Desde escenarios civiles hasta escenas de crimen y revueltas, todo esto genera condiciones imprevisibles y peligrosas. Los periodistas necesitan estar atentos a las medidas de auto-protección para evitar arriesgarse física o legalmente.
Desde escenarios civiles hasta escenas de crimen y revueltas, todo esto genera condiciones imprevisibles y peligrosas. Los periodistas necesitan estar atentos a las medidas de auto-protección para evitar arriesgarse física o legalmente.
La primera responsabilidad de cualquiera que se halle entre los primeros en responder, incluyendo la policía, operadores de ambulancias, como así también periodistas, es protegerse a sí mismos supervisando la escena y tomando conciencia de los peligros potenciales, como por ejemplo el tránsito que ingresa, las líneas de electricidad que hayan sido derribadas, y la pérdida de combustible o sustancias o gases químicos peligrosos. Como sucede en otras situaciones, deberán estar lo suficientemente cerca para observar la escena sin poner en peligro sus vidas o las de otros, o interferir con operaciones de seguridad o rescate. Los fotoperiodistas deberán aplicar un criterio semejante, comprendiendo que deben estar lo suficientemente cerca para registrar los acontecimientos. Las autoridades habitualmente establecen un cerco perimetral con el fin de mantener a los que miran, incluyendo a los periodistas, a cierta distancia; en general puede solicitar, pero no exigir, que le brinden un lugar mejor desde el cual observar los hechos. Dicho esto, se deberá alentar a que las autoridades brinden a los periodistas un lugar de observación que les permita una clara visión de las operaciones. Finalmente, los editores deberán debatir cuestiones de acceso con funcionarios de policía y de emergencias de mayor jerarquía de modo constante y desarrollar directivas acordadas mutuamente para la cobertura informativa ante escenarios de emergencia.
Cruzar las líneas policiales o desobedecer a la policía podría llevar a un arresto. Ser respetuoso tanto en el tono como en el comportamiento suele ser el mejor modo de proceder. Los periodistas que cubren escenas de emergencia o rescates deben exhibir de modo bien visible sus credenciales de prensa en todo momento.
Surgen a veces enfrentamientos entre las autoridades y los periodistas que cubren una escena. La reportera norteamericana Diane Bukowski fue hallada culpable de crímenes que incluían obstruir y poner en peligro a dos agentes de la policía estatal cuando informaba sobre las secuelas de un accidente fatal que involucró a un motociclista que era perseguido por un vehículo de la policía estatal. Las autoridades adujeron que Bukowski cruzó una línea policial; Bukowski sostuvo que no cruzó la línea y que se hallaba sacando fotografías a cierta distancia de una de las víctimas.
Las escenas de crímenes violentos pueden resultar complicadas para cubrir. Nuevamente, la primera regla en estos casos es la auto-protección. Durante un estancamiento en una negociación por rehenes, o en algún otro escenario agitado, tenga cuidado de no exponerse a riesgos o más disturbios. Una pregunta que vale responder es si los perpetradores pueden aún estar sueltos en el lugar. En el caso de un ataque terrorista u alguna otra acción pensada para atraer la atención pública, tenga presente la posibilidad de que se produzcan ataques posteriores. El CPJ ha documentado decenas de casos en los cuales periodistas que respondían a una explosión inicial, perdieron la vida cuando explotó una segunda bomba. Si fuese posible un segundo ataque o un doble bombardeo, tal vez quiera permanecer en la periferia y entrevistar a testigos que abandonan el lugar.
Muestre claramente las credenciales de prensa en una escena de crimen, incluyendo credenciales emitidas por el gobierno local si fuese posible. (Ver la sección sobre Credenciales de Prensa en el Capítulo 1). Evite los enfrentamientos con autoridades; en dichos momentos, tener alguna vinculación con oficiales de rango superior de la policía resulta provechoso. (Ver la sección sobre Preparación Básica en el Capítulo 5). Y evite el contacto con material que sea evidencia potencial; no quite ningún elemento de la escena del crimen.
Los testigos y otros sobrevivientes de acontecimientos de violencia pueden sentirse agitados o traumatizados. “Los periodistas buscarán siempre acercarse a los sobrevivientes, pero los periodistas deben hacerlo con sensibilidad, incluyendo el saber cuándo se pueden acercar y cuándo no”, observa el Centro Dart de Periodismo y Trauma en su guía, Tragedias y Periodistas. Por encima de todo, esto significa respetar los deseos de los sobrevivientes sobre si anhelan o no ser entrevistados o si quieren que se registren sus emociones; demostrar este respeto, puede conducir a que los periodistas tengan más acceso. También pueden sufrir traumas los policías y las autoridades a cargo del rescate. Comprenda que éste tal vez no sea el mejor momento para hacer preguntas ni a sobrevivientes ni a autoridades.
Usted no tiene derecho a ingresar en propiedad privada sin autorización en la búsqueda de una nota periodística. Los periodistas pueden gozar de acceso limitado a la propiedad privada cuando cubren mítines o concentraciones políticas que han sido anunciadas públicamente. Averigüe de antemano qué leyes y reglas relevantes se aplican.
Los periodistas en Estados Unidos y en otros países del mundo no pueden ingresar en propiedad privada sin el consentimiento del dueño o residente, inclusive si han estado acompañando a autoridades policiales en respuesta a la situación. “Inclusive cuando los reporteros logran acceder sin ser detenidos, pueden ser arrestados por entrar a una propiedad privada sin autorización y los dueños de la propiedad pueden demandarlos en la justicia luego del hecho, solicitando el pago de daños y perjuicios por el ingreso ilegal o invasión a la privacidad”, observa en su guía de campo el Comité de Reporteros para la Libertad de Prensa (RCFP, por sus siglas en inglés).
En la mayoría de los países, tenemos derecho a acceder a la propiedad privada cuando está abierta al público en general, aunque ese derecho esté limitado en cuanto a la posibilidad de registrar acontecimientos de modo electrónico, en contraposición con sencillamente tomar notas al respecto. Los mítines o concentraciones políticas que se llevan a cabo en propiedad privada, que podría incluir espacios, campos, escuelas públicas u otras instalaciones gubernamentales alquiladas a tal efecto, resultan a menudo lugares polémicos entre autoridades y periodistas. Los tribunales con frecuencia sostienen que los dueños privados o quienes rentan espacios de este tipo (inclusive si se trata de un espacio de propiedad pública como un parque o escuela) tienen el derecho a negarles a los periodistas el uso de videocámaras o grabadores de audio, y a pedirles que abandonen las instalaciones si se niegan a hacerlo.
Los periodistas que se niegan a abandonar el lugar pueden ser arrestados por ingreso ilegal en países como Estados Unidos y otros. Algunos periodistas sostienen que no se les dio tiempo suficiente para irse luego de que se les ordenara abandonar el lugar. En 2010, el editor del Alaska Dispatch, Tony Hopfinger, fue detenido y esposado por un guardia privado de seguridad luego de hacerle preguntas a un candidato a senador estadounidense al cierre de un mitin que se llevó a cabo en una escuela pública alquilada a tal efecto por la campaña. Luego llegó la policía, le quitó las esposas y liberó a Hopfinger, que no fue acusado de ningún delito.
Los periodistas deben estar preparados y tener cuidado cuando informan sobre acontecimientos que se desarrollan dentro o en las cercanías de propiedad privada. Se recomienda exhibir claramente las credenciales de prensa en todo momento cuando se cubren notas en propiedad privada.
Los periodistas que cubren protestas y otros disturbios civiles violentos enfrentan riesgos legales y físicos por todos los sectores, a menudo al mismo tiempo. Alrededor de 100 periodistas murieron cuando cubrían protestas callejeras y otros disturbios civiles entre 1992 y 2011, según revela la investigación del CPJ. En 2011, casi un 40 por ciento de las bajas de periodistas por su labor informativa se produjo durante situaciones de este tipo, la proporción más elevada que jamás registrada por el CPJ.
Un buen estado físico es importante al cubrir situaciones que podrían repentinamente volverse violentas; los periodistas cuya movilidad está limitada deberán ponderar los riesgos anticipadamente. Estar atentos a la ubicación es también esencial en todo momento, y esto, en general, significa encontrar un punto de observación que permita tener una visión tanto de los manifestantes como de la policía antidisturbios o de otras autoridades, sin terminar entre ambas partes. Tome conciencia de cómo estos acontecimientos se han desarrollado en los mismos lugares en el pasado. Trace rutas de salida con antelación y considere trabajar en equipo cuando cubre situaciones potencialmente violentas. Los equipos de fotógrafos y redactores, operadores de sonido y camarógrafos y equipos de producción y corresponsables le permiten a los periodistas cuidarse entre sí en tales situaciones.
En muchos países, las organizaciones de prensa contratan equipos de seguridad para que acompañen a los periodistas. La avalancha de ataques contra periodistas durante la revolución en Egipto en 2011 y sus secuelas subrayaron las violentas situaciones que los periodistas pueden enfrentar durante momentos de descontento popular. Los periodistas también deben conocer cuáles son las leyes y prácticas en caso de que las fuerzas de seguridad o los manifestantes exijan revisar o confiscar los cartuchos de video u otro material grabado.
La vestimenta debe elegirse con atención, incluyendo el decidir si conviene llamar la atención o mezclarse con la gente. La ropa debe ser suelta y elaborada en tela natural, dado que los materiales sintéticos pueden prenderse fuego y arder con más rapidez, observa la Federación Internacional de Periodistas de Bruselas. Se aconseja asimismo usar buen calzado con apoyo apropiado y flexible, y suelas anti-deslizantes.
Trate de mantenerse alejado de lo que pueda resultar perjudicial. Uno podría pensar en los periodistas como árbitros en el campo de juego. El árbitro debe estar lo suficientemente cerca para observar el juego con precisión, aún así debe tomar todas las precauciones para evitar mezclarse en la acción. Cuando se cubre la información sobre protestas y disturbios populares, evite quedar atrapado entre grupos enfrentados o terminar en medio de alguna multitud. “Caminen a los costados de los manifestantes”, recomienda el periodista suizo Dominik Bärlocher del sitio de Internet J-Source perteneciente al Proyecto Canadiense de Periodismo. “La gente que arroja piedras y objetos de esa índole en general lo hace desde el sector medio de la muchedumbre donde pueden mezclarse con la multitud”.
Exhibir las credenciales de prensa o mantenerlas fuera de la vista (pero aún así accesibles para ser exhibidas cuando lo soliciten), es una decisión importante para los reporteros que cubre protestas. En algunas circunstancias, puede ser mejor parecer un civil cualquiera y mantener las credenciales de prensa fuera de la vista, en un bolsillo cerrado y rápidamente accesible, como sugiere Bärlocher en J Source. En cualquiera de los dos casos, los periodistas deben evitar usar ropa como pañuelos coloridos o rompe vientos azules, que podría asemejarlos a manifestantes o a fuerzas de seguridad. En situaciones en que podría ser peligroso que lo confundieran con un manifestante, todos los periodistas deben exhibir sus credenciales de prensa. Para periodistas de radio y televisión, y para otros periodistas que usan equipos para registrar acontecimientos, casi siempre es mejor exhibir una tarjeta de prensa plastificada.
Nunca recoja nada arrojado durante una manifestación. No sólo podría tratarse de un explosivo de fabricación casera o un dispositivito combustible, sino que al hacerlo puede generar sospechas en la policía quien presumirá que usted también es manifestante.
Considere qué cosas llevar cuando cubren una manifestación o un suceso semejante. Bärlocher recomienda una mochila “con una tira al menos cruzándole el pecho y….otra en la cintura”. Para evitar que “golpee contra usted y le impida moverse, especialmente cuando corre”. Todo el contenido de la mochila deberá ser prescindible, entre las cosas a llevar se incluye agua mineral (preferentemente en un bolsillo lateral y abierto), una toalla y un pequeño botiquín de primeros auxilios. Tenga conciencia, sin embargo, de que llevar una mochila, como a menudo hacen los manifestantes, podría conducir a que las fuerzas de seguridad lo confundan con ellos.
Llevar una lima, limón, u otra fruta cítrica puede ser una buena idea, conforme a lo que sugiere la Federación Internacional de Periodistas. La fruta puede exprimirse sobre un área de piel afectada para neutralizar el efecto de irritantes químicos. Una toalla húmeda también puede ayudar a protegerle el rostro de los efectos de agentes externos como gas lacrimógeno o cócteles Molotov. Una máscara antigás, antiparras para nadar, o protección ocular industrial puede también protegerlo contra gases lacrimógenos o gas pimienta. (Eviten usar lentes de contacto si creen que puede llegar a utilizarse gas lacrimógeno o pimienta.) Chalecos livianos para blindaje del cuerpo diseñados para detener puñaladas o balas de goma, junto con gorras recubiertas de metal, pueden resultar recomendables en situaciones particularmente descontroladas. La Federación Internacional de Periodistas recomienda que fotógrafos y camarógrafos lleven cartuchos y tarjetas de memoria falsos para entregar en caso de que les exijan los verdaderos.
Los periodistas deben obedecer las órdenes de las fuerzas de seguridad, aunque las autoridades en ocasiones detienen a periodistas sin antes haber impartido ninguna orden. Por lo menos cuatro periodistas figuraron entre los cientos de detenciones que se produjeron cuando se cubrían las protestas relacionadas con la Convención Republicana de 2008 en St. Paul, Minnesota. Los periodistas fueron arrestados sin previa advertencia cuando la policía intentaba acorralar a manifestantes y periodistas que cubrían sus acciones en un estacionamiento cercado. Días después, la policía arrestó a decenas de periodistas junto a cientos de manifestantes luego de cerrarles el paso a ambos lados de un paso elevado en una autopista.
Mantenga la calma si es arrestado. Si elige contradecir al funcionario que lo arresta, bien podría empeorar la situación. Si va a hablar, haga todos los esfuerzos posibles para mantener una conducta profesional cuando explica que es un reportero y está informando. (No tienen importancia las simpatías que pueda tener por quienes están en escena; lo que realmente importa es que los periodistas no actúen como participantes sino como observadores.) Si las autoridades deciden seguir adelante con la detención, cumpla con las órdenes y espere la oportunidad de presentar su caso con calma ante una autoridad supervisora.