Bogotá, 19 de abril de 2020 – Las autoridades peruanas deben investigar exhaustivamente el ataque con coctel molotov contra el vehículo del periodista Roberto Sánchez Mamani, enjuiciar a los responsables y garantizar que los periodistas puedan trabajar en condiciones de seguridad, declaró hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
Cerca de las 5:40 a. m. del 14 de abril, en la sureña ciudad peruana de Tacna, sujetos no identificados que se trasladaban en una motocicleta lanzaron un coctel molotov contra el vehículo de Sánchez, que estaba estacionado afuera de la radioemisora La Estación, donde Sánchez ejerce de director de Noticias, según el periodista, quien habló con el CPJ por aplicación de mensajería, y un comunicado del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), organización peruana defensora de la libertad de prensa.
Sánchez declaró al CPJ que estaba presentando su programa matutino de noticias y opinión al momento del ataque, y que nadie había resultado lesionado. Los bomberos sofocaron el incendio, pero el auto de Sánchez, un Suzuki SX4 con un valor aproximado de USD 10.000, sufrió daños irreparables.
De acuerdo con Sánchez, el ataque puede estar vinculado con su trabajo periodístico reciente sobre temas políticos, el cual había incomodado a algunas personas en Tacna.
“El ataque con bomba incendiaria contra el auto del periodista peruano Roberto Sánchez no solamente es peligroso, sino que también es un claro intento por intimidar al periodista”, declaró Natalie Southwick, coordinadora del Programa de Centroamérica y Sudamérica del CPJ, desde Nueva York. “Las autoridades peruanas deben investigar exhaustivamente el incidente, enjuiciar a los responsables y garantizar que los periodistas no sufran represalias por su trabajo y sus opiniones sobre temas políticos”.
Sánchez declaró al CPJ que recientemente había informado sobre cuatro candidatos al Congreso por la región de Tacna, quienes se habían postulado para las elecciones del 11 de abril, y en su programa había indicado que ninguno de los candidatos tenía la experiencia pertinente y que uno de ellos había cumplido una pena de 15 años de cárcel. El CPJ no pudo revisar las emisiones de esos programas.
En respuesta a esas informaciones y opiniones, precisó Sánchez, el periodista recibió tres o cuatro llamadas telefónicas de personas molestas que no se identificaron y que le advirtieron que dejara de informar sobre los candidatos, ninguno de los cuales triunfó en las elecciones del 11 de abril.
“Esos candidatos terminan muy mal. No tenían muchos votos”, expresó Sánchez. “Y ahora me ocurre este atentado. Por eso tengo la impresión de que es una especia de venganza política [por] el trabajo que nosotros estuvimos realizando”.
Sánchez señaló que había denunciado el ataque ante la Policía, que había iniciado una investigación. El CPJ llamó a la sede de la Policía de Tacna, pero nadie respondió.