Nueva York, 21 de septiembre de 2011–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está preocupado por la salida del país de la periodista nicaragüense Silvia González la semana pasada tras recibir reiteradas amenazas de muerte que hacían referencia a su trabajo, según informes de prensa.
“Resulta alarmante que Silvia González haya sido obligada a abandonar el país incluso después de haber hecho públicas amenazas contra ella, y exhortamos a las autoridades a intensificar la investigación sobre su caso”, afirmó Carlos Lauría, el coordinador senior del programa de las Américas. “Las autoridades nicaragüenses deben tomar todas las medidas necesarias para asegurar que los periodistas pueden cumplir con su trabajo informativo sin temor a represalias”.
González, corresponsal del periódico El Nuevo Diario en la ciudad norteña de Jinotega, escribió una serie de artículos empezando en febrero sobre el ex guerrillero Gabriel José Garmendia, conocido como “Yajob,” quien fue asesinado en febrero en circunstancias misteriosas, según Luis Galeano, jefe de redacción de El Nuevo Diario. También escribió sobre corrupción en el gobierno local, indicó Galeano.
Poco después de la publicación de los artículos, González comenzó a recibir llamadas telefónicas anónimas en las que le decían, “Si seguís molestando, te damos 48 horas de vida,” según informes de prensa. Además recibió mensajes de texto advirtiéndole que parara de escribir o gente no identificada “le darán donde más le duele,” informó la prensa.
A finales de julio, un integrante de un partido local conocido como “El Pajarito” se acercó a la hija de González de 24 años y le dijo, “Decile a tu mamá que se ande con mucho cuidado, porque le vamos a pasar la cuenta y le vamos a dar donde más le duele,” indicó Galeano. González presentó una demanda ante la policía local, que detuvo a El Pajarito el 4 de agosto pero luego lo liberó por falta de evidencia después de que él negara las acusaciones.
González hizo públicas las amenazas en su contra con la ayuda de un grupo local de derechos humanos, y acusó a la policía de negligencia en su caso, según informes de la prensa. Fernando Borge, jefe de relaciones públicas de la policía nacional, afirmó ante un grupo de reporteros que la policía ha sido diligente en la investigación del caso.
A finales de agosto, González encontró la cabeza de una gallina junto a una nota con su nombre afuera de su casa, Galeano indicó al CPJ. La periodista decidió abandonar el país y solicitó a El Nuevo Diario no revelar su destino, señaló.
Ésta no es la primera vez que un periodista de El Nuevo Diario ha sido víctima de amenazas. El propio Galeano fue amenazado a muerte en febrero antes de publicar una investigación sobre corrupción gubernamental.