Su Excelencia:
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está preocupado por la detención de varios periodistas dominicanos que criticaron la gestión presidencial. Tales detenciones, que a nuestro criterio tuvieron como objetivo intimidar y hostigar a los periodistas y obligarlos a autocensurarse, ponen en peligro la reputación de la República Dominicana como nación donde se respeta la libertad de prensa.
El 23 de julio, Horacio Emilio Lemoine y Carlos Martínez, locutores que trabajan para Radio Montecristi, emisora de la norteña localidad de Montecristi, realizaron una encuesta informal en la que preguntaron a los oyentes por qué candidato votarían si las elecciones presidenciales se celebraran en esa fecha. El tema es sensible porque usted recientemente anunció la decisión de volver a postularse como candidato. Una oyente llamó y dijo que preferiría votar por el diablo antes que votar por usted. Posteriormente otros oyentes llamaron con el mismo mensaje.
Según Lemoine, dos días después, a las 9 de la noche, él y Martínez se encontraban en un restaurante cuando efectivos de la policía llegaron y les dijeron que el jefe de la policía local, el coronel Frank Félix Almonte Castillo, quería hablar con ellos dos. Cuando se presentaron en la estación de policía, el coronel Almonte declaró que había recibido órdenes «de arriba» para trasladarlos a Santo Domingo, la capital.
Esa misma noche, Lemoine y Martínez fueron llevados al Palacio de la Policía Nacional, en Santo Domingo, donde fueron encerrados en una celda junto con delincuentes comunes hasta las 8 y media de la mañana del 28 de julio. Esa mañana la policía los interrogó por media hora, y les preguntó cómo había surgido la encuesta. Luego los dos locutores fueron esposados y enviados de regreso a Montecristi, donde permanecieron una hora en la estación de policía y fueron liberados.
Lemoine relató al CPJ que la policía no mostró orden de arresto y que ningún ayudante fiscal estuvo presente durante el arresto, contrariamente a lo estipulado por las leyes dominicanas. Hasta el día de hoy, no les habían formulado cargos a los locutores.
Este no es el primer caso de este tipo. Hace más de un mes, oficiales de la Seguridad del Estado interrogaron al periodista Marino Zapete Corniel, columnista del periódico Los Nuevos Tiempos Digital, con sede en Miami, y del semanario local Primicias, y lo acusaron de insultar al presidente Hipólito Mejía en varios artículos publicados en abril y mayo.
Según Zapete, cuatro oficiales del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) y un ayudante fiscal se presentaron el 11 de junio sin ninguna orden de arresto en su casa, en Santo Domingo, y le pidieron que los acompañara a la sede del DNI. Después de un interrogatorio que se extendió por cinco horas, el director de prensa de la Presidencia le informó al director del DNI, el general Fernando Cruz Méndez, que había recibido órdenes suyas de dejar libre al periodista.
Zapete ha escrito varios artículos en los que criticó a Su Excelencia por su posición ante el desplome financiero del Banco Intercontinental (Baninter), uno de los mayores del país, y señaló que el desplome no hubiera ocurrido si la Superintendencia de Bancos hubiera desempeñado sus funciones. Zapete también afirmó que usted había defendido a los propietarios de Baninter y que había mostrado escaso interés por los titulares de cuenta de Baninter y los contribuyentes dominicanos, quienes tendrán que pagar los fondos que el gobierno destinó para mantener la solvencia del banco. En dos de sus artículos, Zapete manifestó que usted estaba construyendo dos mansiones campestres para su uso particular con recursos públicos.
De acuerdo con Zapete, durante el interrogatorio el DNI le preguntó sobre sus preferencias políticas y lo que él pensaba de usted. Los oficiales del DNI también intentaron presionar a Zapete para que revelara las fuentes informativas que había empleado. Zapete declaró al CPJ que él no había revelado sus fuentes y que sostenía lo que había afirmado en sus artículos.
En todos estos casos, Su Excelencia amenazó públicamente con someter a los periodistas a la justicia pero luego se abstuvo de hacerlo. Como líder de su país, usted se encuentra en el centro del debate público y, por lo tanto, debe tolerar el escrutinio público de sus actividades. Lo exhortamos a cesar de inmediato el hostigamiento de los periodistas que critiquen su gestión. Tales actos no sólo interfieren con los derechos de los dominicanos a la información libre y sin restricciones, sino que causan un daño considerable a la reputación que ostenta República Dominicana como nación democrática que tolera el desacuerdo.
Le agradecemos la atención y esperamos su respuesta.
Sinceramente,
Ann Cooper
Directora Ejecutiva