Durante un diálogo nacional con el presidente Daniel Ortega en mayo de 2018, una mujer sostiene un periódico que muestra imágenes de personas que murieron en las protestas en Nicaragua. Más medios de comunicación están ofreciendo noticias contundentes sobre la represión violenta. (AP / Alfredo Zuniga)
Durante un diálogo nacional con el presidente Daniel Ortega en mayo de 2018, una mujer sostiene un periódico que muestra imágenes de personas que murieron en las protestas en Nicaragua. Más medios de comunicación están ofreciendo noticias contundentes sobre la represión violenta. (AP / Alfredo Zuniga)

En Nicaragua, el control que Ortega ejerce sobre los medios se reduce a pesar de que se recrudece la represión gubernamental

Por John Otis, corresponsal del CPJ para la región andina


El alzamiento popular que se inició hace cuatro meses en Nicaragua no solamente ha debilitado el poder del presidente Daniel Ortega: ha erosionado el control de su Gobierno sobre las noticias.

Hasta hace poco, según analistas entrevistados por el CPJ, la mayoría de las organizaciones noticiosas nicaragüenses apoyaban a Ortega o brindaban un tratamiento informativo relativamente benigno a su régimen cada vez más autoritario. Sin embargo, a raíz de una violenta campaña represiva contra manifestantes que ha arrojado un saldo de, como mínimo, unas 300 víctimas mortales, una cantidad mayor de medios de prensa está ofreciendo contundentes reportajes sobre los abusos del Gobierno y algunos incluso se han sumado a los llamados a favor de la renuncia de Ortega.

“El monopolio del Gobierno sobre la información se ha desplomado”, declaró al CPJ Carlos Fernando Chamorro, director del sitio noticioso independiente Confidencial. “Los medios independientes se están fortaleciendo”.

Esta posición más combativa ocurre en momentos en que se incrementan los peligros para los periodistas. Un periodista fue muerto en abril y muchos otros han declarado al CPJ que han recibido golpizas, han sido blanco de los disparos de francotiradores, o paramilitares partidarios de Ortega les han robado el equipo de trabajo. En julio, varios periodistas quedaron atrapados toda una noche en una iglesia de Managua ocupada por estudiantes que participaban en las protestas y que fueron atacados por fuerzas gubernamentales.

Uno de los medios que han ofrecido algunos de los reportajes más contundentes en esta crisis es 100% Noticias, un canal privado de noticias las 24 horas por cable e Internet de Managua, fundado en 2004. De acuerdo con reporteros y editores nicaragüenses entrevistados por el CPJ, antes de que estallara la crisis actual el canal criticaba en raras ocasiones a Ortega y con frecuencia les ofrecía un micrófono abierto a los funcionarios gubernamentales.

No obstante, desde el inicio de las protestas en abril, el canal se ha dedicado a cubrir la crisis, inclusive los ataques de la Policía y paramilitares simpatizantes de Ortega contra civiles desarmados. Ahora el canal es un estridente crítico del Gobierno. En represalia, el organismo estatal regulador de las telecomunicaciones, Telcor, ordenó la suspensión de las transmisiones de 100% Noticias durante seis días en abril.

“Telcor nos pidió que no transmitiéramos noticias sobre las protestas, pero nosotros dijimos ‘no'”, declaró al CPJ Lucía Pineda, directora de Noticias del canal.

Desde entonces, 100% Noticias se ha convertido en una de las referencias informativas indispensables sobre el alzamiento, que detonó a raíz de una propuesta para incrementar la contribución al Seguro Social pero que se ha transformado en un movimiento a favor de la democracia que le exige a Ortega adelantar las elecciones. Durante una visita del CPJ a Managua y otras ciudades nicaragüenses en junio, los televisores de restaurantes, vestíbulos de hotel y hogares estaban sintonizados al canal, ya que las personas buscaban información sobre las protestas y los bloqueos que han paralizado gran parte del país.

100% Noticias “solía ser muy reactivo y cuidadoso en la cobertura del régimen”, Tim Rogers, editor sénior para Latinoamérica del sitio noticioso Fusión, declaró al CPJ. “Pero ahora le han salido colmillos”.

Rogers, quien ha cubierto Nicaragua durante años, expresó que, mientras tanto, las organizaciones noticiosas que simpatizan con Ortega están perdiendo credibilidad porque en su mayor parte han ignorado la crisis y han repetido la línea del Gobierno de que los manifestantes son terroristas y golpistas.

Otro relato alternativo a la historia oficial lo ofrecen los videos de las marchas y protestas callejeras filmados con celulares y que los ciudadanos publican en Facebook, Twitter y WhatsApp. “Los intentos propagandísticos del Gobierno han sido refutados por los medios sociales y por nicaragüenses con teléfonos celulares”, aseguró Rogers. “Ellos están transmitiendo en vivo la revolución desde las calles. Esa es la voz de medios con mayor resonancia en estos momentos”.

Ortega, un exguerrillero marxista que encabezó el Gobierno sandinista marxista en la década de 1980, fue reelegido en 2006 y durante tres mandatos consecutivos ha adquirido control e influencia sobre los medios noticiosos. Casi todos los canales de TV y las radioemisoras pertenecen a aliados o miembros de la familia Ortega y, hasta hace poco, ofrecían una cobertura informativa relativamente blanda de su Gobierno, el CPJ ha informado anteriormente.

Durante gran parte del último decenio, las principales fuentes informativas independientes han sido Confidencial, el diario de Managua La Prensa y Radio Corporación, también con sede en la capital. Ahora, ellos están ganando aliados.

Entre ellos está Canal 10, propiedad de Remigio Ángel González, un empresario de medios que posee decenas de canales de TV y radioemisoras en Latinoamérica y que es conocido por evitar conflictos editoriales con los Gobiernos de la región. Durante años, el principal informativo de Canal 10, “Acción 10”, se centraba en la cobertura de la delincuencia y se pronunciaba poco sobre las cuestiones gubernamentales. Cuando las protestas comenzaron, expresó Mauricio Madrigal, el director de Noticias, en un inicio sus superiores le dijeron que las ignorara.

“Hicieron esto para quedar en buena posición frente al Gobierno”, Madrigal declaró al CPJ. “Pero ese era el momento cuando más necesitábamos cobertura de lo que realmente estaba sucediendo”.

Después de un apagón informativo de un día en torno a las marchas callejeras, Canal 10 recibió un torrente de críticas, los periodistas del canal comenzaron a quejarse, y Madrigal afirmó que él amenazó con renunciar. Finalmente, indicó, ellos recibieron permiso para cubrir las protestas y desde entonces Canal 10 se ha concentrado en la crisis.

“Creía que este tipo de cobertura iba a durar porque había habido tanta autocensura de parte de los canales de TV”, afirmó Ismael López, veterano reportero de Radio Corporación. “Pero ahora Canal 10 está transmitiendo todo”.

Mientras tanto, más de una docena de periodistas nicaragüenses han renunciado en protesta por el tratamiento informativo que sus organizaciones noticiosas otorgaron a la crisis, manifestó Octavio Enríquez, un editor de La Prensa. Entre los más conocidos se encuentra el caso de Dino Andino, expresentador noticioso del progubernamental Canal 2, quien renunció en abril. En un comentario de Facebook luego de su renuncia, Andino condenó la represión gubernamental contra periodistas y manifestantes.

El Nuevo Diario, por su parte, también ha experimentado un abrupto giro editorial.

Fundado en 1980, el diario de Managua fue acérrimo partidario de la revolución sandinista y luego se viró contra Ortega a su regreso al poder hace 11 años. En 2011, su línea editorial volvió a cambiar cuando el diario fue adquirido por un grupo bancario nicaragüense.

Los nuevos propietarios les dijeron a los periodistas que suavizaran la cobertura informativa del Gobierno y se concentraran en las noticias “positivas” y sobre los negocios, según un periodista de El Nuevo Diario que no estaba autorizado para hablar por el periódico y que solicitó el anonimato. El periodista agregó que numerosos reporteros renunciaron porque el periódico se volvió muy tedioso.

Sin embargo, a raíz de la violenta campaña represiva del Gobierno contra las protestas, El Nuevo Diario ha vuelto a realizar periodismo de denuncia, expresó el periodista. Estos días, la primera plana está llena de noticias sobre presos políticos, violaciones de los derechos humanos y opiniones sobre cuánto durará el Gobierno de Ortega.

En entrevista telefónica con el CPJ, Luis Rivas, un banquero que integra la junta editorial de El Nuevo Diario, insistió en que la línea editorial del periódico ha mantenido su coherencia desde la venta del 2012. Rivas declaró que ahora la mayoría de las noticias que salen de Nicaragua son negativas y que El Nuevo Diario sencillamente está reflejando eso.

Cualquiera que sea el motivo de los cambios, el periodista de El Nuevo Diario sostiene que los periodistas del rotativo están entusiasmados nuevamente por difundir las noticias. El periodista agregó: “No hay marcha atrás”.

[Informaciones recogidas desde Managua]