La libertad de prensa sufrió un dramático deterioro en Estados Unidos en 2013, de acuerdo con las conclusiones de un informe especial del CPJ. La política del gobierno del presidente Obama de procesar judicialmente a los funcionarios que filtren información de carácter confidencial a la prensa, se endureció con la sentencia del soldado Bradley Manning (quien ahora lleva el nombre de Chelsea Manning) a una pena de 35 años de cárcel y la imputación formal de Edward Snowden, consultor de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés). Como parte de sus investigaciones de otras filtraciones previas, el Departamento de Justicia reveló que había solicitado y confiscado secretamente los registros de casi dos docenas de líneas telefónicas de la Associated Press y los correos electrónicos y registros telefónicos de James Rosen, reportero de Fox News. Los dos casos, así como ciertos pasajes de la orden judicial relativa a Rosen que daban a entender que el periodista podía ser procesado penalmente por recibir la información, provocaron críticas generalizadas. La reacción trajo como consecuencia la modificación de las directivas del Departamento de Justicia que rigen las órdenes judiciales relativas a la prensa y la reapertura del debate en el Senado en torno a una ley federal de protección de las fuentes periodísticas. Mientras el debate avanzaba en el Senado, un tribunal de apelaciones federal rechazó la apelación de James Risen, reportero del New York Times, en su prolongada tentativa por proteger la reserva de una fuente, con lo cual el caso probablemente se decida en la Corte Suprema. La filtración por parte de Snowden de una cantidad todavía desconocida de información de carácter confidencial acerca de programas de vigilancia secretos provocó el rechazo tanto nacional como internacional. Y, después de salir a la luz informaciones periodísticas sobre el presunto espionaje de las comunicaciones de la cadena de televisión Al-Jazeera, los periodistas comenzaron a temer aún más por sus fuentes informativas. El secreto que rodea a los programas de inteligencia reflejó la falta de transparencia y apertura en los organismos gubernamentales donde, pese a la promesa del presidente Barack Obama de encabezar el gobierno más transparente en la historia de Estados Unidos, los funcionarios suelen negarse a hablar con los medios o aprobar solicitudes en virtud de la Ley de Acceso a la Información. Adicionalmente, los periodistas enfrentaron limitaciones para cubrir juicios relacionados con la seguridad nacional, en casos de presunto terrorismo en la base naval de Guantánamo y en el juicio en tribunal militar realizado a Manning en Virginia.
Estados Unidos
» Los agresivos procesos judiciales en casos de filtraciones de información, las órdenes judiciales secretas y la vigilancia electrónica causan un efecto inhibidor de la libertad de prensa.
» El gobierno de Obama se ha caracterizado por la falta de transparencia y acceso a la información gubernamental.
La libertad de prensa sufrió un dramático deterioro en Estados Unidos en 2013, de acuerdo con las conclusiones de un informe especial del CPJ. La política del gobierno del presidente Obama de procesar judicialmente a los funcionarios que filtren información de carácter confidencial a la prensa, se endureció con la sentencia del soldado Bradley Manning (quien ahora lleva el nombre de Chelsea Manning) a una pena de 35 años de cárcel y la imputación formal de Edward Snowden, consultor de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés). Como parte de sus investigaciones de otras filtraciones previas, el Departamento de Justicia reveló que había solicitado y confiscado secretamente los registros de casi dos docenas de líneas telefónicas de la Associated Press y los correos electrónicos y registros telefónicos de James Rosen, reportero de Fox News. Los dos casos, así como ciertos pasajes de la orden judicial relativa a Rosen que daban a entender que el periodista podía ser procesado penalmente por recibir la información, provocaron críticas generalizadas. La reacción trajo como consecuencia la modificación de las directivas del Departamento de Justicia que rigen las órdenes judiciales relativas a la prensa y la reapertura del debate en el Senado en torno a una ley federal de protección de las fuentes periodísticas. Mientras el debate avanzaba en el Senado, un tribunal de apelaciones federal rechazó la apelación de James Risen, reportero del New York Times, en su prolongada tentativa por proteger la reserva de una fuente, con lo cual el caso probablemente se decida en la Corte Suprema. La filtración por parte de Snowden de una cantidad todavía desconocida de información de carácter confidencial acerca de programas de vigilancia secretos provocó el rechazo tanto nacional como internacional. Y, después de salir a la luz informaciones periodísticas sobre el presunto espionaje de las comunicaciones de la cadena de televisión Al-Jazeera, los periodistas comenzaron a temer aún más por sus fuentes informativas. El secreto que rodea a los programas de inteligencia reflejó la falta de transparencia y apertura en los organismos gubernamentales donde, pese a la promesa del presidente Barack Obama de encabezar el gobierno más transparente en la historia de Estados Unidos, los funcionarios suelen negarse a hablar con los medios o aprobar solicitudes en virtud de la Ley de Acceso a la Información. Adicionalmente, los periodistas enfrentaron limitaciones para cubrir juicios relacionados con la seguridad nacional, en casos de presunto terrorismo en la base naval de Guantánamo y en el juicio en tribunal militar realizado a Manning en Virginia.
-
20
Líneas telefónicas bajo vigilancia -
8
Procesos judiciales por filtraciones -
20,000-
Cuentas de Facebook solicitadas
21,000 -
5,223
Solicitudes de información denegadas
En mayo, el Departamento de Justicia informó a la Associated Press que, tres meses antes y de manera secreta, había solicitado y obtenido todos los registros de telefonía de 20 líneas telefónicas y conmutadores de la AP como parte de una investigación en torno a una filtración de información acerca de un complot terrorista desarticulado en 2012. La medida fue ampliamente criticada por los medios y las organizaciones de libertad de prensa.
6
Periodistas de AP involucrados en el reportaje que motivó la investigación gubernamental.100
Periodistas que utilizaban las 20 líneas de teléfonos de la redacción y teléfonos particulares y celulares cuyos registros fueron confiscados.2
Meses que abarcaban los registros telefónicos de llamadas confiscados.Desde 2009, el gobierno de Obama ha iniciado ocho procesos judiciales por filtración de información confidencial en virtud de la Ley de Espionaje, en comparación con tres procesos iniciados durante todos los gobiernos anteriores, según datos del CPJ.
Abril de 2010 | Thomas Drake, empleado de la NSA, es imputado formalmente por el delito de filtrarle información al diario The Baltimore Sun acerca de problemas de gestión y gastos en el seno de la NSA. El gobierno con el tiempo retira la mayoría de las acusaciones y en 2011 Drake se declara culpable de un delito menor. |
Mayo de 2010 | Shamai K. Leibowitz, un lingüista contratado por el FBI, se declara culpable de entregarle a un bloguero información confidencial sobre Israel y es sentenciado a una pena de 20 meses de cárcel. |
Mayo de 2010 | El soldado Bradley Manning (ahora conocido como Chelsea Manning) es arrestado y acusado de suministrarle datos gubernamentales al sitio web WikiLeaks en la mayor filtración de documentos confidenciales en la historia de Estados Unidos. En agosto de 2013, una jueza militar sentencia a Manning a una pena de 35 años de cárcel. |
Agosto de 2010 | Stephen Jin-Woo Kim, un analista contratado por el Departamento de Estado, es imputado por el delito de entregarle información confidencial sobre Corea del Norte a la cadena de noticias Fox News. El caso sigue su curso en los tribunales. |
Diciembre de 2010 | Jeffrey Sterling es imputado formalmente por el delito de suministrarle a James Risen, periodista del New York Times, información sobre un fallido intento de la CIA de sabotear el programa nuclear de Irán. El caso sigue su curso en los tribunales. |
Mayo de 2012 | John Kiriakou, exfuncionario de la CIA, es imputado formalmente del delito de filtrar información confidencial, inclusive el nombre de dos agentes de la CIA, a dos periodistas. Kiriakou se declara culpable y en enero de 2013 es sentenciado a una pena de 30 meses de cárcel. |
Junio de 2013 | Edward Snowden, consultor de la NSA, es imputado formalmente del delito de filtrar un gran volumen de documentos relacionados con programas de vigilancia secretos a los diarios The Washington Post y The Guardian, entre otros medios. Snowden recibe asilo temporal en Rusia. |
Septiembre de 2013 | Donald J. Sachtleben, exagente del FBI, se declara culpable de filtrar información a la Associated Press acerca de un complot terrorista desarticulado en Yemén. Sachtleben es sentenciado a una pena de 43 meses de cárcel, más otros 97 meses de cárcel por haberse declarado culpable en un caso de pornografía infantil no relacionado. |
En respuesta al escándalo en torno a los programas de vigilancia revelados por Snowden, Facebook se unió a otras empresas del sector de la tecnología y divulgó por primera vez un informe que detallaba las solicitudes del gobierno para obtener acceso a cuentas de Facebook en el primer semestre de 2013. La empresa proporcionó un rango en lugar de una cifra específica en el caso de Estados Unidos --que encabezó la lista por amplio margen-- debido a limitaciones impuestas por la ley y relacionadas con información confidencial. A Facebook se le impidió brindar mayores detalles sobre cuántas solicitudes estaban vinculadas a cuestiones de seguridad nacional.
20,000-21,000 | Estados Unidos (en el 79 por ciento de las solicitudes, información parcial o total fue suministrada) |
4,144 | India (el 50 por ciento fueron aprobadas) |
2,337 | Reino Unido (el 68 por ciento fueron aprobadas) |
2,306 | Italia (el 53 por ciento fueron aprobadas) |
2,068 | Alemania (el 37 por ciento fueron aprobadas) |
1,598 | Francia (el 39 por ciento fueron aprobadas) |
Un informe de la Associated Press arrojó que en 2012 el gobierno estadounidense denegó 5.223 solicitudes en virtud de la Ley de Acceso a la Información con el argumento de que estaban vinculadas a cuestiones de seguridad nacional. En 2011, 4.243 solicitudes habían sido denegadas.
Las investigaciones del CPJ han concluido que, pese a las promesas de Obama, su gobierno posee un pésimo historial en materia de transparencia.