El periodista guatemalteco José Rubén Zamora, fundador de elPeriódico, habla con la prensa el 18 de octubre de 2024 en Ciudad de Guatemala, antes de salir de la prisión para cumplir arresto domiciliario. Posteriormente un tribunal le ordenó regresar a prisión. (Foto: AP/Moisés Castillo)

“Siempre voy a luchar”, dice José Rubén Zamora al CPJ antes de que un tribunal ordenara su regreso a la cárcel

Menos de un mes después de que el periodista guatemalteco José Rubén Zamora comenzara a cumplir arresto domiciliario, un tribunal de apelaciones le ordenó regresar a la cárcel el 15 de noviembre de 2024. Zamora continúa su arresto domiciliario mientras sus abogados y la Procuraduría General de la Nación apelan el fallo, su hijo declaró al CPJ.

La decisión es un nuevo golpe a la libertad de prensa en Guatemala. Zamora, presidente de la extinta publicación elPeriódico, ya había cumplido 813 días en prisión y había sufrido años de hostigamiento gubernamental por una cobertura informativa que desafiaba a la élite política del país.

Zamora fue condenado a una pena de seis años de cárcel en junio de 2023 por el delito de lavado de activos, un fallo que muchos calificaron de persecución política. Un tribunal de apelaciones revocó el fallo en octubre de 2023 y el nuevo juicio ha sido aplazado debido a las constantes trabas procesales.

El CPJ ha instado reiteradamente al Gobierno guatemalteco, y en especial al presidente Bernardo Arévalo, a poner fin a los procesos judiciales contra Zamora y al hostigamiento de su familia y del gremio periodístico.

En una entrevista ofrecida al CPJ antes de que se le revocara la medida de arresto domiciliario, Zamora habló del impacto de estos cargos sobre su persona, de su firme compromiso con la libertad de prensa y de las crecientes amenazas que enfrentan los periodistas en un clima cada vez más represivo.

Se ha editado la entrevista para hacerla más clara y concisa.

¿Cómo ha sido esta vuelta a casa después de más de 800 días en una cárcel?

Ha sido una experiencia llena de intensas emociones e inesperados momentos. Se vinieron a mi casa unas 10 personas que fueron las que de manera rotativa me estuvieron llevando comida y me visitaban, me acompañaban una hora a la semana cada uno y me trajeron para acá y se fueron a las cuatro de la mañana. Me despertaron a las ocho. [Era una llamada] de la Sociedad Interamericana de Prensa, los directores estaban reunidos en Córdoba, Argentina, y querían conversar conmigo.

He tenido días de siete entrevistas, me han querido ver los embajadores de Europa, Estados Unidos, de América Latina. Después he salido a caminar en la calle, camino 10 kilómetros diarios y toda la gente detiene su carro y se baja a tomarse fotos y me han abrumado con cariño y afecto. 

Ha sido intenso, ya no estaba acostumbrado a socializar. Siempre he sido muy tímido y escribo, no hablo en público. También tengo problemas de salud que debo atender, pero aquí estoy, tratando de adaptarme. 

Y consciente de que estoy preparado, que en cualquier momento me pueden venir a traer de regreso [a la cárcel]. Y estoy listo para cuando vinieran y regresar otra vez. Y volveré a salir y llegará el momento que me tienen que dejar libre.

El periodista guatemalteco José Rubén Zamora, presidente de elPeriódico, asiste a una audiencia en el Palacio de Justicia de Ciudad de Guatemala el 8 de agosto de 2022. El 9 de agosto, un juez le ordenó a Zamora permanecer en régimen de prisión preventiva mientras la Fiscalía seguía adelante con una investigación penal. (AFP/Johan Ordóñez)

¿Cómo fue su experiencia en la cárcel de Mariscal Zavala, ubicada en una base militar en la zona norte de Ciudad de Guatemala? 

Mariscal Zavala fue un shock. Vinieron por mí [en julio de 2022], entraron por el techo 18 hombres con pasamontañas, fusiles, carros sin placas. Y me llevaron. Nunca me dijeron de qué se trataba.

Pasé 14 días sin dormir con una luz morada que no podía ver bien. No había teléfono y no me dejaron hablar con mis abogados. En lo que salí a la primera audiencia, las autoridades entraron en mi celda y en una bolsa dejaron centenas de insectos. Me entraron gusanos en los brazos, en los muslos, en las piernas. Logré entrar un insecticida y acabé con los animales, pero me intoxiqué. Cambiado el gobierno, mis condiciones cambiaron. Me permitieron tener luces fuertes y me permitieron poner un calentador, calentar mi comida.

La fiscalía dice que no lo persigue a usted como periodista, sino como empresario. ¿Cómo responde usted ante esas cosas?  

Para mí es difícil pensar que José Rubén Zamora no es periodista. Si es a lo único que me he dedicado. Me siguieron siete meses, me quisieron meter en la cárcel. Si a eso se suma que pidieron penas de 20 años, igual que la pena máxima de lavado o chantaje, por escribir columnas de opinión, este argumento pierde credibilidad. 

¿Quiénes lo persiguen? ¿Quiénes están detrás de todo este plan? 

​Nuestra democracia experimentó una metamorfosis siniestra. Y cada cuatro años hemos venido eligiendo un presidente ladrón por nombre que gobierna con las estructuras del alto mando militar, el crimen organizado y los monopolios. Y siempre les disgustó que elPeriódico no estaba alineado con sus intereses y que éramos independientes y denunciábamos la corrupción y el narcotráfico, que forman parte de ese sistema.

Pero en 2007 se volvieron más: una estructura criminal. Es una una amalgama de intereses, que se adueñaron del país, que son insensibles a los problemas de la gente. Creo que habría sido mejor para ellos que yo hubiera seguido con mi periódico porque, al final, sacar a la luz su corrupción era menos perjudicial que mi encarcelamiento.

Esta no es la única vez que usted ha estado en peligro por su profesión. ¿Cómo ha afectado esto a José Rubén a nivel personal, a su familia?

Mis hijos jamás pararon. Les dañó su vida, su moral, pero nunca se rindieron ni se sintieron avergonzados, sino que trabajaron muy bien. El más pequeño quería ser un académico, sacar su doctorado, estaba con una carrera muy sólida y tuvo que irse con su mamá porque lo estaban persiguiendo. Está sin trabajo y no tiene todavía papeles. Ha sido muy duro para ellos y para mí.

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El periodista guatemalteco José Rubén Zamora llega esposado a una audiencia en el Palacio de Justicia de Ciudad de Guatemala el 15 de mayo de 2024. (Foto: AFP/Johan Ordóñez)

En 2023 la Corte de Apelaciones anuló su sentencia por cargos de lavado de dinero. ¿Qué significa esto para usted en términos legales y personales?

No tengo certeza, porque estoy pidiendo que regresáramos hasta la audiencia de ofrecimiento de pruebas. Espero que me dejen llevar los testimonios de los peritos y de la persona que hizo la transacción conmigo. Espero que el caso de las boletas y otro de obstrucción, que considero ridículos, desaparezcan en la audiencia intermedia. La han detenido y estirado, pero inevitablemente tendrá que tener lugar. Y eso me permitiría que regrese mi esposa. 

¿Cuál es el estado de los casos? 

El nuevo juicio por los cargos de lavado de dinero y extorsión está programado para el 25 de septiembre de 2025, cuando se decidirá la segunda audiencia, probablemente en 2026. El caso no tiene base porque el Ministerio Público está tratando de conseguir gente que me denuncie por chantaje. La hipótesis es que el dinero ilícito procedía de chantajes. Y si no hubo chantaje, no habría lavado. En el caso de lavado, no me dejaron llevar pruebas. 

Me dijeron que si yo aceptaba los cargos de los que me iban a acusar y pedía perdón al [expresidente Alejandro Giammattei], a su compañero Miguel Martínez y le pedía disculpas a la prensa por mis “inmoralidades”, que me podía venir a mi casa. Cuando no acepté los cargos, persiguieron a mi esposa y a mi hijo pequeño por el uso de documentos falsos. Pero no eran documentos falsos de viaje porque les dieron inmigración.

Además, todo esto ocurrió en una vista unilateral en la que no se me informó de los cargos ni se me permitió defenderme. Este caso no tiene pruebas, pero lo que hace el Ministerio Público es que, cada vez que hay una vista, se denuncia al juez, y los fiscales no se presentan, lo que deja el caso en el limbo.

¿Qué significó el bloqueo de sus cuentas, la incautación de básicamente todo para usted? ¿Qué significó el cierre de elPeriódico para usted? 

Para mí fue devastador. Antes de la pandemia no tenía ninguna deuda y ahora tengo deudas con bancos. No puedo ni siquiera responder, porque mis cuentas siguen congeladas después de dos años. Hay una presión fuerte.

Lamentablemente elPeriódico cerró. ¿Cómo se tomó esa decisión y cómo la vivió?

Fue solo realizar en soledad. Fui testigo del colapso de todo sin poder hacer nada. 

En algún momento pensé: “No importa si me defiende el mejor abogado del mundo o alguien sin experiencia, el resultado será el mismo”. Eso me dio una serenidad profunda, porque entendí que no controlaba nada. Decidí flotar. Llegué a pensar que me iba a quedar en la prisión el resto de mi vida.

Si no fuera por organizaciones como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que no sólo me ayudaron a salir sino que también me brindaron un apoyo que nunca esperé, no sé cómo habría podido continuar.

El periodista guatemalteco José Rubén Zamora, presidente de elPeriódico, al momento de ser arrestado en Ciudad de Guatemala el 29 de julio de 2022. (Foto: AFP/Johan Ordóñez)

¿Qué impacto cree usted que tuvo el cierre de elPeriódico para Guatemala y la prensa en este país? 

Guatemala perdió su medio más beligerante e irreverente. Estábamos en contra de los abusos del poder, del terrorismo de Estado, de la impunidad y de la corrupción. Y, en favor de la democracia, la libertad y la igualdad de oportunidades. Éramos tal vez el medio más irreverente, más molesto y más incómodo. 

A pesar de ser pequeños, sabíamos que causábamos un importante daño moral a los grandes ladrones del país, lo que nos producía una gran satisfacción.

¿Cómo ve la situación actual de la libertad de prensa en Guatemala, especialmente en relación con los periodistas que investigan y publican los abusos de poder bajo este gobierno, en comparación con el anterior?

Este presidente es una excepción. Es un hombre decente pero carece del control del Congreso y de la Justicia. El Ministerio Público lo está persiguiendo. Estoy seguro de que quieren quitarle su inmunidad para someterle a un proceso judicial. 

He visto con satisfacción que muchos periodistas siguen trabajando y que no se han rendido, aún siguen corriendo riesgos. La libertad no es filosófica, es existencial. Y sucede cuando se rechaza a los abusos de los poderes establecidos. 

Mirando hacia el futuro, ¿se ve continuando en el periodismo?

Quisiera seguir en el periodismo pero mis abogados me han dicho que tuviera cuidado. Me encarcelaron por dos razones: porque viajaba mucho y porque puedo influir en los medios. Por eso, en los próximos dos años, debo callarme, aunque sea difícil hacerlo.

A pesar de todo, siempre seguiré luchando. Debemos mantener la paciencia, el coraje y la fe sin perder la esperanza. Es esencial desarrollar la capacidad de doblegar nuestros miedos y, siempre que sea posible, romper fronteras. 

Al fin y al cabo, la libertad es el único pilar de la democracia.