Bogotá, Colombia, 17 de octubre de 2014–Pablo Medina Velázquez, un periodista paraguayo que cubría el narcotráfico, fue asesinado a balazos el jueves junto a su asistente, según informes de prensa. Es el tercer periodista asesinado en Paraguay este año.
Corresponsal regional del diario independiente de mayor circulación en Paraguay, ABC Color, Medina, de 53 años, estaba regresando de una cobertura periodística en la ciudad de Curuguaty cuando su vehículo fue interceptado por dos personas vestidas con ropas de camuflaje en una motocicleta, según afirmó a los periodistas el fiscal Néstor Cañete a cargo de la investigación.
Cañete indicó que a Medina le dispararon cuatro veces en la cara y en el pecho con una pistola calibre 9 mm, recibió un disparo de escopeta directamente al rostro y murió en las ruedas de su camioneta. El fiscal señaló hoy que cuatro sospechosos fueron detenidos por el caso.
Antonia Maribel Almada, de 19 años, quien era asistente de Medina y estaba con el reportero en el vehículo, resultó también asesinada en el ataque ocurrido cerca del poblado de Villa Ygatimí, según informes de prensa.
El Ministro del Interior Francisco Vargas indicó a la prensa que el ataque estuvo vinculado a la cobertura de Medina sobre el floreciente tráfico de marihuana en el departamento de Canindeyú, que limita con Brasil y es una importante ruta de tráfico. Canindeyú ha también ha sido epicentro de violentas disputas de tierras, según informes de prensa.
Vargas afirmó que la policía le había proporcionado escolta policial a Medina, pero los periodistas destacaron que no tenía guardaespaldas al momento del ataque. Algunos informes de prensa señalaron que Medina ocasionalmente salía sin protección, si los escoltas no estaban disponibles.
“Pablo Medina fue objeto de varias amenazas, sobre todo por sus denuncias periodísticas sobre producción de marihuana en la zona”, Vargas señaló a los periodistas.
De todos modos, el día en que fue asesinado Medina estaba cubriendo una nota relacionada con el uso de pesticidas tóxicos en el campo, según informes de prensa.
“El asesinato de Pablo Medina Velázquez y su asistente Antonia Maribel Almada marcan un repunte significativo de la violencia contra la prensa en Paraguay durante este año”, afirmó Carlos Lauría, Coordinador Senior del Programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) desde Nueva York. “Instamos a las autoridades a realizar una investigación oportuna, exhaustiva, enjuiciar a los responsables del crimen e impedir que se acelere el ciclo de impunidad”.
Paraguay es el segundo mayor productor latinoamericano de marihuana seguido por México y es una de las principales rutas para la cocaína que se dirige a Brasil, según Insight Crime, un grupo de expertos que monitorea al crimen organizado en América Latina. Paraguay también está considerado uno de los países con mayor nivel de corrupción en el mundo según la organización Transparencia Internacional.
En 2001, el hermano de Medina, el periodista de radio Salvador Medina Velázquez, fue asesinado luego de denunciar corrupción política, según la investigación del CPJ, y su muerte provocó que su hermano Pablo Medina, quien ya trabajaba para ABC Color, abandonara temporariamente el departamento de Canindeyú.
Nelson Zapata, quien fue editor de Pablo Medina en ABC Color durante muchos años, indicó a una emisora local de radio que Medina había recibido amenazas “prácticamente desde que se inició en el periodismo”.
Otros dos reporteros fueron asesinados en Paraguay este año. El 16 de mayo, Fausto Gabriel Alcaraz Garay, un periodista de radio que con frecuencia denunciaba al narcotráfico y al crimen organizado fue asesinado en la ciudad de Pedro Juan Caballero en la violenta frontera del departamento de Amambay. El 19 de julio, Edgar Pantaleón Fernández Fleitas, un abogado quien conducía un programa de radio que denunciaba corrupción política, fue asesinado a balazos en la ciudad de Concepción.