periodistas encarcelados


CPJ: Uno de cada 6 periodistas
está detenido sin cargos


Censo indica disminución general; China continúa encabezando la lista de carceleros están detenidos sin debido proceso, según censo del CPJ

Nueva York, 5 de diciembre del 2007–Uno de cada seis periodistas encarcelados en el mundo está detenido sin que se revelen públicamente los cargos en su contra, muchos durante meses o años a la vez y varios en lugares secretos, indica un nuevo análisis del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

Graciela González-Degard recuenta el encarcelamiento de su hermano
Ricardo González Alfonso en Cuba.

Según el análisis anual del CPJ sobre la situación mundial de los periodistas encarcelados, 127 se encontraban recluidos el 1 de diciembre, siete menos que en la lista del 2006. (Informes detallados sobre cada periodista preso están disponibles en el sitio Web del CPJ). Dicha disminución se debe en gran parte a la liberación este año de 15 periodistas etíopes, quienes fueron absueltos o perdonados de delitos contra el Estado de los cuales habían sido acusados durante una embestida masiva contra la prensa. El CPJ y otros participaron en una intensa campaña de apoyo para estos periodistas.

China, que ha fracasado en sus promesas de mejorar la libertad de prensa antes de los Juegos Olímpicos del 2008, continúa siendo el país con el mayor número de periodistas encarcelados, una deshonra que ha mantenido durante nueve años consecutivos. Cuba, Eritrea, Irán y Azerbaiján se encuentran en los cinco primeros lugares de la lista de 24 naciones que encarcelan a periodistas.

Supuestos delitos contra el Estado como subversión, divulgación de secretos de Estado y actuación en contra de los intereses nacionales continúan siendo los cargos más comunes utilizados mundialmente en contra de periodistas, según las investigaciones del CPJ. Casi el 57 por ciento de los periodistas que hacen parte de este censo están detenidos bajo estos cargos, la mayoría por el gobierno chino y el gobierno cubano.

Este es el tercer año consecutivo en que la proporción de periodistas detenidos sin cargo alguno aumenta. La mayoría de casos sucedió en Irán y Eritrea, aunque los Estados
Unidos también han utilizado esta táctica. Las autoridades estadounidenses no han presentado cargos ni evidencia contra el camarógrafo de Al-Jazeera Sami al-Haj, detenido durante más de cinco años en la bahía de Guantánamo, ni contra Bilal Hussein, detenido en Irak por más de 19 meses. Las fuerzas militares estadounidenses señalaron en noviembre que el caso de Hussein sería referido a las cortes iraquíes para llevarse a cabo un juicio, pero no divulgaron detalles explicando las razones de su detención.

“El encarcelamiento de periodistas simplemente bajo afirmaciones no debe confundirse con un proceso legal. Esto no es otra cosa que secuestro patrocinado por el Estado”, declaró el Director Ejecutivo del CPJ, Joel Simon. “Aunque creemos que cada uno de los 127 periodistas debe ser liberado, nos preocupan particularmente los que están detenidos sin cargos porque a menudo se encuentran en condiciones desastrosas, aislados por completo de sus abogados y familias”.

La práctica de detener periodistas sin acusaciones ha desgastado los estándares básicos de justicia y responsabilidad. Las autoridades iraníes, por ejemplo, encarcelaron a Mohammad Seddigh Kaboudvand en julio pero aún no han presentado cargos formales en su contra, ni han presentado al editor frente a un juez. Al abogado de Kaboudvand no se le ha permitido verlo ni revisar su caso. Las autoridades eritreas ni siquiera han confirmado si los periodistas que tienen bajo custodia están vivos o muertos. Por los menos 19 periodistas en el mundo están detenidos en lugares secretos, según investigaciones del CPJ, y Eritrea es el peor trasgresor en este sentido.

Continuando con la tendencia de la última década, los periodistas de Internet conforman una proporción creciente en el censo del CPJ. Bloggers, editores de Internet y reporteros que trabajan para la Web constituyen casi el 39 por ciento de los periodistas detenidos mundialmente. Los periodistas de la prensa escrita forman parte de la categoría profesional más amplia, conformando casi la mitad de los periodistas encarcelados.

El aumento del periodismo de Internet y de sus riesgos es evidente en China, dónde 18 de los 29 periodistas encarcelados trabajaban para medios de Internet. La lista de China incluye a Shi Tao, un periodista galardonado que está cumpliendo una sentencia de 10 años tras haber enviado por correo electrónico detalles de una directiva de propaganda estatal a un sitio Web en el extranjero. El gigante de la Internet Yahoo, suministró a las autoridades chinas información sobre una cuenta que permitió arrestar a Shi Tao en el 2004 y que disparó un debate que continúa en curso sobre la responsabilidad corporativa.

China sigue dependiendo fuertemente del uso de vagos delitos contra el Estado. Veintidós periodistas chinos se encuentran en la cárcel bajo acusaciones como “incitación a la subversión contra el poder estatal”. A pesar de las promesas de China ante el Comité Olímpico Internacional (OIC, por sus siglas en inglés) en el 2001 que aseguraría “completa libertad de los medios”, sus líderes continúan encarcelando a reporteros y operando un amplio sistema de censura, según un informe del CPJ publicado en agosto. El CPJ ha instado al OIC y a los patrocinadores corporativos de los Juegos a hacer responsable a Beijing de sus promesas.

“China sigue siendo el país con más periodistas encarcelados en el mundo desde el día en que se le adjudicaron los Juegos hasta hoy, algunos meses antes que comiencen las Olimpíadas”, indicó Simon. “China y el IOC tienen la obligación de cumplir las promesas que hicieron cuando Beijing fue seleccionado. Prender la antorcha en Beijing en agosto del año próximo mientras 29 periodistas languidecen en la cárcel sería una burla a los ideales del movimiento olímpico”.

La ausencia de Fidel Castro del poder no ha conllevado a reformas en los medios de comunicación de Cuba, el segundo país con más periodistas en la cárcel. Veinticuatro periodistas cubanos están encarcelados, según investigaciones del CPJ. La mayoría fue detenida durante una embestida contra la prensa independiente en marzo del 2003. Eritrea clasifica de tercero con 14 periodistas encarcelados, todos en prisiones secretas.

Dos países–Irán y Azerbaiján–son nuevos integrantes de la lista de importantes carceleros. Haciendo frente a la disidencia doméstica y a problemas económicos, las autoridades iraníes están imponiendo penas más fuertes a los periodistas. Doce se encuentran en las cárceles iraníes. Uno de ellos, Adnan Hassanpour, editor de la ahora prohibida revista semanal Aso, fue sentenciado a muerte tras haber sido condenado en enero de poner en peligro la seguridad nacional y de participar en propaganda en contra del Estado.

Los encarcelamientos también aumentaron en Azerbaiján, dónde nueve periodistas están actualmente encarcelados. Dentro de esta lista se encuentra el editor Eynulla Fatullayev, quien fue detenido en abril poco tiempo después de haber publicado un informe detallado que sostenía que el gobierno había encubierto información sobre el asesinato en el 2005 de un colega editor, Elmar Huseynov.

Investigaciones del CPJ indican que el encarcelamiento de periodistas aumentó significativamente después que gobiernos en todo el mundo impusieran dramáticas leyes de seguridad nacional tras los ataques terroristas del 2001 en los Estados Unidos. En el 2000, había 81 periodistas en la cárcel. Desde entonces, el promedio de las encuestas anuales del CPJ es de 129.

A continuación se describen otras tendencias y detalles que surgieron a partir del análisis del CPJ:

• En cerca del 12 por ciento de los casos, los gobiernos utilizaron una variedad de acusaciones no relacionadas con el periodismo para reprimir a redactores, editores y fotoperiodistas críticos. Dichas acusaciones oscilan entre violaciones regulatorias a posesión de droga. En los casos incluidos en este análisis, el CPJ determinó que las acusaciones fueron muy posiblemente el resultado de una represalia contra el trabajo de los periodistas.

• La difamación penal, la segunda acusación más común, fue presentada en un 7 por ciento de los casos. Acusaciones de insulto étnico o religioso fueron presentadas en un 5 por ciento de los casos, mientras que violaciones de censura abarcan otro 2 por ciento.

• Reporteros de prensa escrita e Internet constituyen la mayor parte del censo. Periodistas de televisión componen la siguiente categoría más numerosa, con un 6 por ciento de los casos. Reporteros de radio comprenden un 4 por ciento, y documentalistas un 2 por ciento.

• Los periodistas  que hace más tiempo se encuentran presos, según el censo del CPJ, son Chen Renjie y Lin Youping, quienes fueron encarcelados en China en julio de 1983 por publicar un panfleto titulado Ziyou Bao (Informe Libertad). Su codefensor, Chen Biling, fue luego ejecutado.

El CPJ considera que los periodistas no deben ser encarcelados por cumplir con su trabajo informativo. La organización ha enviado cartas expresando seria preocupación a cada país que ha encarcelado a un periodista. Además, el CPJ envío pedidos durante el año a las autoridades de Eritrea y Estados Unidos solicitando detalles en casos de periodistas que fueron detenidos sin que se les hayan formulado acusaciones públicas.

La lista del CPJ es un recuento de aquellos periodistas encarcelados hasta la medianoche del primero de diciembre del 2007. No incluye a muchos periodistas presos y liberados durante el año; el detalle de esos casos puede encontrarse en www.cpj.org. Los periodistas permanecen en la lista del CPJ hasta que la organización determine con certeza razonable que han sido libertados o murieron en custodia.

Los periodistas  que desaparecen o son secuestrados por entidades no estatales, incluyendo a bandas criminales, grupos rebeldes o militantes, no están incluidos en la lista de reporteros encarcelados. Sus casos son clasificados como “desaparecidos” o “secuestrados”. Detalles de esos casos están disponibles en el sitio Web del CPJ.