Gráfico de Geoff McGhee para el Comité para la Protección de los Periodistas

La cifra de periodistas encarcelados alcanza su máximo nivel en 30 años

El dramático aumento en las detenciones convierte a Irán en el país con la mayor cantidad de periodistas presos en 2022

Nueva York, 14 de diciembre de 2022—La cifra de periodistas encarcelados a escala mundial es la mayor registrada en los 30 años que el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha publicado su relación de periodistas presos, declaró la organización este miércoles. Una cantidad récord de 363 periodistas se encontraban en prisión al 1 de diciembre de 2022, un aumento del 20 % con respecto a 2021, de acuerdo con la lista anual del CPJ.

Irán ha ascendido con rapidez al primer puesto de la lista, con 62 periodistas encarcelados al 1 de diciembre, desde el décimo lugar que ocupaba en 2021, lo cual refleja la despiadada ola represiva del Gobierno iraní contra las protestas lideradas por mujeres que estallaron en septiembre. El régimen de ese país ha encarcelado a un número récord de mujeres periodistas —de los 49 periodistas arrestados desde el comienzo de las protestas, 22 son mujeres—, en un intento por eliminar toda cobertura informativa que refleje la verdad sobre las manifestaciones. A continuación de Irán, siguen China, Myanmar, Turquía y Bielorrusia, países gobernados por autócratas armados de mecanismos para silenciar a la prensa.

“La cifra récord de periodistas encarcelados es una crisis que refleja la erosión de la democracia a escala mundial”, declaró Jodie Ginsberg, presidenta del CPJ. “La relación de periodistas presos de este año pone de relieve los extremos a los que van los Gobiernos para silenciar toda labor periodística que obligue a los gobernantes a rendir cuentas de sus actos. La criminalización del periodismo no solamente afecta a la persona encarcelada, sino que suprime el trabajo periodístico vital que ayuda a mantener a la sociedad segura, informada y empoderada”.

Los Gobiernos recurren a las represalias judiciales y al abuso del aparato jurídico para castigar a la prensa, por ejemplo, al elaborar leyes con enunciados ambiguos que criminalizan la cobertura periodística basada en los hechos. La lista de periodistas presos de 2022 muestra que las acusaciones de actos contra el Estado son las que se utilizan con mayor frecuencia para encarcelar a periodistas, y van desde presuntos actos de terrorismo hasta la difusión de información contraria al relato oficial. Causa alarma que, en los casos de 131 periodistas presos, no se indicó el delito del que se les acusaba, por lo cual estos periodistas siguen tras las rejas sin prácticamente ningún recurso legal.

“La posibilidad de someterse a un prolongado proceso judicial y recibir largas penas de cárcel es una forma de intimidar a los periodistas para que se callen. Además, siembra la desconfianza en los medios y crea un caldo de cultivo para el abuso de poder”, declaró Ginsberg.

Las tácticas punitivas abarcan los allanamientos de madrugada, la incautación de los dispositivos electrónicos de los periodistas y el retiro de las licencias que por ley se exigen para gestionar un medio de noticias. Las reformas legales que el Gobierno ruso promulgó tras la invasión de Ucrania prohíben la difusión de noticias “falsas” sobre la guerra y han servido para erradicar casi totalmente los medios de prensa independientes rusos. En muchos otros países, inclusive en aquellos con menores cifras de periodistas encarcelados, procesos judiciales complejos y dilatados han tenido un efecto inhibidor que obliga a los periodistas a cesar sus publicaciones, hace que los medios de prensa cesen sus actividades, y en casos extremos provoca que los periodistas se marchen al exilio. Los datos del CPJ demuestran reiteradamente que la mayoría de los comunicadores presos son periodistas locales que cubren la situación de su propio país y sus propias comunidades. El encarcelamiento y trato de los periodistas kurdos detenidos en Iraq, Irán y Turquía resalta la persecución sistémica sufrida por este grupo.

Luego de un período de 12 años, Afganistán vuelve a estar presente en la relación de periodistas presos del CPJ, con tres comunicadores encarcelados, pues el clima para el ejercicio del periodismo ha sufrido graves retrocesos desde que los talibanes tomaron el poder. Georgia, una naciente democracia que tiene un historial variado en materia de libertad de prensa y que acoge a un número cada vez mayor de periodistas exiliados procedentes de otras naciones de la   región, aparece por primera vez en la lista.

Al igual que en años recientes, la represión del periodismo en China (43 periodistas presos), Myanmar (42) y Vietnam (21) ha colocado a esos países entre los primeros del mundo en cuanto al encarcelamiento de comunicadores.

En el África subsahariana, Eritrea (16 periodistas presos) sigue ocupando el primer puesto en la región y el noveno a escala mundial. Algunos periodistas eritreos han sido encarcelados sin derecho a juicio ni acceso a sus familiares y abogados por plazos que van desde 17 a 22 años.

La cifra relativamente baja de periodistas encarcelados en las Américas —dos en Nicaragua, uno en Cuba y uno en Guatemala— enmascara el continuo declive del clima de la libertad de prensa en toda la región, pues el 2022 fue un año particularmente violento para el ejercicio del periodismo en México y Haití. El U.S. Press Freedom Tracker, del cual el CPJ es uno de los promotores, registró 12 arrestos y detenciones de periodistas en Estados Unidos durante 2022, todos los cuales ya habían sido liberados al 1 de diciembre, fecha de publicación de la lista.

En Europa y Asia Central, la libertad de prensa continúa bajo asedio. El Gobierno de Turquía (40 comunicadores presos) sigue persiguiendo a los periodistas, como se demuestra en la entrevista, incluida en el informe, que desde la prisión ofreció la periodista Hatice Duman, quien fue encarcelada en 2003 y es quien lleva más tiempo tras las rejas en Turquía. Al igual que en 2021, Bielorrusia (26) ocupa el quinto lugar en la relación de periodistas presos de este año. Rusia (19), donde varios periodistas enfrentan penas de hasta 10 años de cárcel por el delito de difundir “noticias falsas”, ocupa el octavo lugar.

En el Medio Oriente y el Norte de África, además de Irán, Egipto (21 periodistas presos) y Arabia Saudita (11) siguen entre los 10 países con las mayores cifras de periodistas encarcelados.

Si bien 2022 ha sido un año particularmente nefasto para los defensores de la libertad de prensa, las campañas del CPJ contribuyeron a la liberación anticipada de, como mínimo, 130 comunicadores presos en todo el mundo.

La relación de periodistas presos del CPJ refleja los casos de aquellos periodistas que estaban en prisión al 1 de diciembre de 2022, y no incluye los casos de muchos otros periodistas que fueron encarcelados y liberados a lo largo del año. Las fichas de esos casos pueden consultarse en http://cpj.org. Los datos del CPJ abarcan información detallada sobre cada periodista encarcelado en cada país que aparece en la lista, y contienen las circunstancias de su encierro, de sus procesos judiciales y de las campañas que se han hecho para lograr su liberación.

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El CPJ es una organización independiente y sin fines de lucro que defiende la libertad de prensa en todo el mundo.

Nota a los editores:

El informe del CPJ se puede consultar en cpj.org en varios idiomas. Los expertos del CPJ están a su disposición para coordinar entrevistas con ellos.