periodistas encarcelados

Internet agrava el número
de periodistas encarcelados

Más están detenidos sin debido proceso, según censo del CPJ

Nueva York, 7 de diciembre del 2006–El número de periodistas encarcelados por su trabajo en el mundo aumentó por segundo año consecutivo y actualmente uno de cada tres es blogger en la Internet, editor o reportero en la Web, según un análisis del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

El análisis anual del CPJ sobre la situación mundial encontró que 134 periodistas estaban en la cárcel el 1 de diciembre, es decir, nueve más que en el 2005. China, Cuba, Eritrea y Etiopía encabezan el censo de 24 países que encarcelan a periodistas. Informes detallados en inglés sobre cada periodista preso están disponibles en el sitio Web del CPJ.

Reporteros, editores y fotógrafos de la prensa escrita siguen siendo la categoría profesional más amplia con 67 casos en el 2006, aunque los periodistas de Internet pertenecen a un segmento creciente del censo y constituyen la segunda categoría, con 49 casos. El número de periodistas presos que trabaja principalmente en la Web, por correo electrónico u otras formas electrónicas ha aumentado cada año desde el primer caso documentado por el CPJ en 1997 de un escritor de Internet encarcelado. El censo del 2006 tiene el número más alto de periodistas de Internet encarcelados que el CPJ haya documentado en sus análisis anuales. La lista de periodistas de Internet encarcelados incluye a los reporteros “ciudadanos” de China, a los escritores independientes cubanos que publican sus artículos en sitios Web extranjeros y al blogger estadounidense Joshua Wolf, quien se negó a entregar sus grabaciones a un jurado de acusación.

“Estamos en una coyuntura crucial en la lucha por la libertad de prensa porque estados autoritarios han convertido la Internet en un importante frente en su esfuerzo por controlar la información”, señaló el Director Ejecutivo del CPJ Joel Simon. “China está desafiando la idea que la Internet es imposible de controlar o censurar, y si lo logra, habrá implicaciones amplias no sólo para el medio sino para la libertad de prensa en el mundo”.

De manera general, acusaciones de rebelión contra el estado como la subversión, la divulgación de secretos de estado y actos en contra de los intereses del estado son los cargos utilizados más comúnmente para encarcelar a periodistas por todo el mundo. Ochenta y cuatro periodistas están encarcelados bajo dichos cargos, la mayoría en China, Cuba y Etiopía.

Pero el CPJ también encontró un número creciente de periodistas detenidos sin ninguna acusación o juicio. A veinte periodistas presos, o el 15 por ciento, le han sido negados incluso los elementos más básicos del debido proceso, según el análisis del CPJ. Eritrea, que cuenta con más de la mitad de este tipo de casos, mantiene a periodistas en sitios secretos y oculta información básica sobre su estado de salud. Estados Unidos ha encarcelado a dos periodistas sin cargos o juicio: el fotógrafo de Associated Press Bilal Hussein, detenido en Irak desde hace ocho meses sin el debido proceso; y el camarógrafo de la cadena Al Jazira Sami al-Haj, preso desde hace cinco años y ahora detenido en la base naval de Guantánamo, en Cuba.

“En Cuba y en China, periodistas son a menudo encarcelados luego de juicios sumarios y detenidos en condiciones miserables, lejos de sus familias. Pero la crueldad y la injusticia de su encarcelamiento se ven agravadas por la falta del debido proceso y los periodistas caen en el olvido. En Eritrea, el peor abusador en este sentido, no hay posibilidad de contacto con las autoridades y no está claro si todos los periodistas presos están con vida”, añadió Simon.

Por octavo año consecutivo, China figura como el país con mayor número de periodistas presos, con 32 en la cárcel. Cerca de tres cuartos de los casos en China fueron juzgados bajo dudosas leyes “anti-estado”; 19 casos involucran a periodistas de Internet. La lista de China incluye a Shi Tao, un periodista reconocido internacionalmente, quien está cumpliendo una sentencia de 10 años de prisión por publicar notas en la Internet en las que detalló instrucciones de la oficina de propaganda sobre como cubrir el aniversario de la masacre en la Plaza de Tianamen. El gobierno declaró a las instrucciones un “secreto de estado”.

Cuba se ubicó segunda, con 24 periodistas, escritores y editores encarcelados, la mayoría de ellos presos durante la masiva embestida contra los disidentes y la prensa independiente en marzo del 2003. Casi todos los periodistas de la lista de Cuba han enviado sus artículos o comentarios a sitios de Web en el exterior. Los periodistas utilizaron líneas de teléfono y fax, no computadoras, para transmitir sus informes; una vez que fueron publicados, sus artículos fueron leídos en varios países del mundo pero nunca en Cuba, donde el gobierno restringe severamente el acceso a la Internet.

Eritrea es el líder entre las naciones africanas, con 23 periodistas encarcelados. Estos periodistas se encuentran incomunicados y su estado es motivo de creciente preocupación. Un artículo sin firma que circuló en algunos sitios Web en agosto y considerado en general creíble según fuentes del CPJ, indicó que tres periodistas encarcelados habrían muerto. El CPJ y otras organizaciones internacionales han hecho esfuerzos por obtener información desde Asmara, pero el gobierno se rehusó a proporcionar información básica sobre dónde se encuentran los periodistas, su estado de salud, o si todos siguen con vida.

Etiopía, en tanto, ha encarcelado a 18 periodistas, la mayoría de los cuales están siendo enjuiciados por traición luego de ser arrestados por las autoridades en una embestida contra la disidencia en noviembre del 2005. Una investigación del CPJ en abril, halló que no existen bases para las acusaciones de traición efectuadas por del gobierno. Myanmar, que tiene detenidos a siete periodistas, figura quinto entre los países que encarcelan más periodistas, seguido por Uzbekistán, que tiene cinco periodistas encarcelados. Estados Unidos, Azerbaiján y Burundi figuran séptimos en el censo, cada uno con tres periodistas en prisión.

A continuación se describen otras tendencias y detalles que surgieron a partir del análisis del CPJ:

• En cerca del 10 por ciento de los casos, gobiernos utilizaron una variedad de cargos no relacionados con el periodismo como represalia a escritores, editores y fotoperiodistas críticos. Dichos cargos abarcan daños a la propiedad y violaciones a regulaciones sobre posesión de droga y asociación con extremistas. En los casos incluidos en el censo, el CPJ ha determinado que los cargos fueron muy posiblemente presentados en represalia por el trabajo periodístico.

• La diseminación de “odio” racial o religioso fue el próximo cargo más común usado para encarcelar a periodistas en el mundo. Dichos cargos fueron presentados en cerca del cuatro por ciento de los casos.

• Cargos por difamación penal fueron presentados en cerca del tres por ciento de los casos, una leve baja respecto al promedio registrado en los últimos años. Un número creciente de países, especialmente en Europa occidental, ha despenalizado la difamación y el desacato.

• Violaciones a las regulaciones sobre la censura dan cuenta de otro tres por ciento de casos. Myanmar, por ejemplo, encarceló a dos periodistas en marzo por violar las prohibiciones de fotografiar o filmar la nueva capital del país, Pyinmana.

• Los periodistas que han permanecido más tiempo en prisión según el censo del CPJ son Chen Renjie y Lin Youping, quienes fueron encarcelados en China en julio de 1983 por publicar un panfleto titulado Ziyou Bao. El codefensor Chen Biling fue luego ejecutado.

El CPJ sostiene que los periodistas no deben ser encarcelados por cumplir con su trabajo. La organización envió cartas expresando su preocupación a cada país que ha encarcelado a un periodista. Además, el CPJ envió pedidos de informe durante el año a funcionarios de Eritrea y Estados Unidos en procura de detalles en los casos en que periodistas fueron detenidos sin hacer sus acusaciones públicas.

La lista del CPJ es un registro de aquellos periodistas que estaban encarcelados a la medianoche del 1 de diciembre. No incluye a muchos periodistas encarcelados y liberados durante el año; detalles sobre esos casos están disponibles en www.cpj.org. Los periodistas permanecen en la lista del CPJ hasta que la organización determinó con razonable certeza que han sido libertados o murieron en prisión.

Los periodistas que desaparecen o son secuestrados por entidades no estatales, incluyendo bandas criminales, rebeldes o grupos militantes, no son incluidos en la lista. Sus casos son clasificados como “desaparecidos” o “secuestrados”. Datos de esos casos pueden encontrarse en el sitio Web del CPJ.