Nueva York, 21 de noviembre del 2006—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) saluda la liberación del periodista cubano Oscar Mario González, quien estuvo encarcelado 16 meses sin que le formularan cargos. González fue liberado inesperadamente el lunes sin explicación, indicó al CPJ su hija Elena González, quien vive en Suecia.
Elena González señaló que su padre estaba de buen ánimo aunque confundido. Habló con él por teléfono poco después de su liberación. González le indicó que los primeros seis meses en la cárcel habían sido los más duros y que había perdido las esperanzas de ser liberado. El CPJ intentó contactar a González en su casa de La Habana pero no fue posible ubicarlo. Su salud se había deteriorado en prisión, su esposa Mirta Wong dijo meses atrás.
“Estamos aliviados por la liberación de Oscar Mario González”, sostuvo el Director Ejecutivo del CPJ Joel Simon. “Instamos a las autoridades a liberar a los otros 24 periodistas que permanecen en prisión injustamente por realizar presuntas actividades contra del Estado cubano”.
Cuba es el segundo país con más periodistas encarcelados en el mundo, solo detrás de China. A excepción de dos periodistas, los demás fueron detenidos en la embestida de marzo del 2003 contra la prensa independiente. Las sentencias oscilaron entre los 14 y los 27 años.
González, periodista de la agencia de noticias independiente Grupo de Trabajo Decoro, fue detenido el 22 de julio del 2005 después de salir de su casa en La Habana. La detención de González ocurrió en medio de una ola represiva ese mismo mes, cuando activistas de la oposición preparaban una protesta en contra del gobierno afuera de la embajada de Francia en La Habana. Varios líderes del grupo, la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba (APSC), fueron detenidos.
Varios colegas en La Habana han relacionado el arresto de González con su cobertura en mayo del 2005 de un congreso sin precedentes organizado por la APSC, que logró reunir a unos 200 activistas.
González, de 62 años, padeció problemas respiratorios crónicos, gastritis crónica y una infección urinaria, sin recibir tratamiento médico adecuado, según Wong. Estuvo encarcelado en siete centros de detención diferentes, muchos de los cuales carecían de ventilación, luz y condiciones sanitarias adecuadas, agregó Wong. En enero del 2006, González fue trasladado a la prisión 1580 de La Habana, donde estuvo detenido hasta su liberación.
Wong indicó al CPJ en abril que su esposo no había sido evaluado por un médico ni recibido medicinas desde enero. Añadió que se le había prohibido llevarle medicina. Funcionarios de la prisión indicaron que González no podría ser tratado hasta recibir un documento con su historia médica y judicial. Las autoridades señalaron a Wong que el documento se había extraviado.
En julio, las autoridades le comunicaron a la abogada de González que sería acusado de desorden público. La pena máxima por desorden público es un año de prisión, plazo que González ya había cumplido. El 10 de julio, dijo Wong, la abogada de González solicitó su excarcelación. Las autoridades rechazaron la petición en septiembre, según informes de prensa.