Periodista paraguayo se convierte en blanco de grupos criminales

Nueva York, 1 de febrero de 2012–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) exhortó hoy a las autoridades paraguayas y brasileñas a investigar en forma exhaustiva las amenazas de muerte contra el periodista Cándido Figueredo y a garantizar su seguridad. Agentes de la policía confirmaron el mes pasado que habían interceptado una llamada entre dos criminales en la que hablaban de asesinar al periodista paraguayo, según informes de prensa locales.

Figueredo es un veterano corresponsal del diario ABC Color de Asunción en la ciudad de Pedro Juan Caballero. Pedro Juan Caballero es el capital del departamento oriental de Amambay, una región situada en la frontera con Brasil conocida por altos índices de criminialidad y contrabando.  Figueredo cuenta con protección gubernamental las 24 horas durante casi 13 años debido a sus reportajes sobre el narcotráfico y tanto su vehiculo como su oficina han sido baleados por atacantes armados en dos oportunidades. El periodista contó en una entrevista en video que vivir tantos años bajo amenazas y con escoltas le ha convertido en un prisionero, con poca capacidad para socializar o mantener amistades.

Las autoridades afirman que las amenazas más recientes surgieron de una serie de artículos escrito por Figueredo y publicado en ABC Color en septiembre que investigaban pistas clandestinas utilizadas por el narcotráfico en el lado brasileño de la frontera, según informó el diario. Tras la publicación de los artículos, la unidad antidroga de la policía local brasileña destruyó las pistas y detuvo a varias personas involucradas en el narcotráfico.

En la llamada, que fue interceptada por las autoridades brasileñas a principios de enero, participaron  un paraguayo no identificado en la ciudad brasileña de Capitán Bado y  un brasileño tampoco identificado que está encarcelado en la ciudad brasileña de Campo Grande. El paraguayo se quejó porque las operaciones de los narcotraficantes habían sido seriamente interrumpidas desde la publicación de los artículos de Figueredo.  Cuando el brasileño le preguntó si los artículos fueron escritos por “el mismo periodista de siempre” y que se podía hacer acerca la situación, el paraguayo le contestó: “Si él vivía en mi zona, en mi ciudad, no viviría más de seis días”, según informó ABC Color.

“Estamos muy preocupados por la seguridad del periodista Cándido Figueredo”,  afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Teniendo en cuenta las amenazas más recientes, instamos a las autoridades paraguayas a cooperar con las autoridades brasileñas para investigar estas amenazas en forma exhaustiva y enérgica y enjuiciar a los responsables”.

La investigación del CPJ indica que los periodistas que informan sobre narcotráfico o corrupción en las zonas fronterizas de Paraguay sufren a menudo violentas represalias. Tito Alberto Palma, un reportero de radio,  fue asesinado a balazos en la ciudad fronteriza sudoriental de  Mayor Otaño en 2007. La frontera oriental de Paraguay con Brasil – donde el contrabando incluye no solo las drogas, sino cigarrillos, combustible, ropa y electrónicos – es particularmente peligroso.