El 31 de octubre de 2019, el camarógrafo boliviano Daynor Flores Quispe resultó herido en una explosión mientras cubría una protesta en La Paz, la capital, según informaciones de prensa.
Un cartucho de dinamita explotó cerca de Quispe, camarógrafo de la red privada Gigavisión TV y quien cubría los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales, según una nota publicada por la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) de Bolivia, una organización local defensora de la libertad de prensa.
No resultó claro quién había detonado la dinamita, pero los manifestantes con frecuencia utilizan tales explosivos; en 2016, el Gobierno boliviano despenalizó el uso de pequeños explosivos de dinamita en las protestas, con el argumento de que se trataba de una “tradición cultural”, según versiones periodísticas.
Quispe sufrió cortadas y moretones en las piernas y recibió tratamiento en un hospital local, donde lo operaron para extraerle las esquirlas que se le habían incrustado en una pierna, según la nota de la ANP.
Una ola de protestas estalló en toda Bolivia tras las elecciones presidenciales del 20 de octubre, que según observadores internacionales estuvieron plagadas de irregularidades; después de la jornada electoral, el líder opositor Carlos Mesa convocó a huelgas y protestas en todo el país, según Reuters.
La Policía y los manifestantes han provocado heridas a, como mínimo, 16 periodistas durante las protestas, y las fuerzas de seguridad han detenido brevemente a periodistas que cubrían las manifestaciones, según informaciones de prensa y una nota de la ANP.
La ANP también informó que desde cuentas de Internet se ha amenazado con realizar actos de violencia contra medios de prensa.