Verónica Chávez, Miguel Mora, y Lucía Pineda, después de la liberación de la prisión de Mora y Pineda el 11 de junio en Managua, Nicaragua. (CPJ)
Verónica Chávez, Miguel Mora, y Lucía Pineda, después de la liberación de la prisión de Mora y Pineda el 11 de junio en Managua, Nicaragua. (CPJ)

Encerrados en ‘pequeñas tumbas’: los periodistas nicaragüenses Mora y Pineda describen su suplicio

Miguel Mora y Lucía Pineda fueron arrestados el 21 de diciembre de 2018 en Managua, en la Redacción de 100% Noticias, y permanecieron encarcelados 172 días por presuntamente cometer los delitos de “incitar a la violencia y el odio” y “promover el terrorismo”. Ambos periodistas fueron liberados el 11 de junio y conversaron con el CPJ. En noviembre de 2019, ellos recibirán el Premio Internacional de la Libertad de Prensa, galardón que otorga anualmente el CPJ.

Por Dánae Vílchez, corresponsal del CPJ para Centroamérica

Días antes de que las autoridades arrestaran a Miguel Mora y a Lucía Pineda, ellos habían escuchado rumores de que la Policía quería desmantelar el canal de noticias digital y de cable 100% Noticias, uno de los medios independientes más importantes de Nicaragua.

Desde abril de 2018, cuando estalló una ola de protestas en Nicaragua como respuesta a un plan gubernamental para reformar la Seguridad Social, los periodistas de 100% Noticias habían recibido continuas amenazas en las redes sociales por causa de su labor informativa, y a menudo habían observado a agentes policiales uniformados o a los mismos sujetos no identificados afuera de la sede de 100% Noticias, según Pineda.

La noche del 21 de diciembre de 2018, Mora, director y fundador del canal, había acabado de presentar las noticias de la jornada y estaba cerrando la sede del canal con su esposa, la también periodista Verónica Chávez, y con Pineda, la jefa de Información de 100% Noticias.

Fuerzas especiales de la Policía ingresaron a la sede de 100% Noticias, destruyendo todo lo que estaba en su camino, y se llevaron detenidos a los tres periodistas.

“Entraron con brutalidad, sabían que estábamos trabajando y llegaron como si estuviéramos en una fortaleza con armas, nos sacaron de allí como si fuéramos delincuentes, como si fuéramos una especie de jefes del narcotráfico”, recuerda Mora.

Chávez fue liberada horas después, mientras que Mora y Pineda fueron trasladados a la prisión conocida como El Chipote, un centro que organizaciones internacionales como Human Rights Watch han descrito como lugar donde se han cometido actos de tortura.

“Fue una tortura sicológica estar allí, pasé dos semanas defecando en mi mano. Se llevaron mis anteojos, tenía un dolor horrible en los ojos, y ellos no me ayudaron. Me interrogaron más de 30 veces, cuestionaron nuestro trabajo, y querían obligarme a que le ofreciera disculpas al presidente [Daniel] Ortega”, declaró Pineda al CPJ el día de su liberación.

Ambos periodistas fueron liberados el 11 de junio, luego de pasar 172 días en prisiones de máxima seguridad, aislados de otros reclusos, en malas condiciones sanitarias, y sin acceso a la luz solar ni a áreas de recreación.

“Estábamos encerrados en celdas de total aislamiento, como pequeñas tumbas. Las ventanas eran muy estrechas. No hablaba con nadie. Básicamente estábamos enterrados en vida”, recuerda Mora.

Aunque Pineda también posee ciudadanía costarricense, las autoridades nicaragüenses les negaron a representantes de Costa Rica en Nicaragua el acceso a Pineda mientras estuvo encarcelada, según la periodista.

“Tenía un guardia las 24 horas al día. Se estaban asegurando de que nadie entrara a mi celda y hablara conmigo”, agregó Pineda.

Ambos periodistas fueron acusados de los delitos de “incitar a la violencia y el odio” y “promover el terrorismo”. La fecha de inicio de su juicio fue aplazada cinco veces, y no tuvieron acceso a sus abogados durante su encierro. Cuando por fin resultaron liberados, fue de conformidad con una polémica ley de amnistía que ha sido duramente criticada por organizaciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque otorga impunidad por los crímenes perpetrados por la Policía y las fuerzas gubernamentales.

Mora y Pineda estuvieron entre los más de 800 presos políticos que fueron encarcelados durante las protestas antigubernamentales, la mayoría de los cuales al final fueron liberados de conformidad con la ley de amnistía, según informaciones de prensa.

El día de su liberación, Mora y Pineda fueron recogidos al amanecer por guardias que no les dieron ninguna información, según los periodistas. Ellos no sabían que los iban a liberar y salieron de la celda a regañadientes, uniéndose a otros presos políticos que estaban listos para ser liberados. Fue la primera vez en meses que pudieron hablar con otras personas, aparte de los guardias o de las ocasionales visitas familiares que les concedieron.

“Es la primera vez que hemos visto un teléfono móvil en meses. Aunque vivimos cosas horribles, salimos fortalecidos, sin ningún tipo de miedo. Creíamos que éramos inocentes y que íbamos a ser liberados”, expresó Mora.

Las protestas que comenzaron el 18 de abril de 2018, en respuesta al plan de reformas, rápidamente se transformaron en un referendo de carácter más general sobre años de inestabilidad y la deriva autoritaria del presidente Ortega, tal como Carlos Fernando Chamorro, director del importante sitio noticioso independiente Confidencial, declaró a la BBC en una entrevista realizada al cumplirse un año del inicio de las protestas. La represión ha dejado un saldo elevado de víctimas mortales: como mínimo 326 personas han muerto y miles han resultado heridas durante las protestas, según la CIDH.

Periodistas independientes que cubrían las manifestaciones a menudo se convirtieron en blancos. El 21 de abril de 2018, el periodista Ángel Gahona murió cuando informaba en Facebook Live sobre la situación tras las protestas en la ciudad de Bluefields. Periodistas de todo el país han sido objeto de amenazas, acoso y el robo de sus equipos de trabajo, al tiempo que las autoridades han censurado con regularidad a los medios audiovisuales, como lo ha informado el CPJ.

En diciembre, la violencia contra los medios se intensificó rápidamente, y el peligro salió de las calles y se instaló en las propias redacciones de los medios. La Policía allanó y ocupó la sede de Confidencial. Apenas una semana después, Mora y Pineda fueron arrestados, y la Redacción de 100% Noticias también fue expropiada. Chamorro se vio obligado a exiliarse en enero.

Ahora que salieron de la cárcel, Mora y Pineda le exigen al Gobierno que les permita regresar a la sede de 100% Noticias, para poder continuar con su trabajo.

“El Gobierno tiene que devolver 100% Noticias porque no le pertenece. Es como si alguien llegara a tu casa y te la quitara. Si no la devuelven, eso demostrará que Daniel Ortega es un ladrón”, declaró Mora.

Como mínimo 60 periodistas se han visto obligados a marchar al exilio, según Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua, una asociación con sede en Managua que se formó como respuesta a la represión de 2018. Muchos de los compañeros de Mora y Pineda en 100% Noticias abandonaron el país por la persecución. Pese a todo, ambos periodistas piensan seguir trabajando desde Nicaragua.

“Voy a Costa Rica por un tiempo a visitar a mi familia, pero queremos reabrir 100% Noticias, y exigimos que el Gobierno respete nuestro derecho a informar”, expresó Pineda.

El día en que fueron liberados, Mora y Pineda recibieron decenas de visitas de familiares, amigos y periodistas. La jubilosa respuesta a su liberación, junto con la liberación de otros líderes políticos encarcelados, se convirtió en un evento nacional, con festejos en varias ciudades.

Al reflexionar sobre su nuevo papel, Mora y Pineda dejaron claro que su compromiso con la libertad de prensa se ha fortalecido incluso más.

“Nos hemos convertido, sin quererlo, en los abanderados del periodismo en Nicaragua y un ejemplo de lo que es el periodismo en tiempos cruciales”, señaló Mora. “Estamos contentos de recibir el Premio Internacional de la Libertad de Prensa de 2019 en nombre de todos los periodistas que, por mucho tiempo, han arriesgado la vida por el simple acto de salir a reportear en las calles de Nicaragua”, concluyó.