Honduras debe permitir que reabran medios afines a Zelaya

Nueva York, 28 de septiembre de 2009—El gobierno interino de Honduras debe permitir que dos medios privados leales al derrocado Presidente Manuel Zelaya vuelvan al aire de inmediato, señaló hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). Tras un nuevo decreto que suspende las libertades públicas, funcionarios hondureños cerraron hoy temprano la Radio Globo y el Canal 36 de televisión, según informes de la prensa local e internacional.

“Los ciudadanos hondureños tienen el derecho a estar debidamente informados sobre lo que está ocurriendo en el país en este momento tan delicado”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Exhortamos al gobierno interino a descartar las restricciones a la prensa, a reabrir de inmediato los medios suspendidos y a respetar el derecho de los periodistas a informar con total libertad”.

Cerca de las 5:30 a.m., decenas de soldados y policías allanaron las oficinas de Radio Globo y Canal 36, según informes de la prensa internacional. Los funcionarios confiscaron material y equipos de los medios, según el diario hondureño El Heraldo. Dos periodistas que cubrían el operativo para la cadena televisiva guatemalteca Guatevisión fueron golpeados por la policía hondureña, informó el diario La Prensa.

Los medios son considerados afines a Zelaya y han sido sumamente críticos del gobierno interino conducido por Roberto Micheletti. Radio Globo y Canal 36 han sido forzados a salir del aire en varias ocasiones desde que Zealya fue derrocado hace tres meses.

Los medios fueron sacados del aire por cláusulas de un decreto gubernamental anunciado el domingo tarde, que suspende garantías constitucionales sobre libertades civiles por 45 días, el vocero del gobierno, René Zepeda, indicó a los reporteros. El gobierno señaló que las suspensiones estaban dirigidas a contrarrestar intentos de desestabilización por parte de simpatizantes de Zelaya, que habían planeado una marcha para hoy en la capital, Tegucigalpa. El gobierno no detalló cuánto tiempo estarían los medios clausurados.

El artículo 4 del decreto autoriza a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones a suspender a cualquier medio que “atente contra la paz y el orden público”, o que emitan publicaciones que “ofendan la dignidad humana, a los funcionarios públicos, o atenten contra la ley y las resoluciones gubernamentales”.

Las tensiones han escalado en Honduras luego de que Zelaya, quien fue derrocado por un golpe militar el 28 de junio, regresara en secreto del exilio hace una semana y buscara refugio en la embajada de Brasil. El regreso de Zelaya ha desatado un tenso enfrentamiento con el gobierno interino. Zelaya sigue reclamando su vuelta al poder, mientras que el gobierno de facto ha prometido arrestarlo. El gobierno de Micheletti afirmó que las elecciones presidenciales de noviembre pondrán fin a la crisis.

Las condiciones de libertad de prensa se han deteriorado desde que Zelaya fue derrocado, según la investigación del CPJ. Las fuerzas de seguridad hondureñas cerraron estaciones de radio y televisión locales, bloquearon transmisiones de cadenas internacionales de noticias, y detuvieron brevemente a periodistas tras el golpe, indican las investigaciones del CPJ. Mientras se intensifican las tensiones políticas, algunos medios han ofrecido, en ocasiones, una cobertura sesgada. Agresores no identificados han atacado a medios de comunicación y han acosado a periodistas que cubrían ambas partes de la crisis política. Las oficinas del diario El Heraldo fueron atacadas por individuos no identificados el 15 de agosto. Un reportero murió a balazos el 4 de julio. El CPJ está investigando si su muerte tiene vínculos con la crisis política o con su trabajo como periodista.