Periodistas revisan el daño causado por el ingreso forzado al diario Tiempo Argentino, ocurrido el 4 de julio. (AP/Victor R. Caivano)
Periodistas revisan el daño causado por el ingreso forzado al diario Tiempo Argentino, ocurrido el 4 de julio. (AP/Victor R. Caivano)

Oficinas de diario y radio vandalizadas en incursión por disputa de propiedad

Nueva York, 6 de julio de 2016–Las autoridades argentinas deben investigar el ingreso forzado y el daño causado en las oficinas compartidas por el periódico Tiempo Argentino y Radio América en Buenos Aires, en un hecho ocurrido el 4 de julio, afirmó hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). El periódico es conducido por una cooperativa de periodistas tras una disputa por su propiedad a principios del año.

Un grupo de individuos liderado por Mariano Martínez Rojas, un empresario quien afirma haber comprado el diario y la estación de radio a comienzos de año, irrumpió en las oficinas en las primeras horas del 4 de julio, obligó a salir por la fuerza a tres empleados y provocó destrozos en la redacción, según trabajadores de Tiempo Argentino. Los empleados en el edificio al momento de la incursión llamaron a la policía y a periodistas para alertarlos, según informes de prensa. Fotos de las oficinas publicadas tras el ataque en medios locales muestran una pared aplastada, computadoras destruidas y gabinetes cubiertos por una gruesa capa de polvo y escombros.

El diario fue supuestamente vendido a Martínez Rojas en enero, pero los periodistas del medio sostienen que después de que el dueño original y más tarde Martínez Rojas no pagaran los salarios y los costos asociados con el funcionamiento del negocio, decidieron formar en marzo una cooperativa para continuar informando, según informes de prensa.

Una declaración de los trabajadores de Tiempo Argentino expresó que el grupo de hombres que ingresó a las oficinas “destruyó instrumentos clave para el funcionamiento de la redacción, con el claro objetivo de impedir la salida del diario y el lanzamiento de la web”. Los trabajadores indicaron que la red interna se interrumpió cuando los asaltantes cortaron los cables de la oficina.

Martínez Rojas señaló al sitio web de noticias Perfil que su entrada a las oficinas fue “autorizada” por la policía, quien ingresó con él, según su versión. Negó haber vandalizado las oficinas y acusó a los miembros del grupo político La Cámpora de haber causado los daños. “El diario es mío, la marca también, así como la empresa”, manifestó a Perfil. La Cámpora no comentó públicamente sobre la acusación pero condenó el ataque en su sitio, describiéndolo como una violación a la libertad de prensa.

Martínez Rojas y otros 10 individuos han sido imputados de los delitos de usurpación y daños, según informó el diario La Nación. El empresario fue captado por las cámaras de seguridad ingresando al edificio. También existen fotos tomadas por los empleados, según informes.

Los intentos del CPJ para contactar a Martínez Rojas resultado infructuosos.

“La destrucción deliberada de las oficinas de Tiempo Argentino y Radio América es un intento de prevenir que los medios brinden información. Resulta sumamente preocupante que la persona a quien la cooperativa de periodistas apunta como responsable es un empresario que afirma ser propietario de dichos medios”, señaló Carlos Lauría, coordinador sénior del programa de las Américas del CPJ. “Las autoridades argentinas deben conducir una investigación oportuna y enjuiciar a todos los responsables.”

El CPJ intentó comunicarse con la policía local pero un funcionario indicó que no estaba autorizada a efectuar comentarios sobre el tema.

El fiscal de Buenos Aires señaló a los periodistas que podían continuar con su trabajo y proporcionó seguridad policial, según informes de prensa.

No es la primera vez que Martínez Rojas ha intentado interrumpir el trabajo de los medios. Hace alrededor de tres semanas, la organización de prensa Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), informó que Martínez Rojas había interrumpido a la transmisión de un programa en Radio América. En esta ocasión, supuestamente entró a las oficinas y obligó a los trabajadores a transmitir música en vez del programa que estaba en el aire.

La propiedad de estos medios ha sido motivo de disputa desde principios de año. Bajo los dueños anteriores, Tiempo Argentino recibió financiamiento de publicidad estatal bajo el gobierno de la presidenta anterior, Cristina Fernández de Kirchner, a quien el periódico brindó un firme apoyo.

Medios argentinos informaron que Martínez Rojas había comprado el periódico y la estación de radio en enero, pero que después intentó rescindir la compra con el argumento de que no sabía sobre las deudas del periódico. En una entrevista con Perfil en mayo, Martínez Rojas admitió que la Ente Nacional de Comunicaciones no lo reconoció como el propietario.

Un representante del Ministerio Publico señaló al CPJ que “Mariano Martínez Rojas dice que compró el diario a Sergio Szpolski. En ningún momento presentó documentación que avale esta compra. Lo que sostienen los periodistas es que los dueños sigue siendo los anteriores propietarios.”

La cooperativa por parte de los trabajadores fue avalada desde abril por el Ministerio de Trabajo, que les otorgó la custodia del edificio, según informó El Diario 24.