Por Gulnoza Said
La muerte de Yevgeny Prigozhin, fundador del ejército mercenario ruso Wagner, en agosto de 2023, acaparó titulares en todo el mundo, mientras se especulaba que el presidente Vladímir Putin estaba implicado. Sin embargo, para observadores de la libertad de prensa, la muerte llamó la atención por otro motivo: pudiera abrir el camino a los intentos, bloqueados desde hace mucho tiempo, por obtener justicia para los tres periodistas rusos que murieron asesinados cuando se disponían a investigar las operaciones de Wagner en la República Centroafricana (RCA) en 2018.
Prigozhin falleció en un accidente aéreo en agosto de 2023, luego de encabezar un fallido levantamiento armado contra el Kremlin, que niega haber estado implicado en la muerte. La muerte del líder mercenario ha provocado la reestructuración de su extenso imperio empresarial en África, y el Kremlin se prepara para asumir el control de algunas operaciones, mientras que otras probablemente quedarán bajo el control de Wagner. En medio de estos cambios, se ha dado una oportunidad para que las personas que tengan información sobre el asesinato de Orkhan Dzhemal, Kirill Radchenko y Aleksandr Rastorguyev la presenten, pues individuos anteriormente vinculados con Wagner se sienten con mayor libertad para hablar.
“[Desde la muerte de Prigozhin], hemos recibido muchos datos sobre el asesinato de Orkhan, Kirill y Aleksandr, y hemos verificado cada posible pista”, declaró un representante del Dossier Center, una organización sin fines de lucro con sede en Londres que ha investigado los asesinatos, quien solicitó el anonimato al CPJ por motivos de seguridad. El representante expresó que ex mercenarios de Wagner y otros individuos se han acercado a la organización, y que algunos de ellos han pedido dinero o ayuda para recibir visados a cambio de información valiosa. De acuerdo con el representante, la organización estaba verificando todas las pistas y no podía dar ningún otro comentario al respecto.
Independientemente de que estas pistas sean útiles o no, la sola idea de que haya nueva información sobre el estancado caso ha dado esperanzas a los familiares y colegas de los periodistas, quienes creen que la presentación de pruebas concretas puede destrabar el caso y obligar a las autoridades rusas y de la RCA a impulsar sus presuntas investigaciones sobre el misterioso asesinato de los periodistas, o por lo menos dar lugar a una investigación independiente.
La última cobertura
Cuando los tres periodistas rusos llegaron a la RCA el 28 de julio de 2018 para investigar las actividades del grupo Wagner, probablemente no tenían idea del peligro que los acechaba. Dzhemal, un conocido corresponsal de guerra, era el más experimentado de los tres, pues había reportado desde Siria, Afganistán, Libia y territorios ucranianos ocupados por Rusia. Radchenko también había reportado desde Siria, mientras que Rastorguyev había dado cobertura al activismo en Rusia.
Los tres estaban emocionados por investigar las actividades del grupo Wagner como ejemplo de la creciente influencia de Rusia en África. En esa época, Prigozhin, un influyente empresario, todavía no había admitido públicamente ser el fundador de Wagner, aunque muchos medios ya habían informado sobre sus vínculos con el grupo. La estrecha alianza de Prigozhin con Putin hacía que el viaje incluso despertara mayor interés para los periodistas. El empresario era conocido como “el chef de Putin” porque su empresa de catering —objeto de sanciones estadounidenses— era la preferida del Kremlin.
Los periodistas le propusieron el proyecto al Centro de Gestión de Investigaciones (TsUR, por sus siglas en ruso), un medio de periodismo investigativo financiado por Mikhail Khodorkovsky, el exiliado oligarca disidente ruso y crítico de Putin, que accedió a financiar el proyecto. Khodorkovsky también financiaba el Dossier Center, la organización que investiga los asesinatos.
Los tres periodistas llevaban apenas tres días en el terreno, durante los cuales visitaron un antiguo palacio en Berengo convertido en base militar, donde mercenarios rusos estaban entrenando soldados, según la BBC. También tenían pensado viajar a Bambari para reunirse con un contacto local. El 30 de julio, cuando se trasladaban en auto al norte del poblado de Sibut, unos sujetos armados no identificados los atacaron. Un periodista recibió tres disparos en el corazón, lo cual ha hecho pensar que se trataba de un atentado profesional; mientras que otro fue golpeado y posiblemente torturado, según el representante del Dossier Center.
Luego de los asesinatos, Khodorkovsky prometió encontrar a los asesinos. “Haré todo lo posible por descubrir a los responsables”, escribió en una publicación de Facebook en aquella época, y agregó que “la mejor manera de honrar la memoria de las víctimas es probar que no murieron en vano, llevar la investigación hasta el final. Determinar quiénes los mataron y por qué”. Este mes, el representante del Dossier Center aseguró al CPJ que Khodorkovsky sigue decidido a cumplir su promesa.
Investigaciones paralizadas
Más de cinco años después, ni las autoridades rusas ni las de la RCA están investigando los hechos, según el hermano de Radchenko, Roman Radchenko. Junto con su padre, Aleksandr Radchenko, Roman ha estado en contacto con varios organismos y funcionarios rusos, entre ellos el Ministerio de Relaciones Exteriores, el embajador ruso ante la RCA y el Comité de Investigación, el principal organismo de investigaciones de Rusia. Sin embargo, Roman sostiene que estas autoridades dejaron de responder sus llamadas y cartas desde hace más de un año.
Después del asesinato de los periodistas, las autoridades de la RCA declararon que ellos habían muerto durante un robo perpetrado por un grupo de individuos que hablaban árabe y llevaban turbantes. Radchenko, el Dossier Center y expertos en África han puesto en duda esta versión de los hechos, que fue adoptada rápidamente por funcionarios rusos. Estos escépticos resaltan que la zona donde los periodistas murieron está alejada del territorio controlado por los milicianos musulmanes de habla árabe pertenecientes al grupo rebelde Seleka.
Funcionarios de la RCA han comunicado al Gobierno ruso que no habido ningún “avance significativo o siquiera un adelanto en la investigación”, según una entrevista ofrecida en julio de 2023 por el embajador ruso ante la RCA, Aleksandr Bikantov, a la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti.
Por correo electrónico y mediante portales web, el CPJ solicitó una declaración al Ministerio de Justicia y al Gobierno de la RCA, pero no ha recibido respuesta. El CPJ también llamó al Comité de Investigación de Rusia, pero nadie contestó al teléfono.
“Mi frustración ha sido tal que he tenido que presentar numerosas quejas ante los tribunales [rusos] por la falta de una investigación adecuada por parte del Comité de Investigación”, declaró Roman Radchenko al CPJ por vía telefónica desde Moscú. “No soy tan ingenuo como para pensar que los tribunales me van a dar la razón, pero no conozco ninguna otra manera de recibir una actualización [del Comité de Investigación]”.
La familia Radchenko está decidida a que los responsables del asesinato de los periodistas rindan cuentas ante la Justicia. Ellos han hablado con muchas personas involucradas en la investigación y han compartido sus descubrimientos, inclusive sobre la investigación del Dossier Center con el Comité de Investigación, pero dicen que las autoridades no han dado ningún seguimiento.
Lo que se sabe sobre los asesinatos
El asesinato de los periodistas probablemente se trató de una medida preventiva, según el representante del Dossier Center, pues los periodistas “no estuvieron suficiente tiempo como para descubrir algo sobre Prigozhin o Wagner”. La investigación de la organización, publicada al cumplirse el primer aniversario de los asesinatos, en 2019, y sus reportajes posteriores, demuestran que los periodistas fueron considerados como objetivos incluso antes de que llegaran a la RCA. “Los preparativos [para matarlos] comenzaron en cuanto los tres periodistas solicitaron y recibieron los visados,” declaró el representante del Dossier Center. La organización examinó los metadatos de los teléfonos de los periodistas, así como información procedente de las empresas de telefonía locales, y halló indicios de que los tres fueron vigilados desde el momento en que aterrizaron en el país.
La investigación, que en parte se realizó en el terreno en la RCA, también demostró que los movimientos de los periodistas habían sido controlados y monitoreados por un misterioso guía que solamente se comunicaba con ellos por mensajes de texto. Además, la organización descubrió que el chofer de los periodistas, quien sobrevivió, se había comunicado con un funcionario local alrededor del momento de los asesinatos. A su vez, el funcionario era parte de una cadena de comunicaciones que abarcaba a un líder local de Wagner y a un asesor del presidente de la RCA nombrado por los rusos. Según Radchenko, él intentó que el Comité de Investigación de Rusia entrevistara a los rusos con quien el chofer estaba en contacto, pero que ese organismo no lo hizo. Una de sus numerosas demandas legales acusa al Comité de Investigación de Rusia de negligencia en su investigación.
Las investigaciones se han visto bloqueadas por otros factores. Unos periodistas de la cadena CNN que viajaron a la RCA en 2019 para investigar los asesinatos fueron vigilados por operativos rusos y fueron descalificados como agentes de la CIA que buscaban “desprestigiar a Rusia” en un desaparecido medio de noticias que presuntamente era financiado por Prigozhin. Un testigo clave ruso que había coordinado el viaje de los periodistas murió en enero de 2023. Por lo menos otro testigo clave de la RCA, cuyo nombre Roman Radchenko no pudo revelar por un acuerdo de confidencialidad que tuvo que firmar con el Comité de Investigación, desapareció hace dos años. Hasta las ropas de los periodistas desaparecieron, pues fueron quemadas en la RCA.
Abundan las teorías
Familiares y amigos de los periodistas difieren sobre quién es el responsable de los asesinatos. Roman Radchenko culpa a Prigozhin, pues “los muchachos, en particular Orkhan [Dzhemal], habían comenzado a destapar información sobre el grupo Wagner en Siria y en el Donbás [en el este de Ucrania] donde Wagner ya tenía operaciones”.
Nadezhda Kevorkova, una periodista independiente y amiga de Dzhemal, cree que Prigozhin no se beneficiaba del asesinato de los periodistas, ya que la amplia cobertura de la prensa extranjera sobre el incidente atrajo atención no deseada a las actividades de Wagner en la RCA.
“Además, muchas personas en la RCA no estaban descontentas con las actividades de Wagner. Existe cierto cansancio por parte de Francia [la antigua potencia colonial], y más nadie parecía estar interesado en el país. Cuando los rusos llegaron, muchos lo vieron como una nueva oportunidad”, declaró Kevorkova al CPJ.
La periodista dice que cree que la orden de matar a Dzhemal y a los otros dos periodistas “vino desde las más altas esferas” de Rusia.
El CPJ llamó al servicio de prensa del Kremlin para solicitar su versión frente a esta denuncia, pero nadie contestó al teléfono.
Todas las personas entrevistadas por el CPJ creen que la versión oficial de las autoridades rusas sobre los hechos —que los asesinatos fueron consecuencia de un robo— no es cierta. Tanto el representante del Dossier Center como Kevorkova observaron que el dinero de los periodistas había permanecido intacto y que el combustible, el primer objetivo de los asaltos en la zona, se encontraba en el vehículo.
En su informe, el Dossier Center afirmó que las autopsias demuestran que los asesinatos “se ejecutaron de una manera profesional y deliberada” y “no pueden explicarse por el simple deseo de apropiarse de las pertenencias de las víctimas”.
En 2018, Lobaye Invest, una empresa presuntamente perteneciente a Prigozhin, pagó por el traslado del cadáver de los tres periodistas a Moscú, informó la BBC. En 2021, Prigozhin declaró que le había escrito al Ministerio de Cultura de la RCA para proponer la construcción de un monumento dedicado a la amistad entre Rusia y la RCA en el lugar donde fueron asesinados los tres periodistas.
Posible investigación
Los llamados a favor de que se investiguen los asesinatos se han estancado con el paso de los años.
Según el representante del Dossier Center, la organización se había comunicado con la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA), una misión de paz de la ONU, en numerosas ocasiones, pero en vano.
Los llamados por parte de un grupo de senadores estadounidenses a que la ONU investigara los asesinatos también han rendido pocos frutos, y la oficina del senador republicano Marco Rubio declaró al CPJ este mismo mes que no había habido ningún seguimiento desde el recibo de una carta en 2020 del secretario general de la ONU, António Guterres, en la cual decía que MINUSCA estaba brindando “todo el apoyo posible” a la investigación que se llevaba a cabo en la época en la RCA.
MINUSCA no respondió a la solicitud de declaración que el CPJ envió por medio del sitio web de la misión.
El representante del Dossier Center cree que Rusia nunca concluirá una investigación “tal [como] ha ocurrido con tantos asesinatos políticos. Los organismos internacionales deben involucrarse y se necesita una jurisdicción distinta”.
“Ninguna investigación está en marcha. Ni a Rusia ni a la RCA les interesa realizar una investigación y descubrir la verdad”, señaló el representante del Dossier Center.
“Estamos seguros de que la investigación en Rusia quedará estancada y nunca se concluirá. Estamos listos para colaborar con otras partes interesadas en descubrir la verdad, y estamos listos para compartir nuestros hallazgos con ellas”, agregó el representante del Dossier Center.
“Lo principal es que las familias sepan quiénes asesinaron a sus seres queridos y que los responsables reciban castigo. A pesar de que siempre sentirán dolor, encontrarán algún consuelo cuando se haga justicia”.