Periodista colombiano huye tras amenazas

Nueva York, 17 de mayo del 2006—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está preocupado porque el periodista colombiano Pedro Antonio Cárdenas Cáceres se vio obligado a abandonar su hogar tras recibir amenazas de muerte después de la publicación de informes sobre corrupción gubernamental en el departamento del Tolima.

Cárdenas, director de la publicación quincenal La Verdad en Honda, partió el sábado con su familia hacia Bogotá después de encontrar flores fúnebres en la entrada de su casa el 7 y 8 de mayo, el periodista indicó al CPJ. Según Cárdenas, las amenazas se relacionan con dos artículos investigativos sobre corrupción en el gobierno local que se publicaron en La Verdad el 15 y el 30 de abril.

Cárdenas ha sido blanco de intimidaciones anteriormente. En una ocasión tuvo que salir del país por más de un año después de ser secuestrado por un grupo paramilitar. Regresó a Colombia en agosto del 2004 y pasó 16 meses en Bogotá antes de volver a Honda en enero. Cárdenas tiene protección policial desde su regreso.

Las amenazas comenzaron casi inmediatamente, según indicó Cárdenas, aunque se intensificaron tras la publicación de sus artículos en La Verdad. Cárdenas señaló que el 30 de enero, un hombre, quien se cree es miembro de las fuerzas paramilitares, advirtió a su esposa que el periodista no tenía permitido trabajar en Honda. Un mes después, un individuo identificado como representante de un grupo paramilitar, se acercó a Cárdenas en la calle y le señaló que no era bienvenido en el Tolima.

El 25 de abril, días después de la publicación del primer artículo, Cárdenas recibió una llamada a su teléfono celular de un hombre que dijo ser un reinsertado de las Autodefensas Unidas Campesinas del Magdalena Medio. El individuo explicó que dos hombres habían sido contratados para seguir y asesinar al periodista, aunque no especifico la razón.

Según Cárdenas, las amenazas y actos de intimidación están relacionados con su trabajo periodístico. Cárdenas señaló que ha denunciado las amenazas a la policía local y nacional, al igual que a la Fiscalía General en Bogotá.

El Presiente Álvaro Uribe se reunió con una delegación del CPJ el 15 de marzo y expresó su apoyo a los periodistas de las regiones que cumplen su labor informativa bajo amenazas de violencia. Uribe también anunció su apoyo a los periodistas que informan sobre corrupción, al enfatizar que cualquier funcionario que interfiera con el trabajo de la prensa “está cometiendo un crimen contra la democracia, y eso es gravísimo”.

“Condenamos estos actos de intimidación contra Cárdenas”, señaló la Directora Ejecutiva del CPJ Ann Cooper. “Instamos el Presidente Uribe a asegurar personalmente que las autoridades colombianas lleven a cabo una investigación oportuna y que otorguen a Cárdenas la protección adecuada para permitirle continuar su trabajo sin temor a represalias”.

La reunión con Uribe se llevó a cabo tras la publicación de un informe especial del CPJ titulado “Historias no contadas”. El informe, escrito por el periodista radicado en Bogotá Chip Mitchell, se basó en entrevistas con más de 30 periodistas en varios departamentos donde el conflicto armado es agudo, como Arauca, Córdoba y Caquetá. Los periodistas admitieron que se autocensuran por miedo a represalias físicas por parte de los grupos guerrilleros o paramilitares, así como el acoso de funcionarios del gobierno y del ejército colombiano. En otros casos, periodistas aseguraron haber abandonado investigaciones tras ser intimidados por funcionarios públicos.

Lea “Historias no contadas”: http://www.cpj.org/Briefings/2005/DA_fall05/colombia/Colombia_report_Spanish.pdf.

Cárdenas conoce bien los riesgos de su trabajo. El 12 de marzo del 2003, varios hombres armados que se identificaron como integrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia secuestraron al periodista en su casa y lo llevaron a un motel cercano. Cárdenas, entonces conductor de un programa de noticias locales en la red nacional de radio RCN, fue liberado cuando la policía local interceptó y detuvo a los secuestradores unas horas después. Cárdenas había recibido días antes amenazas directamente relacionadas con sus informes críticos sobre la corrupción local.