El estrés postraumático es una reacción normal ante acontecimientos anormales. El estrés puede afectar no sólo a corresponsales de guerra, sino también a periodistas que cubren toda tragedia que involucre dolor o pérdidas de vidas humanas. Las ejecuciones por pena de muerte, los tiroteos al azar, los bombardeos terroristas, el ataque sexual, el abuso sexual de niños, la violencia doméstica, los suicidios y la intimidación pueden ser causas de estrés extremo.

Manual de Seguridad para Periodistas del CPJ

 

10 Reacciones Frente al Estrés


Las Reacciones Frente al Estrés Entre los Corresponsales de Guerra:
Un Estudio Clave

Realizado en 2002. Se estudiaron 140 corresponsales de guerra

28,6%
Preponderancia del desorden de estrés postraumático de por vida
21,4%
Índice de depresión
14,3%
Índice de abuso de sustancias nocivas

Feinstein A., Owen J., Blair N. “A Hazardous Profession: War, Journalists, and Psychopathology.” American Journal of Psychiatry. 159 (9): 1570-1576.



El estrés postraumático es una reacción normal ante acontecimientos anormales. El estrés puede afectar no sólo a corresponsales de guerra, sino también a periodistas que cubren toda tragedia que involucre dolor o pérdidas de vidas humanas. Las ejecuciones por pena de muerte, los tiroteos al azar, los bombardeos terroristas, el ataque sexual, el abuso sexual de niños, la violencia doméstica, los suicidios y la intimidación pueden ser causas de estrés extremo.

El estrés postraumático se manifiesta de muchas maneras. El individuo que experimenta estrés puede ser capaz de expresar sólo la sensación de que algo no está bien, o de que debería haberse hecho más. Para los periodistas cuya tarea es observar e informar sobre los acontecimientos, no actuar sobre ellos, el mero hecho de observar tragedias humanas puede cobrarse un precio emocional. Los periodistas que entrevistan a víctimas de situaciones traumáticas, de hecho, pueden verse expuestos y experimentar lo que los expertos llaman trauma secundario o vicario. Los editores de imagen y de video pueden padecer traumas al manipular imágenes espeluznantes, una detrás de la otra. Los jefes de redacción de todas las jerarquías pueden sufrir situaciones traumáticas por el estrés que supone ayudar a manejar los riesgos que sus reporteros y fotoperiodistas enfrentan, especialmente luego de producirse heridas o pérdidas fatales.

Signos de Estrés

Reuters Los signos del estrés son a menudo sutiles. Un periodista puede parecer más ansioso, irritable, retraído, insensible, deprimido, triste o enfadado, y las emociones pueden ser sostenidas o fluctuantes. Los síntomas físicos pueden incluir desórdenes alimenticios o en el sueño, pulso cardíaco acelerado, sudoración, ataques de pánico, cefaleas, náusea y dolor en el pecho. Se vuelven frecuentes las tensiones en las relaciones personales y laborales. Del mismo modo, el consumo de alcohol o drogas. Otros signos incluyen una concentración exacerbada en el trabajo, como si se estuviera intentando, igual que sucede con otros comportamientos compulsivos, evitar sentimientos incómodos.

¿Qué tan habitual resulta el estrés postraumático entre periodistas? Más de uno entre siete periodistas que trabajan en Estados Unidos y en Europa, que fueron tomados como muestra en general en un estudio de 2001 realizado por los académicos alemanes Teegen y Grotwinkel mostraron signos constantes de estrés alto o desórdenes de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés). En un estudio de 2003 realizado por el psiquiatra canadiense Anthony Feinstein, más de uno en cuatro corresponsales de guerra mostraban señales de estrés extremo permanente. Los estudios siguieron mostrando que los conflictos en el ámbito del trabajo, ya sea entre periodistas o entre periodistas y sus supervisores, pueden complicar las reacciones individuales al trauma.

“Los periodistas son una tribu resistente”, observó Bruce Shapiro, director ejecutivo del Centro Dart de Periodismo y Trauma, en un discurso pronunciado en Melbourne, Australia, “pero somos también tan vulnerables a las heridas psicológicas, no menos que los bomberos, la policía, los paramédicos, o los soldados –y necesitamos entrenamiento, apoyo psicológico, y liderazgo consciente sobre estas cuestiones”.

El estrés postraumático es un diagnóstico establecido en 1980 por clínicos que trabajaban con veteranos estadounidenses de la Guerra de Vietnam. Este desorden supone una preponderancia de síntomas que duran varios meses o más. El desequilibro puede también comprender síntomas más molestos, incluyendo retraerse emocionalmente o dejar de sentir, un temor exacerbado, enojo o culpa, impotencia, híper vigilancia ante la percepción de amenazas, conciencia disminuida y confusión.

El PTSD puede además cambiar el modo en que se comunican las redes neuronales entre sí dentro del cerebro, y los cambios pueden “suscitar que se restablezcan o vuelvan a vivir experiencias pasadas”, observa Matthew Friedman, director ejecutivo del Centro Nacional de la Asociación de Veteranos estadounidenses para el desorden Postraumático. Si no se trata, el PTSD puede también exacerbar una serie de problemas médicos como la hipertensión.

La buena noticia es que los médicos establecieron el fenómeno del crecimiento postraumático. “Hablamos de un cambio positivo que viene como resultado de la lucha contra un mal difícil”, relató a The Washington Post en 2005 el psicólogo de la Universidad de Carolina del Norte, Lawrence G. Calhoun. El crecimiento postraumático involucra una mejor sensación de sí mismo, relaciones con otros, capacidad para resolver dificultades, y una valoración de la vida después de la recuperación, emergiendo renovados luego de haber superado una experiencia traumática.” El crecimiento sucede en gente que se ha enfrentado a crisis graves en su vida desarrollando un sentido de que han aparecido nuevas oportunidades como consecuencia de la lucha, abriendo posibilidades que antes no estaban presentes”, observaron en unos artículos, investigadores de UNC en Charlotte.

Cuidarse

Reconocer que uno está traumatizado puede ser el paso más difícil. Muchos periodistas y soldados tienen en común el hecho de que la cultura dominante para ambos grupos se ha resistido a reconocer el impacto del trauma. “Todavía no estoy seguro de que nuestra cultura esté preparada para aceptarlo”, indicó el General George W. Casey Jr., jefe del estado mayor del ejército de Estados Unidos en 2009 en una entrevista con The New York Times. Explicar la necesidad de lidiar con el estrés emocional puede ser difícil para alguien joven que simplemente desea “estar con sus amigos y tomar cerveza”, comentó.

Los periodistas necesitan aprender a cuidarse. Sólo tomarse un descanso puede ser invalorable. Igual que encontrar el coraje de contarle a un editor que necesito un nuevo tema para investigar. Inclusive aún más importante puede ser permitirse el dolor o experimentar las propias emociones. El ejercicio físico periódico ayuda a aliviar el estrés, según confirman los expertos científicos. Los Institutos Nacionales del Centro de Salud para la Medicina Complementaria y Alternativa informan que los ejercicios que integran cuerpo y mente como el yoga, tai chi, qi gong y meditación pueden resultar beneficiosos.

Articular las emociones es otro modo de aliviar el estrés. Los periodistas sólo pueden beneficiarse de debatir sus experiencias entre sí. El lugar podría ser una redacción o un café cercano. Los jefes de redacción deben ayudar a crear oportunidades y foros para que se produzcan estas charlas. “Lo que realmente necesitaba era tiempo con colegas periodistas, hablar de todas las cosas que sucedieron”, comentó Penny Owen de The Oklahoman en una entrevista con el Centro Dart luego de que se produjera el atento explosivo contra el edificio federal en Oklahoma, en 2005. “Cuando al fin aterrizamos, estábamos todos tan cansados del bombardeo que nunca nos dimos tiempo para hacer una sesión y conversar del tema”. Sea cual fuese el espacio, el contexto debe ser tal que nadie se sienta juzgado y los periodistas estén seguros para poder abrirse frente a los demás.

Dialogar con un terapeuta es otra opción para los periodistas que enfrentan estrés emocional. El Centro Dart brinda una guía para elegir terapeuta. Muchos terapeutas tienen experiencia en estrés postraumático, y a veces una recomendación de un amigo es el mejor lugar para empezar y hallar un buen especialista. (Algunos planes de seguro de salud ayudarán a cubrir los costos. Ver Capítulo 1, sección sobre Cobertura de Seguro, y Apéndice C sobre Proveedores de Seguros). Algunas culturas son más resistentes que otras a reconocer el estrés postraumático. Los periodistas que viven en países en donde hay poca conciencia del tema tal vez deban consultar en el sitio de Internet del Centro Dart.


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9. Riesgos Sostenidos

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