamiento Sobre Seguridad que incluye una lista de estas empresas.) Saber que están siendo vigilados puede darles a los periodistas y editores tiempo para considerar opciones. Esto incluye la decisión de si seguir trabajando en la nota periodística o no, designar otros reporteros para el trabajo, involucrar a otras organizaciones de prensa, confiar e informar sobre el asunto a las autoridades y reubicar a los periodistas y a sus familias. Los periodistas deben estar consientes de las posibles reacciones al estrés que pueden llegar a sufrir ellos y sus familias al dedicarse a cubrir casos de crimen y corrupción. (Ver Capítulo 10 Reacciones Frente al Estrés.)


Próximo capítulo: 6. Asuntos Civiles y Disturbios

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Tabla de Contenidos

4. Conflicto Armado

6. Asuntos Civiles y Disturbios
 



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