Nueva York, 3 de septiembre del 2003—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está sumamente preocupado por los últimos acontecimientos en torno al encarcelamiento de periodistas independientes cubanos.
Según familiares, dos periodistas encarcelados, Manuel Vázquez Portal y Normando Hernández González, se unieron a otros opositores presos del penal de Boniato y se declararon en huelga de hambre a partir del domingo 31 de agosto. La prisión de Boniato, donde los periodistas han estado encerrados desde abril, está ubicada en la provincia oriental de Santiago de Cuba.
En una medida que puede haber estado destinada a romper la huelga de hambre, Vázquez Portal fue trasladado posteriormente a la prisión de Aguadores, también en Santiado de Cuba, según familiares. Por otra parte, en la actualidad se desconoce el paradero de Hernández González, de acuerdo con su esposa, quien no ha podido obtener información sobre su esposo de parte de oficiales del penal de Boniato tras el comienzo de la huelga de hambre.
La noticia del traslado de Vázquez Portal se dio a conocer el día de ayer cuando su hermana, Xiomara Vázquez Portal, acudió a la sede del Departamento de Seguridad del Estado (DSE) en La Habana para informarse sobre el estado de su hermano. Posteriormente, la esposa del periodista, Yolanda Huerga Cedeño, se comunicó con un oficial de la prisión de Aguadores que confirmó el traslado de Vázquez Portal.
Mientras tanto, la esposa de Hernández González, Yaraí Reyes, le dijo al CPJ que había visitado a su esposo por última vez el 28 de agosto y que éste le había manifestado que se declararía en huelga de hambre el 31 de agosto. Cuando Reyes llamó a la prisión de Boniato para obtener información sobre su esposo, los oficiales del penal se negaron a hablar del tema. Reyes señaló que desconoce el paradero actual de su esposo.
Los periodistas, quienes han sido ubicados en pabellones de máxima seguridad y son esposados cada vez que deben salir de sus celdas, han denunciado las malas condiciones sanitarias, la inadecuada atención médica, el aislamiento a que son sometidos y la falta de acceso a la prensa escrita y la televisión. También se han quejado de que los alimentos que reciben huelen mal o están en mal estado.
En mayo, el diario de prisión de Vázquez Portal fue sacado de la cárcel de forma clandestina. «¡Y gracias a Dios que mi familia me trajo leche, si no hubiera muerto de hambre!», dice un apunte del periodista. «Mi familia también tuvo que traerme sábanas, frazada, toalla, dentífrico, mosquitero, etc. Aquí avituallan a los presos sólo con unos shorts y una camisa sin mangas ni cuello».
Vázquez Portal recibió una sanción de 18 años de privación de libertad por violar la Ley 88 de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, mientras que Hernández González fue condenado a 25 años de cárcel por actuar contra «la independencia o la integridad territorial del Estado».
Los dos integran un grupo de 28 periodistas independientes que fueron detenidos como parte de una campaña gubernamental contra la oposición y la prensa independiente en el mes de marzo. Los juicios sumarios de los periodistas, que duraron un día, se realizaron a principios de abril a puerta cerrada. El 7 de abril, tribunales de toda la isla dictaron penas de cárcel para los periodistas, que oscilan entre 14 y 27 años. Los comunicadores permanecieron encarcelados en celdas del DSE hasta el 24 de abril, cuando la mayoría de ellos fueron trasladados a cárceles ubicadas a cientos de kilómetros de sus hogares.