Nueva York, 25 de septiembre de 2008—El locutor de radio mexicano, Alejandro Zenón Fonseca Estrada, fue abaleado el martes mientras colgaba carteles condenando la delincuencia en Villahermosa, capital de Tabasco, estado ubicado en la Costa del Golfo. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está investigando posibles vínculos entre el trabajo periodístico de Fonseca y su muerte.
Cuatro hombres no identificados viajando en una camioneta se acercaron a Fonseca, presentador de un programa de entrevistas matutino en EXA FM, mientras éste colgaba carteles en una calle principal hacia las 9 p.m. del martes, testigos indicaron a periodistas y a la policía local. En uno de los carteles se podía leer “No al secuestro”, mientras que otro manifestaba apoyo al gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo. Según los testigos, los asaltantes reprendieron a Fonseca por los carteles y luego le dispararon a quemarropa. Fonseca fue trasladado a un hospital local, dónde murió por heridas en el pecho en la mañana del miércoles, según informes de prensa. Aparentemente los agresores estaban armados con rifles AR-15.
Fonseca, conocido como “El Padrino”, conducía el programa matutino de llamadas “El Padrino Fonseca”, encaminado hacia una audiencia joven, desde hace 10 años. Fonseca había anunciado este mes que pensaba colgar carteles como parte de su campaña contra la violencia en Tabasco, según informes de prensa y entrevistas del CPJ. No quedó inmediatamente claro si Fonseca había recibido amenazas mientras conducía su campaña en la radio. Colegas indicaron al CPJ y a la prensa local que Fonseca era una personalidad de la radio reconocida y respetada en Tabasco, sobre todo entre los oyentes jóvenes.
Las autoridades locales no han identificado a ningún sospechoso.
México figura décimo en el Índice de Impunidad del CPJ, una lista de los países dónde periodistas son asesinados de manera recurrente y dónde los gobiernos fracasan en la resolución de los crímenes. Bajo la ley actual, las autoridades estatales generalmente son las que investigan los ataques contra los periodistas. Dado el bajo número de procesamientos en estos casos, el CPJ instó al gobierno federal a asumir estas investigaciones.
“Instamos a las autoridades estatales y federales a conducir una investigación exhaustiva para enjuiciar a todos los responsables”, señaló el Coordinador Senior del Programa de las Américas, Carlos Lauría. “Este es el momento en el que el gobierno del Presidente Felipe Calderón y los líderes del Congreso deben llegar un consenso y aprobar legislación que federalice los crímenes contra la libertad de expresión y la libertad de prensa. La ley debe incluir amplias protecciones a la libertad de expresión ya que la ola de violencia está inhibiendo a todos los mexicanos, incluyendo a los periodistas, a comunicarse entre sí”.
México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en América Latina, según las investigaciones del CPJ. En los últimos cinco años, a medida que la guerra entre los poderosos cárteles de la droga se ha intensificado, los periodistas locales que informan sobre crimen organizado enfrentan graves riesgos. Un total de 21 periodistas ha caído desde el año 2000, siete en represalia directa por su trabajo. Desde 2005, otros siete han desaparecido.
Uno de los reporteros, Rodolfo Rincón Taracena, desapareció el 20 de enero de2007 en Villahermosa, luego de terminar una nota sobre grupos criminales locales que robaban cajeros automáticos. Rincón era un veterano periodista que cubría la fuente de justicia para el diario. En junio, Juan Padilla, director editorial del diario El Correo de Tabasco de Villahermosa, fue amenazado en una nota que dejaron afuera de la puerta del periódico dos días después que una cabeza decapitada fue hallada en el mismo lugar. La nota decía: “Tú eres el próximo, Director”.