Silencio o muerte en la prensa mexicana

Apéndice II: Periodistas desaparecidos

La investigación del CPJ indica que los siguientes periodistas han desaparecido, durante el período del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien asumió su mandato el 1 de diciembre de 2006.

Gamaliel López Candanosa
Gerardo Paredes Pérez
TV Azteca Noreste
10 de mayo de 2007, en Monterrey

El reportero López y el camarógrafo Paredes desaparecieron después de cubrir el nacimiento de unos siameses en un hospital en la ciudad norteña de Monterrey. La última vez que se supo algo de ellos fue a las 4 de la tarde, cuando se reportaron a la estación, una afiliada regional de la televisora nacional TV Azteca, según informes de la prensa mexicana.

Su auto compacto Chevrolet, con el logo de TV Azteca, también desapareció, según informes de prensa y entrevistas del CPJ. Ninguno de los dos periodistas había denunciado amenazas anteriores al hecho, según la oficina del procurador de justicia del estado de Nuevo León. 

Poco después de la desaparición, el entonces procurador estatal, Luis Carlos Treviño Berchelman, declaró ante reporteros locales que López estaba relacionado con la organización criminal conocida como los Zetas, declaración que TV Azteca negó. Al momento de su desaparición, la violencia de los carteles iba en aumento en Monterrey, con bandas delictivas tales como los Zetas enfrascados en violencia pública.

María Esther Aguilar Cansimbe
El Diario de Zamora y Cambio de Michoacán
11 de noviembre de 2009, en Zamora

Aguilar, de 32 años, veterana reportera y madre de dos hijos, fue vista por última vez cuando salía de su casa en Zamora, en el estado central de Michoacán, después de recibir una llamada por celular, según informes de prensa y entrevistas del CPJ. Las autoridades estatales y federales no han dado a conocer ningún indicio ni nombres de sospechosos en el caso.

Aguilar trabajaba para medios regionales de noticias, incluyendo El Diario de Zamora radicado en esa ciudad y el periódico regional Cambio de Michoacán. Si bien su cobertura era variada, tendía a enfocarse en la delincuencia organizada y en la corrupción municipal. En las semanas anteriores a su desaparición, las notas de Aguilar destacaban acusaciones de abuso policial, los esfuerzos del ejército contra los carteles y la detención en Zamora de al menos tres individuos, incluyendo el hijo de un político, sospechosos de colusión con el crimen organizado. Su informe del 27 de octubre sobre los abusos de la policía municipal fue seguido por la renuncia de un funcionario de alto nivel. Poco después de publicado ese informe, escribió sobre el arresto de un conocido líder local del cartel La Familia Michoacana.    

Consciente de las posibles represalias, Aguilar no firmaba muchos de sus artículos riesgosos, indicaron sus colegas al CPJ. No mencionó haber recibido amenazas antes de desaparecer, afirmaron los colegas.

Su esposo, David Silva, afirmó al CPJ que la influencia de los carteles en Zamora es tan fuerte que no tenía fe en que la policía determinara qué le sucedió a su esposa. . “Con la mayoría de los policías aquí no sabes con quién estás hablando: si es un funcionario o un representante de la delincuencia organizada”, declaró.

Miguel Angel Domínguez Zamora
El Mañana
Pedro Argüello
El Mañana y La Tarde
David Silva
El Mañana y La Tarde
Marzo de 2010, en Reynosa

Domínguez, Argüello y Silva, tres reporteros de la cadena de periódicos El Mañana de la ciudad de Reynosa, cerca de la frontera con Texas, desaparecieron durante una ola de violencia del narcotráfico en la ciudad fronteriza, que puso en riesgo a los medios de comunicación locales, según informes de prensa y entrevistas del CPJ.

Solo una de las desapariciones fue confirmada por las autoridades. El 9 de marzo, la Procuraduría del Estado de Tamaulipas indicó que Miguel Ángel Domínguez Zamora, reportero del periódico El Mañana, estaba desaparecido desde el 1 de marzo. Un miembro de la familia Domínguez Zamora había presentado una denuncia formal ante el ministerio público en el estado de Tamaulipas. Silva y Argüello, que trabajaban para El Mañana y para el vespertino La Tarde, también desaparecieron a principios de marzo, según dos fuentes del CPJ.

En medio de una serie de violentos combates entre los Zetas y el cartel del Golfo, los secuestros sembraron mucho más temor en los medios locales de comunicación, que ya estaban practicando una autocensura generalizada. Sus colegas dicen que los periodistas desaparecidos pudieron haber hecho algo que enfureciera ya sea al cartel del Golfo o a los Zetas, o bien de alguna manera quedaron atrapados en medio de la guerra entre los dos grupos criminales. Las autoridades proporcionaron muy poca información sobre los secuestros.

Ramón Ángeles Zalpa
Cambio de Michoacán
6 de abril de 2010, en Paracho

Ángeles, corresponsal de medio tiempo del periódico Cambio de Michoacán, fue visto por última vez cuando salía de su casa rumbo a la Universidad Pedagógica Nacional, donde trabajaba como profesor, aseguró al CPJ su hijoRommell David Ángeles Méndez.

Juan Ignacio Salazar, jefe de corresponsales de Cambio de Michoacán, con base en Morelia, indicó al CPJ que Ángeles era un reportero que cubría información general y normalmente no trataba temas sensibles. En marzo de 2010, sin embargo, el periodista cubrió un ataque armado contra una familia indígena local, afirmó Salazar. El comunicador no mencionó haber recibido amenazas, recalcó.

El hijo de Ángeles mencionó al CPJ que su padre recibió una llamada anónima dos días antes de desaparecer, pero que no comentó los detalles de la misma. “No sabemos qué paso”, indicó el hijo del periodista. “Mi padre nunca mencionó tener enemigos ni demostró temor alguno. Simplemente desapareció”. Las autoridades federales y estatales señalaron que existe una averiguación previa por la desaparición. No se ha dado a conocer ningún indicio.

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